Decisiones

Dukra

21 de diciembre del 2012      22.00 hrs. (El día del fin del mundo, según los Mayas)

En un callejón de un sector abandonado de Nueva York, unos demonios trataban de atrapar a una niña de 6 años, que tenía un ojo claro, el otro oscuro, piel clara, era protegida por una joven de unos 16 años, que manejaba una espada.

— Debes entregármela, Dukra — le gritó un ser maligno a la muchacha.

— Quien se acerque le cortaré la cabeza — respondió la joven morena.

— Eres una estúpida.

— Y tú el demonio más idiota que he conocido, y mira que ya tengo casi 1.000 años jajajaja.

— Hermanita, tengo miedo — susurró la niña, aterrada.

— Tranquila, yo te protegeré mi amor — al escucharla recordó a quien una vez también la llamó hermana.

Mil años atrás.

En un pequeño lugar de Europa, en lo que ahora se llama Abjasia, había un reino que vivía en relativa paz, del que Dukra era Princesa, cuando cumplió 14 años su madre murió al dar a luz a un heredero varón, Pykis. A pesar que la jovencita fue comprometida cuando nació su hermano, debido a los ataques de los bárbaros que se produjeron durante ese tiempo, a sus 16 años aún no se había celebrado la ceremonia.

Lamentablemente el Rey y su futuro yerno murieron en batalla, dejando sin cabeza al reino. El pequeño Príncipe no podía asumir, así que los soldados decidieron buscar entre ellos quien los comandará, y para legitimar su ascensión al trono iba a casarse con la Princesa, lo que ponía en peligro al niño, ya que quien tomará el poder debía matarlo para que no pudiera reclamar más adelante sus derechos legítimos.

— Ayúdame Tarnas — le pidió Dukra en un susurro a la mujer que ayudó a cuidarla de niña, y que se había hecho cargo de su hermano desde que éste nació — llévatelo al Reino del Norte, allá su monarca los protegerá, por un tiempo al menos.

Le pasó algunas joyas a su nana para sobornar a quien debiera en su viaje, la envió con un soldado leal a ella, que los acompañaría para protegerlos, Dukra miró nerviosa a todos lados, con miedo que alguien los viera en medio del bosque, y el plan para poner a salvo al niño no resultará.

— ¿Y tú que harás mi pequeña? — preguntó preocupada la criada que la quería como si fuera su hija.

— Todavía hay gente fiel a mi padre, deberé tomar el poder por las armas. Cuando este todo tranquilo los mandaré a buscar.

— Pero usted es solo una mujer — la vio asustada.

— Mi padre me crio para luchar y mandar, nunca pensó tener un heredero varón, pero ahora que está Pykis es mi deber proteger el Reino para él. Juro por la memoria de mis padres que no dejaré que le quiten lo que es nuestro, adiós hermano.

— Te quelo mana.

Por suerte la muchacha morena logró tomar el poder, y ella misma decapitó a los traidores y a sus familiares cercanos para evitar posibles sublevaciones en el futuro, lamentablemente en las siguientes batallas no logró detener el avance de los bárbaros, por lo que en su desesperación decidió buscar ayuda sobrenatural.

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Nueva York. 12 de diciembre del 2012            22.10 hrs.

— Señor, no podemos desplegarnos, el lugar es muy estrecho — le dijo el encargado del ataque a un hombre alto, delgado, con ojos fríos y movimientos elegantes que los lideraba.

— Esa maldita mujer, no pensé que ahora me hiciera este problema, me divirtió mucho "ayudarla" y ver su sufrimiento, ahora comprendo que debí dejar que muriera esa vez. Nos quedan solo 50 minutos para quitarle a la niña — luego que meditó un rato — traten de atacar por arriba, sin dejar de acosarla por el callejón, así no sospechará nada.

Pero el truco no funcionó, ella luego de repeler el nuevo intento de matarla, rompió el cerrojo de una bodega abandonada, todo estaba oscuro, eso la hizo recordar el bosque donde vio por primera vez a las brujas

El pasado.

— Mi señora, ya encontré el lugar — dijo de rodillas uno de los servidores más leales al reino.

— ¿Cuándo puedes llevarme? — preguntó apremiando al hombre la princesa.

— Mañana mismo si quiere, hoy es tarde para ir a ese bosque.

— Iremos ahora mismo.

Fueron solo los dos, a pie, demoraron varias horas, llegaron casi a las 3:30 de la madrugada a una cueva en el fondo de la floresta, el lugar parecía salido del infierno, vieron calaveras colgando de los árboles y una niebla constante, que hacía más oscura la noche, si eso cabía.

En una cueva en la montaña vieron un poco de luz de una hoguera, y tres ancianas iluminadas por el fuego, una morena, otra rubia y una pelirroja, cuando jóvenes puede que fueran bellas, pero ahora los asustaron por su expresión demoníaca y sus cuerpos retorcidos, estaban de pie, como si los hubieran estado esperando.

— ¿Qué quieres hija de reyes? — hablaban al mismo tiempo.

— El poder para derrotar a mis enemigos, y salvar a mi gente y mi hermano — respondió tratando de ocultar su miedo.

— Para eso tendríamos que darte la vida eterna ¿Qué estas dispuesta a pagar?

— ¿Qué quieren?

— Tu alma — dijeron suavemente.

— ¿Esto puede ser revertido después? — preguntó, luego de pensar un rato.

— Sí, podemos hacerlo, pero necesitaremos otra alma de una virgen para eso, solo entonces te devolveremos la tuya.

Luego de meditarlo solo un segundo la joven tomó la decisión.

— Me parece bien, acepto.

Ellas hicieron pases sobre el caldero, palabras místicas ancestrales fueron dichas. De repente de la olla salió un brillo que entró por la boca de la muchacha, y una sombra clara salió de ella y volvió al caldero.




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