La Masacre De La Calle Mapple

Rio toco a la puerta, pero nadie contestaba; toco una vez más y seguía sin tener respuesta. Decidió volver con los demas, sin embargo, antes de que pudiera alejarse de la puerta un joven abrió la puerta, no decía nada solo lo observaba.

—Hola, no quiero molestar, mi nombre es...

—Si ya se quien eres —interrumpió sin soltar el picaporte —, eres el super héroe que brilla.

—Si, a veces olvido que no tengo identidad secreta —bromeo un poco con el, sin respuesta mutua.

El momento se torno incómodo, así que Rio no tuvo de otra que revelar por que estaba tocando a su puerta.

—Veras era amigo de la familia Flowers.

—Lamento mucho lo que les pasó —la actitud del joven cambio a una menos defensiva —, eran buenas personas.

—Gracias, estoy cuidando a Lydia por eso, pero me gustaría saber que paso realmente —cambio su tono de voz a uno más suave —, ¿Crees que pueda hablar con tus padres o con alguien que pueda ayudarme?.

El joven dudo, pero vio que su petición era sincera, así que decidió ayudarle.

—Mis padres no están, pero se quien te puede ayudar con eso —el joven pidió tomo su chaqueta y cerró la puerta —, pero te advierto que es muy gruñón.

—¿Y a donde vamos?.

—Vive casi al final de la calle.

Ambos se dirigieron a la casa, el joven se presentó con Rio, su nombre es Scott, mientras caminaban le contó a Rio la historia de Phil Collins un anciano gruñón que desde que su familia y el eran grandes amigos de los primeros dueños de la que es ahora la casa de la familia Flowers, pero la vida tenía otros planes para ellos.

Al llegar a la casa, Scott le pidio que esperara un poco y dejara que el convenciera a Phil de hablar.

—Ya vuelvo.

Scott entro a la casa, parecía que era muy comun que el entrará sin tocar, mientras Rio esperaba fuera de la casa noto que el vecindario era muy tranquilo, aunque era entendible por la reciente tragedia.

Scott tardo en salir, pero logró convencer al viejo Phil de hablar con Rio, así que era necesario que fuera claro y sin tantos rodeos. Al entrar a la casa pudo notar que lo vacía que se sentía, pero apesar de eso no estaba desordenada o sucia.

—¿Tu vienes seguido aquí? —preguntó Rio.

—Si, yo vengo aquí cada vez que puedo para ayudar a Phil.

—¿Vive solo?.

—Desde que murió su esposa hace tres años —se detuvo antes de llegar al patio trasero y suspiro —, han intentado llevarlo al asilo Angeles Guardianes, pero es tan terco que no quiere.

—Entonces no es fácil hablar con el.

—No —frunció el ceño con sorpresa —, aunque tienes suerte...solo habla conmigo y no acepta otras visitas.

Phil estaba sentado ennuna silla reclinable bajo el porche, acostumbraba pasar gran parte de su tiempo ahí, solo observando. Scott señaló donde podía sentarse Río, mientras el traía algo de tomar para los tres.

Rio intento hablar, pero antes de que el pudiera hacerlo, Phil lo hizo.

—Un super héroe en mi casa, eso no pasa todos los días.

—Espero no molestar señor.

—Scott me dijo que eres amigos de los Flowers —su mirada era amarga, pero su voz simplemente era directa.

—Más que nada amigo por otro amigo.

—Fue lamentable lo que les pasó, pero eso pasa cuando el demonio vive contigo.

Rio no entendia a que se refería, en ese momento Scott salio traía con el una cerveza para Phil, y para ellos botellas de agua.

—¿No quieres una cerveza? —le pregunto a Rio.

—El agua está bien, yo no tomo alcohol.

Phil torció un poco la boca, juzgando el hecho de que no bebiera.

—Phil, ¿a que te refieres con que el demonio vive contigo.

—Esa casa está maldita —dio un trago y continuo —, no son la primera familia que sufre el mismo destino.

—¿No?

—Has escuchado sobre "La Masacre de la calle Mapple".

—Si algo, no se mucho al respecto.

—Ocurrió en este mismo vecindario.

—Pero no se supone que esta es la calle Coin.

—Cambiaron el nombre en honor a esa familia —respondió Scott.

—¿Qué pasó con ellos? —preguntó Rio.

Phil cambio su postura, y dejo su cerveza en el piso, era una historia que le entristecia por lo cercano que fue a ellos.

—Se volvieron locos.

Mientras Rio se encontraba con Phil, el resto de la patrulla se preparaba para salir de la casa, pero aun había un lugar que no habían revisado.

—¿Encontraron algo? —preguntó Maggie.

—Milo y yo encontramos un baúl y es muy interesantes, dibujos y otras cosas muy tétricas, según un dibujo una niña Laura quería mucho aun hombre —Winn le entrego el dibujo a Maggie —, y adivinen como se llama el hombre.

El dibujo mostraba a una familia jugando, pero lejos de ellos había una niña y un hombre, arriba de ellos estaban sus nombres escritos: Laura y Wendell. Lydia al ver el nombre Wendell recordó que en sótano había algo que tenia escrito el mismo nombre.

—En el sótano hay algo que tiene ese nombre escrito...es una vieja bata.

—Entonces bajemos por ella.

—¿Dónde está Rio? —, pregunto Kara.

—Está afuera, no se sentia bien.

La patrulla bajo al sótano, pero para sorpresa de todos habia algo escrito en las paredes, símbolos...un ritual.

—¿Qué carajo? —dijo Milo sorprendido —, es un puto ritual.

Pero era familiar, algo que ya habían visto antes.

—No es solo un ritual... —respondió Winn, mientras se acercaba para ver a mejor detalle, dio la vuelta y terminó —, es un ritual del Clan Rojo.