Dear, 70's boy.

13.

 




 

Boston, Charlestown. 

 

16  de Agosto, 1978.

 

…. 




 

La campana sonó alertando el receso, T/n había pedido permiso para salir temprano por lo que ella se dirigió a la salida mientras los demás iban a la cafetería. 

Jungkook la alcanzó justo antes que se fuera para decirle:

 

—Sam nos contó lo que pasó, la vez pasada no quisiste hablar de ello pero… No creo que sea nada malo lo que está haciendo Taehyung. El solo es una persona que ama a otra. No es algo por lo que se tenga que sentir avergonzado. Espero puedas entenderlo también—tocó su hombro antes de irse pero la pelinegra no entendió sus palabras así que solo siguió su camino. 

 

—T/n, ¡espera, por favor!—gritaron desde atrás.

—Jungkook, basta no pue- 

La pelinegra se quedó callada al ver que no era él, sino que era aquel chico que estaba con Taehyung la vez pasada. 

—Lo siento, pensé que eras… 

—Descuida—respondió con la voz acelerada—¿Podrías entregarle esto a Taehyung? Son las anotaciones de las clases de hoy. 

—¿Por qué no se lo entregas personalmente? 

—Él no vino a clases hoy y dudo que quiera hablar conmigo ahora—suspiró

—¿Faltó a clases?

Asintió con la cabeza—Tengo que regresar, pero no olvides dársela. Y… Podrías decirle que… por favor me llamé. 

—De acuerdo… 

T/n aceptó dudosamente, pero se apresuró en llegar a casa. 


 

Una vez ahí, subió a la habitación de Taehyung. Se escuchaban pequeños ruidos y un poco de música clásica por lo que la mayor no se atrevía a tocar. 

 

—Hija, ¿por qué estás aquí tan temprano?—preguntó la madre detrás de ella—Bueno, no importa. Tengo que ir al mercado, asegúrate que tu hermano tome estas pastillas, parece que tenía un resfriado. Gracias. 

—Pero mamá-

T/n no tuvo tiempo de reprochar porque su madre le dió las pastillas y el vaso de agua sin decir nada más. 

 

La mayor tomó el valor y tocó la puerta unas cuantas veces. 

 

—He tomado mis medicamentos mamá, puedes ir tranquila—respondió el castaño detrás de la puerta. 

—Yo… no estaría tan segura—la mayor entró y Taehyung se sorprendió al verla en su puerta. 

 

La pelinegra vió a su hermano con los ojos hinchados, había estado llorando. Él estaba sentado sobre su cama al parecer pintando un cuadro que rápidamente lo escondió cuando vió a su hermana observandolo. 

 

Taehyung se levantó de su cama para sostener el vaso de agua y tomarse las pastillas. 

 

—Gracias. 

 

T/n se sentía mal de ver a su hermano tan decaído, incluso creía que había perdido algo de peso. 

 

—¿Has estado llorando?—preguntó la mayor—Y no digas que no, porque tus ojos te delatan

El menor bajó la mirada hacia el suelo avergonzado—Lo siento. 

—Descansa, te ves muy pálido—la mayor se dispuso a salir pero escuchó el sonido en el suelo. 

 

Era Taehyung. Había caído de rodillas y aunque intentaba ocultarlo, sus lágrimas caían sobre sus mejillas delatandolo.

 

—Lo siento mucho de verdad. Por favor perdóname. Te juro que hice todo lo que pude para evitarlo, pero no pude—el castaño parecía realmente destrozado, desesperado y ansioso. 

—Tae… —T/n quiso reaccionar pero no pudo hacerlo de inmediato y solo veía a su hermano llorar. 

—Me decía a mi mismo que no era normal, que tenía que haber un problema conmigo, pero mientras más lo negaba, era más evidente—Taehyung ya no sabía qué más hacer o decir para que su hermana le creyera. Su desesperación lo consumía que lo único que quería es que lo escucharan. 

 

La mayor se hincó frente a él, intentando calmar su ansiedad—¿De qué estás hablando Tae? No pensé que te ibas a poner así de grave. Sí, me molesté, pero fué porque no me lo dijiste, pensé que nuestra relación había mejorado. Incluso Sam lo supo antes que yo, eso me dolió, a ella la quiero mucho, pero realmente esperaba que tú me lo dijeras. 

—¿Pero entonces fué eso por lo que estabas molesta conmigo y no por…? —se detuvo al instante. Entonces su hermana aún no lo sabía, era mucho peor, ahora tenía que decirle. 

—Sí, me alegra que tengas a quien amar, pero debiste decírmelo. 

—Te lo iba a contar, de hecho quería que fueras la primera en saberlo pero Sam me descubrió y no tuve más remedio que decirle. 

—De acuerdo, lo entiendo, ya no llores—lo tomó de las mejillas y lo obligó a sonreír pero en seguía sin cesar.—¿Qué pasa Tae? ¿Hay algo más?—asintió el menor—Es… ¿sobre lo que mencionaste hace un momento? 

—Es difícil de decir, porque duele mucho—decía con un nudo en la garganta. 

—¿Puedo ayudarte? Dime y lo haré, ayúdame a poder sanarte—le daba confianza para que pudiera hablar. 

—Quiero amar como todo el mundo, pero parece imposible. A veces siento que va delante de mí y… no puedo seguir los pasos de él—decía mirando el suelo con el dolor en el pecho intacto. 

—¿Él? ¿Estás enamorado de un él?—preguntó algo confundida. Su hermano menor le estaba confesando que le gustaban los chicos. La mayor no terminaba de procesar aquella idea, pero aún así sabía que no le importaba en absoluto. Ella lo amaba a pesar de todo. 

—Lamento si te decepcioné, hasta yo siento lastima por mi mismo—escondía su rostro entre sus manos—Yo pensé que aquella vez te habías dado cuenta y por eso me ignoraste de aquella forma, y lo entendía, pero aún así dolía. No dejaba de doler. Y todo porque era homox… 

—Homosexual, Taehyung. Dilo con confianza—se acercó aún más a su pequeño—Y no vuelvas a decir que hay un problema contigo. No tienes nada malo. Hay diferentes maneras de amar. 

—Los maestros dicen que está mal. Todos lo dicen. Así que está bien, rechazame—sorbió su nariz y habló cansado. 




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