Ayo propuso realizar un hechizo de brujula, aquel que te guia hacia lo que buscas, un hechizo simple solo tienes que desear encontrar a esa persona realmente.
—Okey, entonces hagamoslo —dijo Sebastian bastante seguro.
—Entonces vayamos a tu casa, aqui no es seguro.
Ambos se dirigieron a la casa de Sebastian, donde realizarian el hechizo, al llegar ahi Ayo le pidio que tomara asiento en el suelo, que penasara solamente en Sherry, solo debia enfocarse en ella y en querer enncontrarla.
—Cierra tus ojos.
—Ya se como funciona -cerro sus ojos —, no soy un novato cariño.
El hechizo comenzo, Ayo comenzo a conjurar, el hechizo de brujula se basa en potenciar las emociones de anhelo y deseo, si se anhela o desea por otras razones el hechizo te puede llevar al lado oscuro, es aqui donde surge la pregunta, ¿Por qué queremos encontrar eso que tanto buscamos?.
—Recuerda que tus intenciones deben ser puras, no egosistas —comenzó a hacer que Sebastian reflexionara para que todo saliera en orden —, recuerda el cariño que le tienes, lo mucho que te importa y que tanto te arrepientes por haberla lastimado.
Sebastian comenzo a recordar todo aquello, dejando a un lado el hecho de que queria salvar a Lydia, y encerrar de nuevo a Wendell, realmente queria a Sherry, la queria de vuelta a su lado, sabia que era su culpa que ella estuviera perdida.
El hechizo estaba listo, habia funncionado y cuando Sebastian abrio sus ojos, pudo ver como un hilo dorado le decia hacia donde tenia que ir.
—¿Puedes verlo? —pregunto Ayo.
—SI...puedo verlo.
Sebastian uso su poder para abrir un portal del inframundo hasta donde hilo lo queria llevar.
—¿Lista? -anzo una mirada hacia Ayo, quien parecia nerviosa.
—Por más que no quiera, si hagamoslo.
Ambos cruzaron el portal, esperando un lugar oscuro y aterrador, pero para su sopresa era todo lo contrario, del otro lado del portal los esperaban los suburbios, pero no de Westheart, sino los de Ridgewood. Un pueblo cercano, pero mas tranquilo.
Sorprendidos por el lugar, comenzaron a cuestionarse, por que Sherry estaria aqui durante todo un año. Por que aqui y no en su hogar, todo esto inundaba sus pensamientos, mientras seguian el camino que el hilo marcaba. Todo llevaba a una casa, igual que cualquiera en los suburbios, con un tapate que decia "Bienvenidos".
Al llegar tocaron a la puerta, listos para lo que fuera, pero en los suburbios nada es lo que parece.