RIDGEWOOD
Sebastian les explicó el plan que tenia en mente era complicado e incluso peligroso, pero no tenían tiempo para cuestionarse ese tipo de cosas o al menos eso creía el. Ayo no estaba de acuerdo, así que comenzó a discutir con el para buscar otra solución.
—Esa es una pésima idea, y vaya que has tenido más.
—Oh disculpa, pero no te veo propiendo nada.
—¿Quiere que proponga un plan? —comenzó a contestarle con una actitud soberbia —, te voy a enseñar que es un plan de verdad.
—Significaría mucho viniendo de la culpable de este enrollo —dijo el haciendo muecas molestas.
—¿Mi culpa? —respondía ofendida por tal acusación.
—Si tu no le hubieras hablado del estúpido libro, no hubiera pasado esto.
—¡Ja!, si tu no la hubieras mantenido cautiva en el inframundo no hubiera sido necesario.
Ambos continuaron discutiendo y molestandose entre sí, eran como un par de niños que buscaban un culpable. Sherry se harto de escucharlos, si que alzo sus pensamientos.
—¡Ay ya cállense! —estaba molesta, pero no con ellos —, fue culpa de todos, todos lo arruinamos, pero en mi casa es la segunda vez que lo mando al carajo todo.
—Oye, no te des mucho crédito cariño, esa bruja fue más astuta que tu, fue todo —dijo Sebastian.
—Si, pero lo enfrentaste y trataste de arreglarlo, a mi la verdad me hubiera importado un carajo.
Sherry encontró consuelo en esas palabras, así que decidió arriesgarse con el plan de Sebastian y hacer algo bien para variar.
—Haremos lo que tu propones.
Sebastian le explico como se realizaba, debia sentarse dentro de un círculo el cual tendría varios glifos para poder canalizar la energía.
—Esto es parecido al hechizo de brújula.
—¿Hechizo de brújula?
—Si, es que usamos para encontrarte, solo un brujo puede realizar lo en otro brujo, pero tu no eres uno así que tu entiendes —dejo de balbusear —, como sea, es peligro por que tu vas a merodear hasta encontrar lo que buscamos, pero si te descubren pueden encerrar tu alma o algo así.
—¿Qué? —dijo angustiada.
—Es muy arriesgado —le advirtió Ayo.
—Patrañas, lo haremos.
Sherry se sentó dentro del círculo, Sebastian comenzó a conjurar diciendo la palabras correctas para asegurar la seguridad de Sherry, pero todo dependía realmente de ella.
Sherry comenzó a escuchar la voz de Ayo quien le indicaba que hacer, y así siguiendo ambas voces pudo lograr merodear. Siguió los pasos de Chloë, donde había estado y donde parecía estar.
—¿Qué ves Sherry? —preguntó Sebastian quien trataba de mantener el control.
—Puedo ver como se esfumó —ella parecía estar en un tipo de trance, mientras el círculo donde estaba lleno de luz.
—Ahora concéntrate en donde esta ahora.
—No la encuentro...parece haber desaparecido.
Sebastian comenzó a tambalear, así que Ayo lo obligó a terminar el hechizo, pero el se negaba.
—¡Terminalo! —exclamó.
—¡Aún no!
—Sebastian es suficiente —su tono rogaba con calma, y por sorprendente que parezca, Sebastian la obedeció.
—Está bien —termino el hechizo antes de que fuera tarde.
Sherry reaccionó, aun se encontraba desconcertada.
—¿Qué pasó?
Sebastian la vio decepcionada, no por ella sino por el.
—Nada...solo que ya nos jodimos todos.