Una pista

Luego de que Lydia le confesara el nombre de quien la atormentaba. Río comenzó a pensar de que tal vez ese nombre podía significar algo, recordaba haber escuchado ese nombre antes, pero aun no recordaba dónde.

Mientras tanto, Maggie y Milo se encontraban en la sala de entrenamiento, preparándose para la batalla de cual Sebastian les advirtió. Querían estar listos para lo que fuera.

—No entiendo, para que entrenamos si vamos a enfrentar a un fantasma —dijo Milo.

Maggie desiso su campo de fuerza del cual se protegía de los ataques de Milo.

—Ese fantasma asesino a la familia de esa chica, no podemos confiarnos.

—Lo sé lo sé —comenzó a crear dos katanas hechas de hielo que llegaban al suelo y comenzó a atacar a Maggie.

Maggie se defendía con escudos qué evitaban qué fuera dañada, ella decidía ni usar mucho su poder debido a que la dejaba sin energía rápido, pero no quería enfrentar esto solo con su arco y flechas.

—Además tengo el presentimiento de que algo más pasará.

Maggie logró destruir ambas katanas. Y Milo dejo de estar en guardia.

—¿A que te refieres?

—No lo sé, siento como si hubiera algo más.

Ese sentimiento no la dejaba en paz, el presentimiento de que algo malo iba a ocurrir era demasiado intenso, pero en el terreno en el que se estaban metiendo era incierto.

En ese momento Río entró a la sala de entrenamientos, con una pista que podía ayudarlos.

—Oigan tengo que hablar con ustedes.

—¿Qué ocurre amigo? —preguntó Milo.

—Hable con Lydia, y creo que tengo una pista.

—¿Qué clase de pista? —ella estaba cansada por el entrenamiento con sus manos en la cintura.

—Un nombre...ella dijo que quien le habla se llama Wendell Ross.

Cuando escucharon ese nombre, al igual que Rio, ambos sintieron la sensación de que ya habían escuchado ese nombre.

—Siento que ya escuche ese nombre antes.

—Si yo igual, pero no recuerdo donde.

Río no estaba dispuesto a esperar que Sebastian regresará, no quería quedarse con los brazos cruzados y necesitaba hacer algo para ayudar a Lydia, necesitaba sentir que servía para algo.

—Se que no estoy en mi mejor momento, pero necesito hacer algo —suspiro y continuo relajándose un poco —, pero ella nos necesita y si ese nombre parece que lo hemos escuchado antes, debe significar algo.

—Pero el brujito dijo que esperáramos.

—Su bueno ya me canse de esperar, solo haremos trabajo de campo, todos juntos, nadie se queda atrás.

—¿Dónde iniciaremos? —apesar de no estar de acuerdo, trataba de estar del lado de Río —, solo tenemos un nombre, y una fugaz sensación de haberlo escuchado antes.

—Parece necesitamos reunirnos todos, ¿Están de acuerdo?

Ambos asistieron dando un si. Tenían un nombre, una pista para comenzar, dispuestos a saber a que o a quien se están enfrentando, pero el pasado puede ocultar oscuros secretos, secretos que no deben ser desenterrados, ¿Qué oculta ese nombre?, ¿Qué tiene de especial Lydia? Y la pregunta más importante...¿Quién es Wendell Ross?