Al tocar la puerta esperaban todo, pero para su sorpresa Sherry no estaba en peligro, al contrario, parecia demasiado normal.
Sebastian al verla la abrazo fuertemente, no fue necesario decir algo, su abrazo lo dijo todo.
—Oh vaya, pero que fuerte abrazo —dijo Sherry entre sonrisas —, ¿A que se debe?.
—Es solo que...lo lamento —era raro que lo dijera.
—¿Lo lamentas? —estaba confundida, no sabía a que se debía —, no recuerdo que me hayas hecho algo.
—Vamos chica, desahógate —interrumpió Ayo.
Pero Sherry no tenía idea de que hablaban, saludo a ambos y los invito a pasar a su casa, aunque Ayo tenía un mal presentimiento.
—¿Es tu casa? —preguntó Ayo.
—Ah si... ya han venido antes —los vio confundida, pero luego recordó —, cierto, tu no habías venido Ayo, bienvenida a mi humilde hogar.
—¿Vives sola? —preguntó Sebastian, mientras revisa el lugar.
—No, vivo con alguien más, pero tu ya sabias eso.
Sebastian noto algo extraño en ella, al ver a Ayo noto que ella también lo persivia, así que decidieron seguiré la corriente.
—Si claro, perdón ando distraído —murmuró —, ¿y donde esta?
—Fue al supermercado, estamos por preparar la cena —ella no dejaba de sonreír —, ¿Se quedarán a cenar?
—Oh no lo se cariño —miro a Ayo con una sonrisa que marcaba sus mejillas —, ¿Te gustaría Ayo?
—Si, por que no.
Mientras esperaban, Sebastian y Ayo continuaron con cautela, sabían que había algo mal en la casa, pero no estaban seguros si se trataba de una trampa de Sherry o del libro. El libro corrompe al portador al punto de que el libro toma totalmente el control.
La noche estaba cayendo, y Sherry estaba muy feliz de tener a sus dos amigos en casa para cenar. Hasta que llego el otro habitante de esta casa, se dieron cuenta de quien se trataba.
—Al fin llego, se tardo años.
Era Chloë, una antigua miembro de la Dead Patrol, pero, ¿Qué hacía aquí?.
—Ya es tarde —tomo las bolsas qué ella traía y se dirigió a la cocina —, tenemos visitas.
—Hola...Sebastian que gusto verte —le dio un abrazo cálido —, ¿Quien es tu amiga?
—¿Chloë? —murmuró —, ella es...
—Me llamo Ayo.
—Es un placer Ayo, y dime, ¿como es ser amiga de este tipo?.
—Es encantador —respondió de manera sarcástica.
—Me lo imagino, siéntanse como en casa, lamento haber tardo, iré ayudar a Sherry.
Sebastian no entendia que estaba pasando, ya eran años sin que nadie supiera de Chloë, pero ahora estaba viviendo en los suburbios junto a Sherry. Ayo noto la preocupación de Sebastian, quería saber que era lo que le preocupaba tanto.
—¿Qué ocurre?.
—Es solo que...hace años que ni la patrulla ni yo sabiamos donde estaba ella.
—¿Quién la rubia?
—¿Chloë?...así que si la conoces.
—Si, ella era una de los miembros originales de la patrulla, pero luego de lo que paso con Trevor, desapareció.
—Así que es raro que ahora esté aquí con Sherry.
—Exacto —Sebastian frunció el ceño y en voz baja le advirtió —, debemos tener cuidado, ella es una bruja pura, así que no debe ser buena señal que este aquí.
La cena tardo en estar lista, pero al llegar la hora de cenar, ambos fueron llamados a la mesa. Un festín los esperaba, como si supieran que tendrían invitados esta noche, así que el presentimiento de que algo malo podría pasar, se intensificaba.