Mientras tanto...
—Déjame ayudarte, no puedes controlarlo —comenzó decirle.
Ella se negaba a escucharlo, pero entre más trataba era más difícil lograrlo.
—Solo permíteme tomar el control, y ya no sufrirás, déjame ayudarte.
—No, no —ella susurraba en voz baja, mientras tapaba sus oídos.
—Puedo traer a tu familia de vuelta, puedo traerlos a todos...
—¿Qué?
Por ese momento, comenzo a prestarle atención y eso la acercaba más a Wendell Ross, más de lo que deciaria. Las voces se intensificaban, y Lydia se resistía aún más.
—Ellos no quieren ayudarte, ellos quieren negarte el poder.
—Eso es mentira, ellos si tratan de ayudarme.
—Eso te quieren hacer creer, pero cuando llegue el momento te traicionaran igual que a Chloë, igual que a Trevor.
—¿Quienes son ellos? —preguntó Lydia.
—Exacto... te van a olvidar justamente como a ellos, como están olvidando a tu familia.
Wendell comenzó a abrir aun más esa herida, el dolor que eso le causaba a Lydia era intenso y sofocante.
—Tú familia solo serán unos más a la lista de los tantos muertos que esta ciudad resguarda.
—No —Lydia comenzó a llorar —, no puede terminar así, su muerte no puede solo significar eso.
—Talvez, pero disfrute arrancarles la vida, su sangre bañando el suelo y los gritos tan deliciosos —se escuchaba la satisfacción en cada palabra.
—Cállate.
—Que lástima que la única que sobrevivo solo sea una pequeña niña cobarde, que teme de su poder y por ello tu familia se murió.
—No, fue por tu culpa, tu los mataste para lastimarme —comenzó a enfurecer por cada palabra que Wendell.
—¿Y de quien fue la culpa de que pasara? Solo fue tuya, así que sino aceptaras mi ayuda para darte una oportunidad de redención, al menos acepta lo que sientes.
—Ya no te voy a escuchar.
—Solo dilo Lydia.
Wendell comenzó a repetir varias veces eso último: "Solo dilo", Lydia sabía a que se refería, pero no quería perder el control, hasta que ya no pudo más.
—¡Dilo!
—¡Yo te odio! —gritó de enojo hasta casi perder la voz.
Las risas de satisfacción de Wendell comenzaron a resonar por todo el cuarto, hasta que simplemente se detuvieron.
—No fue tan difícil.
Wendell comenzó a poseer el cuerpo de Lydia, el odio que ella sentía hacia el era tan puro que la hacía tan frágil, tan sencilla de manipular y apesar de sus intentos por evitarlo, Lydia no pudo, su cuerpo, mente y alma terminaron siendo el huésped perfecto.
Alguien que había sido previamente poseída, testigo de la muerte de sus seres queridos frente a ella, Laura la preparó para este momento al hacerla sentir lo que ella habia sentida por culpa de Wendell, y solo simplemente termino de romper lo que ya estaba roto, un corazón tan frágil consumido por el odio y el duelo.
Wendell ahora en el cuerpo de Lydia tenia el control, yacia tirada en el suelo y poco a poco se levantó, sonriendo con la maldad de principio a fin, se había cumplido la misión que Ross cumplido en silencio, tener el control de vuelta.