Decisiones

Traición

— No agradezcas, un don como este puede convertirse en una maldición — las tres brujas guardaron silencio — ¿Todavía quieres seguir o anulamos el trato?

Druka no dijo nada, solo miró a las ancianas, y se fue con su acompañante.

— Que así sea — dijeron las tres.

0 — 0 — 0 — 0 — 0

Nueva York          12 de diciembre de 2012                22.20 horas.

—Debemos destruirla. Queda muy poco para que se produzca la conjunción de planetas, sino perderé mi oportunidad — gritó enrabiado el hombre alto, de ropa elegante.

— Señor, ella es indestructible, no podemos matarla — dijo el guerrero para justificarse.

—Lo sé idiota, yo le di la inmortalidad — respondió mascando las palabras de rabia.

Mientras, dentro de la bodega.

— Mi niña — dijo la joven a su protegida — quédate en este lugar — la escondió tras varias cajas — pase lo que pase ocúltate, en un rato más el peligro habrá pasado — le sonrió para darle ánimo.

— No quiero que te pase nada malo —susurro sollozando la pequeña.

— No me pasará nada, no pueden matarme.

En el pasado.

Dukra cabalgó al frente de sus tropas, sus enemigos se burlaron cuando vieron por primera vez a la mujer que los comandaba, cuando le tiraron flechas la dejaron como puerco espín, y aun así siguió firme ordenando a su gente, luego de quitarse las saetas por sí misma, los aterrorizados guerreros huyeron, se corrió el rumor que la Princesa se hizo amante del diablo, por eso no pudieron matarla, y que le seguiría dando ayuda hasta que los acabará. Luego de 3 meses, los invasores decidieron irse.

0 — 0 — 0 — 0 — 0

Nueva York             12 de diciembre de 2012             22:35 hrs.

— Son unos ineptos, si espero que me traigan a la mocosa demorarán días, queden pendientes, iré yo — dijo molesto el jefe, y entró a la bodega.

Dentro la joven guerrera vigilaba para todos lados, tratando de captar cualquier movimiento o ruido. El hombre chasqueó sus dedos y las luces del lugar se prendieron, por un momento la joven queda cegada, pero siguió atenta a todo.

— Acá estoy querida, hace mucho que no te veía — le sonrió, pero en sus ojos se veía su odio hacia la defensora de la niña.

— ¿Quién eres? — no bajó su espada mientras conversaban, ni dejó de observar a su alrededor.

— Tranquila, nadie más vendrá mientras conversamos — su voz sonó como si fueran tres mujeres ancianas quienes hablaban — ¿No me recuerdas?

— Entonces fuiste tú — masculló rabiosa.

— Fue muy fácil hacerte perder tu alma. Y ver tu angustia por no poder volver a ser mortal me alegro mis días jajajaja.

En el pasado

Cuando por fin todo estuvo en paz, Dukra llevó a una esclava de 6 años para intercambiar el alma de la pequeña por su mortalidad, pero cuando llegó de nuevo a la caverna, encontró solo los esqueletos de las ancianas, al parecer fueron asesinadas por los invasores antes de irse.

Por un momento se desesperó, pero luego recordó a su hermanito, todavía faltaban al menos 10 años para que pudiera ascender al trono, en ese tiempo la Princesa estaba segura que encontraría quien le ayudaría a deshacer el trato.

0 — 0 — 0 — 0 — 0

Nueva York     12 de diciembre de 2012                 22.45 horas

— Maldito infeliz, por tu culpa pase tanto dolor — gritó furiosa.

— Solo cumplí tu deseo, poder cuidar de los tuyos, no fue mi culpa que fueras tan estúpida para querer dar tu alma por gente que nunca te quiso de verdad. Piénsalo bien, ahora estas cometiendo el mismo error, protegiendo a esa niña.

En el pasado

El pequeño Pykis llegó a la edad para ser el Rey, pero los soldados prefirieron seguir con la Princesa Eterna, como le decían a Dukra, ya que demostró ser una gran estratega, y su poder de "revivir" la hacía la líder perfecta, aparentemente su hermano aceptó el trato por el bien del reino, pero en el fondo de su corazón la ambición lo carcomía, no quería contradecir a los generales por miedo que lo quitarían del medio si molestaba mucho, el odio hacia su hermanita fue mayor cada día por qué sintió que le quitó su derecho a gobernar. Cuando el Príncipe cumplió 25 años logró hacer un pacto con todos los Generales, les prometió riquezas sin fin, así logro que cambiarán su decisión, excepto tres que siguieron fieles a la regente, cuando uno de estos fue a contarle a la joven las intenciones de su hermano, la princesa y sus fieles fueron apresados.

— Querida hermanita, ya es hora que me des mi puesto — le dijo luego que la tenía reducida, amaradas sus manos en la espalda, en el patio interior del castillo.

— Pykis, yo no quería quedarme con el trono, tú dijiste que aceptabas mi regencia.

— No soy tonto, si me hubiera enfrentado a ti, estaría muerto, pero ahora todo se te dio vuelta — miró a los soldados — acaben con ellos.

A los hombres los decapitaron, con ella intentaron lo mismo, pero el cuerpo y la cabeza se unieron inmediatamente.

— ¿Que hacemos mi Rey? — preguntó con miedo supersticioso el verdugo.

El hombre lo miró enrabiado, hasta que tuvo la idea perfecta para "destruir" a su hermana inmortal.

— Vamos al lago.

Al llegar le amarraron las manos, y los pies se los ataron a una roca, al llegar al centro la tiraron de un bote al agua. Todos se fueron riendo.

Para la mujer fueron años y años de tortura, sintió durante todo ese tiempo que moría por no tener aire en sus pulmones, pero no podía fallecer, la agonía que vivió fue inimaginable, hasta que luego de muchos años la cuerda de las piernas se deterioró lo suficiente para que en una de las oportunidades que su cuerpo convulsionó por la muerte que no le llegaba, pudo soltarse, y salió a la orilla. Con unas rocas cortó las ataduras de las manos, pero lo que vivió la afectó demasiado, estaba desquiciada, corrió por el bosque desnuda, durmiendo donde caía la noche, si sentía a algún humano cerca, huía aterrorizada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.