La patrulla se encontraba revisando toda la información que habían logrado reunir y trataban de conectarlo con ambas versiones de la masacre que tenían, unas más íntima que la otra.
La carpeta que Kara encontró tenían fotos, datos y anotaciones de algunos pacientes, pero había una cinta y su contenido podría ser bastante revelador.
El equipo trataba de decir por donde iniciar, fue ahí cuando Kara regreso con ellos, después de dejar sola a Lydia.
—¿Lydia esta bien? —preguntó Maggie.
—La verdad no —dijo mientras se tomaba del brazo —, quiso que la dejara sola.
—Es mejor darle un tiempo a solas —dijo Rio buscando consolar a Kara —, cuando este lista vendrá.
Kara sonrio con tranquilidad, decidió creer en lo que Rio dijo y así enfocarse en el problema a resolver.
—Okey, por donde iniciamos —dijo Rio.
—Tenemos dos versiones de la historia, y tenemos dos preguntas sin resolver —Maggie anoto en el pizarrón las dudas a resolver —, primero ¿Quién es Wendell Ross?
Milo se veía bastante concentrado en todo lo que habían reunido, buscando una solución que esperaba que resolviera el problema.
—¿Encontraron algo en el ático? —preguntó Río con ambas manos en la cintura.
—Si, encontramos este baúl —Winn abrió el baúl, mostrandoles el contenido —, son dibujos, juguetes y en general cosas de una niña.
—¿Qué hay en los dibujos? —preguntó Kara con curiosidad.
—Dibujos de una familia, pero la niña más pequeña está separada y con ella un hombre.
—Laura y Wendell —murmuró Maggie.
—Exacto —afirmó Winn.
—Okey, si, pero por que Wendell la quería a ella —cuestiono Rio tratando de obtener la mejor respuesta —, por lo que veo Laura solo era una niña trastornada que fue encontrada por alguien igual o peor.
Fue aquí don Winn soltó la gran bomba, algo que cambiaba las reglas del juego por completo.
—Laura tiene poderes.
Todos se quedaron sorprendidos, era una gran paso para resolver el misterio.
—¿Qué clase de poderes? —preguntó Kara.
—Ella puede manipular emociones y con ello las mentes.
—¿Estás seguro? —dijo Rio.
—Si, ella le hizo algo a Lydia, le hizo sentir lo que ella sentía —rasco su brazo y recordó algo más —, dijo que era para ella entendiera lo que Wendell hizo con ella.
Con esta información, la patrulla unió algunos hilos, enfocándose en la siguiente pregunta, ¿Qué es lo que realmente quiere?
—Entonces sabemos que Lydia tiene poderes, sabemos la clase de poderes que son —Rio tomo la carpeta y la abrió —, ¿Qué quería lograr con ellos?
—Laura menciono que el busca traer el mundo de ayer —dijo Winn.
—¿El mundo de ayer? —dijo Maggie confundida —, que diablos es el mundo de ayer.
—No lo sé, pero debe haber algo en esta carpeta o en la cinta que nos lo diga.
Kara comenzó a leer los archivos, contenian una foto y datos de los pacientes, los cuales son eran más confusos.
—Chicos, miren aquí —Kara señaló uno de los archivos y comenzó a leer —, Jessica Lang, veinticuatro años de edad. La paciente asegura que su familia no es su verdadera familia y la real murió, sueña con ellos incluso estando despierta.
—Haber —tomo Maggie otro archivo —, Dice: Angel De La Cruz, diesciete años, el paciente dice recordar como el mundo agonizaba, luego murió y despertó, notando que su vida era diferente.
Y continuaron leyendo, un archivos mostraba a James West un hombre de treinta años, quien asegura tener una esposa y una hija, pero en esta vida no existen. Otra mujer llamada Lizzie McGrant dice recordar que su vida era mejor, pero en la que vive es miserable al punto de la bancarrota. Y un doctor con sueños constantes de una vida donde su madre sigue con vida. Entre otros tantos más.
—Hay como cien documentos donde cada uno habla de una vida pasada —dijo Kara exaltada.
—¿Una vida pasada? —respondió Winn incrédulo —, suena más a gente loca que otra cosa.
—Hay que ver esa cinta.
Winn busco la vieja videocasetera del señor Blodstone, para poder ver que es lo que guardaba esa cinta. Lo que vieron solo los hacía sentir lastima hacía los pacientes y era difícil ver como se rompían por anhelar esa vida que recordaban.
La cinta comenzaba con la entrevista a una maestra de secundaria, su nombre era Lila.
—Okey Lila, dime, ¿Por qué estas aquí? —era una voz de una mujer, era conocida, era Laura.
—Ya se lo dije, yo tengo un hijo —la maestra comenzaba titubear con angustia —, pero despierto y no está, cada noche sueño con el y algunas veces puedo verlo correr por la casa.
—¿Estás segura de que es real?
—Claro que si...puedo sentirlo —su mirada era fija, y con seguridad en sus palabras.
—Tranquila, te creo y por eso te voy a ayudar, solo tienes que permitirmelo.
La entrevista se cortaba y paso a la siguiente, esta vez era un policía quien buscaba ayuda para poder comprender, por que recordaba otra vida donde lo llamaban por otro nombre.
—Adelante Jhon, dime que ocurre.
—Mi nombre no es Jhon —decía con desánimo en su voz —, mi nombre es Dave Watts.
—¿Por qué estas tan seguro John? Disculpa...Dave
—Todos me llaman así, en mis recuerdos —se tomó entre sus manos sobre la mesa —, pero no se quien carajo son esas personas de mis recuerdos.
—Puedo ayudarte, pero tienes que quererlo realmente.
El policía solo asintio con la cabeza diciendo si nerviosamente, continuaron viendo entrevista tras entrevista, hasta llegar a la de uno de los que se encontraban en los archivos: James West. Al verlo, Milo levantó la mirada y en voz alta les recordó al resto se quien se trataba.
—¡Lo sabía! —exclamó —, sabía que esa maldita cara me resultaba familiar.
—¿De que hablas Milo? —dijo Maggie.
—Hace dos años capturamos a uno del Clan Rojo, y el idiota se escapo cuando Sherry se comenzó a volver loca —comenzó a señalar con rencor —, es ese imbecil.
Rio y los demás lo vieron con atención, hasta que de dieron cuenta de que Milo realmente decía la verdad, era el mismo de hace dos años. Rio comenzo a pensar en que podría significar y dijo algo que talvez podría darle sentido.