Dear, 70's boy.

9.

 

 

 

 

Boston, Charlestown. 

25 de junio, 2019.

 

 

 

 

T/n parecía abrumada, pues en su mente pasaban miles de recuerdos nuevos que parecían pasar al mismo tiempo. Samantha al ver a la pelinegra batallar consigo misma la tomó del brazo y la apartó de los chicos que esperaban explicación alguna. 

 

—T/n, escúchame, no lo hagas. No puedes decirles. Sabes que es peligroso. 

—Es que no entiendo, porque ella le hizo eso. Era su hermano… ¿tan codiciosa era como para tratar así a Taehyung?—suspiró.

—Ahora sabes como es ella. Pero tú no eres así, no puedes sentirte culpable por algo que no puedes evitar. Esta no es tu vida. Así que no te responsabilices por acciones que no tienen que ver contigo. 

—Ellos piensan que fuí yo. Ni siquiera se porque ahora siguen con nosotras. A veces también es agobiante tener que hablar así. Como ahora, a escondidas. 

—Lose, te entiendo. Pero sabes que cada acción conlleva una responsabilidad. Si ellos se enteran de esto, cambiaras su futuro, esto no es nada sencillo, incluso ahora están en peligro. Recuerda que en la línea original ustedes no están destinados para ser amigos. Haz cambiado la línea de su vida, si los involucramos más hasta… podrían morir. 

—¿Morir…? 

Asintió con la cabeza.—Ellos irán por un camino diferente al que estaban destinados. Y la única forma en que todo vuelva a normalidad es… que vuelvas a tu línea. De lo contrario, este mundo se irá destruyendo. 

 

 

 

***

 

 

 

Los 4 jóvenes caminaban por el sendero en silencio, lo único que era audible era la lluvia. Habían decidido no hablar sobre lo que pasó en el comedor. 

 

Jeon sabía que había algo extraño en todo esto, pero no quería parecer paranoico si les preguntaba. El pelinegro se quedó unos pasos atrás de sus amigos atrapado en sus pensamientos. Mientras avanzaba escuchaba pisadas dentro del bosque. Las hojas crujían ligeramente. 

 

—¡Jungkook!—el rubio se detuvo a esperar a su amigo—¿Qué haces? 

—Me pareció ver… —miró el bosque—Nada, olvidalo. 

—Ven aquí. 

 

Jungkook miró una última vez confundido pero decidió olvidarlo y alcanzar a sus amigos. 

 

—Bueno, como les decía, la maestra dijo que la mezcla debería ser verde, pero aquí don cabezotas—Jimin miró a Jungkook—le salió morado y ocasionó una explosión. Debieron ver la cara de la maestra. 

—Creo que obviaste la parte donde TU eras mi equipo. Es culpa de ambos. 

—Morado…—balbuceos

—No me sorprende de dos tontos como ustedes—agregó Sam

—Morado… estaba morado… 

—Si te refieres a la mezcla sí, estaba morado, lo acabo de decir… —respondió Jimin confundido

—No, eso no. Hoy que vi a Taehyung tenía algunas marcas moradas alrededor de la cicatriz y creo que tenía algunas en su mejilla cubiertas con un maquillaje de dudosa procedencia. 

—Las marcas moradas solo aparecen cuando los golpes son muy recientes, te lo digo yo que he estado en peleas.—dijo Jungkook

—Es imposible que sean antiguas, por primera vez Jungkook tiene razón—respondió Jimin

—T/n, ¿qué crees qué signifique…?—la pelinegra miró a Sam asustada y salió corriendo—¡Oye! ¿A-adónde vas? ¡No tienes paraguas! 

—¡Sigan sin mí! ¡Los veré mañana!—dijo T/n.

 

Colocó su bolsa sobre su cabeza y se echó a correr más rápido antes que la lluvia sea más intensa. 

 

 

 

***

 

 

 

Llegando a casa ni siquiera se molestó en quitarse los zapatos sucios, solo entró a toda prisa. Busco en el primer y segundo piso pero nada, Taehyung no estaba. 

 

—Hija, Dios mío. Estás empapada, te vas a resfriar—la madre se sorprendió y corrió por una toalla. 

—Mamá, eso no importa ahora. ¿Dónde está Taehyung? 

—¿Taehyung? Aún no ha regresado. Pensé que vendrían juntos. Seguro lo agarró la lluvia. Debe estar en el bosque escondido, siempre está por ahí. 

—Perfecto, voy por él, ya vuelvo. 

—T/n, lleva un parag…—demasiado tarde, ella ya se había ido. 

 

La mayor se adentró en el bosque tratando de no chocar con algún árbol o resbalarse por las hojas húmedas del suelo. 

 

Buscó por mucho tiempo hasta que llegó a un punto dónde pensó que estaba perdida, pero unas huellas fueron su última esperanza. Decidió seguirlas y felizmente, ahí estaba Taehyung. También estaba mojado por la lluvia, pero a él no parecía importarle. Estaba sentado con la cabeza escondida entre sus piernas dibujando algo en el suelo mojado con una rama. 

 

—Taehyung… —respiró cansada T/n pero con una sonrisa. 

—T/n…¿qué- qué estás haciendo aquí?—se puso de pié 

La mayor se acercó apresurada—Muéstrame éso—señaló su brazo 

—¿Qué?—Taehyung vió su brazo y tembló—No, no, mejor volvamos a casa. 

 

Poco caso hizo la pelinegra, pues se acercó dónde el castaño, lo tomó nuevamente y forcejeo hasta dejar al descubierto su brazo. 

 

—Dime qué es eso.—preguntó con la voz nerviosa—Y no estoy hablando de la cicatriz. 

Taehyung tragó saliva—No sé qué quieres que te diga

—¡DIME QUIÉN TE HIZO ESO!—gritó mientras algunas lágrimas corrían sobre sus mejillas qué pasaban desapercibidas por la lluvia. Taehyung sabía perfectamente a lo que se refería pero no quería hablar porque tenía un nudo en la garganta—Quítate la camisa

 

T/n no esperó mucho hasta casi arrancarle la camisa a su hermano. Cuando sus ojos observaron lo que tenía delante suyo casi llora de frustración. La mayor se giró impotente, se tiraba el cabello hacia atrás con la mano para luego sentarse entre sus pantorrillas a llorar. 




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