Boston, Charlestown.
20 de Julio, 1978.
….
—¡Jaque Mate!—Taehyung sonrió mientras movía su última pieza de ajedrez. Jungkook dió un grito de frustración, pues era la tercera vez que le ganaba.
—Será mejor que paremos, tu ego ya ha sido demasiado herido— se burlaba el rubio de su amigo—Lo hiciste bien Taehyung—pasó su brazo por el cuello del castaño y comenzó a desordenar su cabello.
—Me…estás asfixiando—el menor golpeó a Jimin hasta poder soltarse de su agarre.
—¡Ya llegaron las bebidas!—gritó Sam con mucha energía
—¿Y cómo va todo?—T/n vió a Jungkook en el suelo—¿Lo volvieron a humillar?
—¡Fué suerte!—se defendió el pelinegro con un puchero.
—Si eso te hace dormir bien esta noche, esta bien, tuve suerte—dijo Taehyung.
Los demás soltaron algunas risas en silencio, pues sabían que si Jungkook los veía burlándose de él los mataría.
—Suficiente por hoy, tengo clases adicionales y empiezan en unos 10 minutos—el castaño se levantó del suelo sacudiendo sus pantalones.
—Taehyung, ven aquí—ordenó la mayor.—El cuello de tu camisa está doblado—sonrió mientras se lo acomodaba—Ten más cuidado.
—Gracias, ahora si me voy—se despidió para luego desaparecer de la cancha de baloncesto, que era donde se encontraban.
—Literatura, vamos Jungkook—Jimin le dió un golpe a Jungkook pero este no quería levantarse—No me obligues a llevarte a la fuerza.
—No quiero oír a la Sra. Mackenzie sobre sus amores literarios—se quejaba
—¿Están en la clase de literatura ustedes dos par de imbéciles?—preguntó Sam frunciendo el ceño—Habiendo tantos cursos para recolectar créditos… en fin, suerte.
—A veces las envidio, ustedes no tienen que hacer créditos extras—suspiró el rubio—Necesito pasarme a su salón de cerebritos.
Ambas pusieron los ojos en blanco.
—Será mejor que se vayan, llegarán tarde, ya saben que la Sra. Mackenzie es un poco… especial.—añadio T/n.
—Esa mujer está loca—gruñó Jungkook.
—Bueno, nosotros nos vamos—Jimin tomó a Jungkook de los pies—Nos vemos luego—dijo y se llevó al pelinegro arrastrando.
T/n y Sam se quedaron tomando los jugos que tenían en las manos mientras hablaban de cómo iban los avances de su proyecto.
—En este mes he podido avanzar algunas partes, pero aún falta mucho. Por ahora sólo intenta convivir, pero no mucho. Trata de no involucrar a muchas personas para que no cambies el futuro. Sobre todo Jungkook—Sam miró a su amiga con preocupación.
—¿Jungkook? No entiendo
—Mira, no estoy segura porque pues, yo no sé mucho de estas cosas, no.. pero… a veces siento que él te mira de forma especial—una sonrisa se escapó de Sam—Claro, estoy suponiendo.
T/n se quedó pensando pero cuanto más lo imaginaba, más ridículo le parecía. Era imposible.—Debe ser un error. Su personalidad es así, protectora, por eso puedes confundirlo.
—Pero T/n—Sam se mordió el labio inferior—¿Alguna vez has pensado en Jungkook como más que un amigo?
—Pues yo…
Antes que la pelinegra pudiera responder un fuerte movimiento las interrumpió. El suelo comenzó a temblar pero sólo fué un segundo.
—¿Qué fué eso?—gritó Sam levantándose del suelo.—¿Estás bien?
T/n asintió con la cabeza—Es como si hubiera caído algo en el techo.
Samantha miró hacia arriba buscando alguna respuesta lógica pero no encontró nada.
—Sam, tienes que ver eso—escuchó decir a T/n, inmediatamente se acercó a ella y vió las paredes con grietas. Algo que llamó mucho la atención de ambas.
—Las paredes sufrieron daños, pero… ¿por qué pasó esto?
—Es extraño—la pelinegra no pudo seguir hablando porque su cuerpo comenzó a experimentar un dolor inexplicable, parecía que su pecho se estuviera abriendo justo como aquellas grietas en la pared.
—¿T/n? ¿Qué te pasa?—Sam sostuvo a su amiga que por poco cae al suelo.
—No sé… por un momento me sentí cansada—respondió casi como un suspiro—Estoy bien, estoy bien—insistió separándose de Sam.
—¿Estás segura?
—Segura—sonrió boca cerrada—Ahora, solo falta averiguar qué provocó esto.
—Pudo haber sido un movimiento brusco de la tierra, significa que está advirtiendo que se acerca una tormenta. Hay que estar alertas.
***
El viento soplaba muy fuerte pero T/n no le tomaba importancia. Caminaba sola por los senderos del bosque, ya que su hermano se quedó en la escuela para trabajar en su proyecto. Samantha tenía que trabajar en la máquina, Jimin y Jungkook se quedaron en la clase de Literatura horas extras por no haber hecho sus tareas de la asignatura, así que le tocó regresar sola.
Por la mente de la pelinegra pasaba aquel recuerdo de su padre. Se preguntaba qué estaba haciendo ahora, si la estaba buscando o que pasaba en su línea original. ¿La habrán dado por muerta? ¿Si regresa todo será igual? Definitivamente no. Cada pensamiento la torturaba, a veces todo parecía un triste sueño que en algún momento tendría que despertar. Era cierto que se había acostumbrado a estar en ese lugar. Tenía amigos y un hermano a quien cuidar, pero a la vez, tenía que irse si los quería proteger.
Pero…
¿Y si fuera egoísta al menos una vez en su vida?
—Qué estoy diciendo.—suspiró—Tengo que seguir según lo acordado—se dijo así misma con determinación, aunque el viento casi no le permitía ver el camino—¿Qué es todo este viento? Voy a salir volando como un globo en cualquier momento.
En cuanto dijo esas palabras una enorme luz apareció delante de ella. Un vórtice se abrió.