Dear, 70's boy.

17.

Boston, Charlestown. 

 

31 de Agosto, 1978.

 

…. 



 

Cada minuto que pasaba era crucial, el condado se estaba destruyendo y de eso no había duda. Las casas empezaban a temblar y a caer respectivamente. Se alertaron de muchos refugiados y desaparecidos, la gente estaba en un caos y corrían a esconderse en lugares sólidos, muchas familias perdieron a sus seres queridos en los desastres pero sobre todo… perdieron su tranquilidad. 

 

—¡Mujeres y niños en la puerta izquierda!—gritaba uno de los oficiales—¡Los varones a la derecha! 

 

—¡T/n! Que bueno que te encuentro—su voz cansada la delataba—La máquina está lista. Tuve que dejarla cerca de la escuela.

—Es cierto, será mejor sí… ¡Cuidado!—gritó quitando a la pelirroja del camino justo a tiempo que una enorme roca cayera—Tenemos que tener cuidado, ¿dónde están los demás? 

—Dejé a mis hermanos en uno de los refugios—confesó.

—Bien, regresa con ellos

—¡No! ¿Qué es lo que está pasando?—el ruido del cielo las obligaba a gritar para que pudieran escucharse. 

—¡Está bien, está es mi responsabilidad, cuida de tus hermanos, iré a detener todo esto! 

—¡Iré contigo, yo también soy parte de esto! 

 

Las jóvenes se quedaron de pié mirando alrededor. Era aterrador, el cielo se oscureció cubriendo cualquier tipo de color. El condado de Charlestown se volvió completamente gris y la noche se convirtió en completa oscuridad. 

 

—Mamá… Mamá… 

 

Llantos de niños perdidos se escuchaban de todos lados. 

 

—Pequeño, ven conmigo, tú mamá debe estar por aquí—Jimin cargó al pequeño—¿Qué están haciendo ahí? Muévanse, no ven qué es peligroso estar afuera—el rubió miró a las chicas con una linterna en mano. 

—¿En dónde te estás quedando?—preguntaba Sam ayudando a sostener a otros niños. 

—Estaba esperando a Jungkook, pero no aparece. Así que decidí ayudar a refugiar a las personas mientras que regresa—Jimin parecía preocupado pero sabía disimularlo bien. 

La pelinegra escuchó esto y preguntó intrigada—¿A dónde se fué? 

—Al bosque, cerca al cementerio

—Bien, ustedes regresen primero. Iré por Jungkook y lo llevaré, nos reuniremos dentro de 1 hora. 

 

Todos asistieron y se alejaron por sus respectivos caminos. Tn corrió a toda prisa esquivando los derrumbes y estruendos del cielo con éxito, aunque algunas veces los sonidos la asustaban. 

 

Más adelante vió a Jungkook sentado en una pequeña colina, no parecía estar consciente de lo que ocurría a su alrededor. Solo se veían destellos que iluminaban de vez en cuando, el condado se podía ver desde ahí y en efecto, era todo un desastre. Los postes de luz comenzaron a caerse dejando sin luz a la población, Jeon solo veía todo detenidamente. 

 

—¡Jungkook, ¿qué estás haciendo ahí?, vamos ahora! 

Jeon volteó y observó una silueta que solo pudo reconocerla por la voz. Literalmente no había ni una pizca de luz en el lugar. 

—T/n, ¿Sabes qué ocurre? Parece el fin del mundo—murmuró 

—Tendremos tiempo de explicarlo, ahora hay que regresar con los demás—ordenó tomando su mano para llevarlo con ella. 

—De acuerdo, pero antes tenemos que hablar. Me has estado ignorando desde… aquel día—recordó—Se qué no es el momento adecuado, ni mucho menos romántico pero necesito una respuesta. No puedo seguir así. 

—Jungkook, no hagas esto ahora…—soltó su mano y caminó de regreso. 

—Deja de evitarme Tn—la siguió sin dejar de hablar—Sabes que me has gustado desde que te conocí, no me preguntes como o porque, solo lo se. Traté de decírtelo pero no me dejaste y está bien. Enserio, esta bien. 

—Basta por favor, Jungkook

—No, no puedo, estuve todos estos días pensando en que fué lo que hice, no puedo seguir con hasta ahora. ¿Por qué no solo hablas de ello? Actúas como si ese beso no hubiera pasado, pude sentirlo, también me amas pero sigues huyendo de mí. Dejé todo, absolutamente todo, cada día intenté ser mejor persona por tí pero parecías no notarlo, eres la única chica que me alegraba de ver, no he vuelto a traer a ninguna chica a casa, incluso traté de estudiar mejor… para ver si al menos así podrías mirarme… 

 

Ambos se detuvieron, Tn tenía un nudo en la garganta y Jungkook solo estaba desesperado. 

 

—Pensé que podrías amarme, porque me gustas, lo he dicho muchas veces que podría gritarlo—su voz ansiosa le destrozaba el corazón—Tal vez no soy lo suficiente… a lo mejor yo-yo

—¡No! ¡No digas eso! Jungkook, es que yo…—su voz se quebró y agradecía que no podía verla—Yo no puedo estar contigo ¿de acuerdo? Mereces a alguien que te ame por completo y esa no soy yo, no cuentes que me quedaré para siempre. 

—Puedo esperarte… sabes que puedo… 

—No quiero que me esperes—Tn lo decía con la voz dura y fría pero sus ojos no dejaban de llorar, cosa que Jungkook no podía ver por la oscuridad que había—Ese beso… no significó nada. No puedo amarte como deseas y no creo amar nunca, no puedo enamorarme de nadie, no puedes entenderlo y tampoco espero que lo hagas, pero sería engañarnos si estamos juntos. 

 

Aquellas palabras destruyeron a Jungkook justo a media noche. Justo en la fecha que más le dolía. Ese destello de luz que creía haber tenido este tiempo, todo el esfuerzo que hizo se fueron en tan solo segundos. Se limpió las mejillas con el brazo, recordando la vez en que su madre le dijo que el amor muchas veces puede doler y ahora podía entenderlo, porque lo había experimentado.

 

 —Creo que me enamoré muy temprano…—Jungkook dijo en un susurro—Solo espero que tu no muy tarde.

 

—No lo haré, porque no me verás más—Tn se quitó el collar de cuello y se lo devolvió—Fué bonito mientras duró, pero tienes que seguir con tu vida. Y ese collar… algún día encontraras a la verdadera dueña. 




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