Decisiones Cruzadas

Capítulo 23

CICATRICES

Stefanía Lancaster

La clase de educación física era una tortura. Siempre me aburría. Me gustaba el deporte, pero esas clases... no. Corríamos alrededor del campo de juego. Lucía se esforzaba, pero yo... no podía. El profesor Lorenzo me había llamado la atención más de dos veces. Sentía que no podía dar más de mí.

- Lancaster, le bajaré puntos si sigue así - gritó el profesor Marcos, su voz resonaba en el aire cálido y húmedo del campo.

Tuve que correr con más ahínco. Mis padres no se alegrarían si perdía puntos en educación física. La idea de su decepción me impulsó a acelerar el paso, el sudor resbalaba por mi frente, las piernas quemaban con cada zancada.

Una vez terminada la extenuante clase, tomé mi botella de agua, el plástico frío refrescaba mi garganta reseca. Lucía me esperaba, su rostro radiante, ansiosa por contarme sobre un chico de nuestra clase.

- Está muy mono, ¿no te parece? - preguntó, sus ojos brillando con una mezcla de ilusión y nerviosismo.

- No puedo decir nada - respondí, simulando cerrar mi boca con un dedo.

- Ay, lo había olvidado, es que tú estás de novia y no puedes.

- Invitalo a salir, ya verás - la animé, deseando que ella encontrara la felicidad que yo sentía con Gabriel.

- ¿Tú crees que me aceptará? - preguntó, su voz llena de incertidumbre.

- Claro que sí, eres hermosa. ¿Quién te podría rechazar? Y si lo hace, ¡le parto la cara! - bromeé, mi risa aliviando su ansiedad.

- Te quiero, Stefi - dijo Lucía, abrazándome con fuerza.

- Yo también, mi Luci - respondí, correspondiendo su abrazo. El calor de su cuerpo me reconfortó.

- Mira quién está ahí, tu príncipe azul. Yo me iré a casa. Te espero allá, ¿vale?

- Vale - respondí, despidiéndome de ella con un beso en la mejilla.

Gabriel estaba allí, esperándome. Al verme, me abrazó con ternura, sus labios encontraron los míos en un beso suave y apasionado. Nos quedamos abrazados por unos segundos, perdidos en la intimidad de ese momento, hasta que una voz familiar nos interrumpió.

- Stefanía - preguntó Joel, su voz llena de sorpresa, casi de acusación - ¿Qué haces con él?

- Nosotros... - comencé a decir, pero Gabriel me interrumpió.

- ¿Es en serio? ¿Estás saliendo con este imbécil? - La pregunta de Joel me dejó helada. ¿Cómo lo sabía? ¿Conocía a Gabriel?

- ¿Cómo me has llamado? - preguntó Gabriel, su voz fría y amenazante.

- Stefanía, ¿tienes idea de quién es este tipo? ¡¿Cómo se te ocurre estar saliendo con él?! - Joel estaba furioso, su rostro comenzaba a enrojecer.

- ¡A mí no me trates así, idiota! - gritó Gabriel, su tono igual de agresivo.

- Por favor, cálmense - supliqué, intentando interponerme entre ellos. Joel parecía a punto de golpear a Gabriel.

- ¡¿Cómo quieres que me calme?! ¡Él no parece ser quien crees que es! Vámonos - Joel me agarró del brazo con fuerza, tirando de mí hacia su camioneta.

- ¡Basta, Joel! - dije, resistiéndome a su agarre - ¡Es suficiente! - grité, liberándome de su control - ¡Ya no soy una niña! ¡Ya no tienes que protegerme! ¡Yo hago lo que quiero y estoy con quien yo quiera! ¡No puedes prohibirme nada! - Mi respiración se agitaba, las lágrimas amenazando con brotar.

- Entonces, ¿quieres estar con él? Pues bien, pero después, cuando te haga daño, no vengas llorando como una niña - dijo Joel, enfadado, dirigiéndose a su camioneta. Las lágrimas comenzaron a correr por mi mejilla, sin poder detenerlas.

- Está bien, ya se le pasará - escuché a Gabriel, abrazándome con fuerza. Notaba su enojo, pero también su preocupación.

Fuimos a la misma cafetería de la vez anterior. Estaba demasiado triste. No entendía por qué Joel había dicho eso de Gabriel. ¿Lo conocía? ¿Qué estaba pasando? Gabriel intentaba consolarme, pero no lo lograba. Sentía una tensión en el ambiente, una sensación de que algo no estaba bien. Quería creer que era solo por lo de Joel.

- Stefi, iré a pagar. Ya vuelvo - Asentí con la cabeza, incapaz de hablar.

En ese momento, llegó un mensaje a su celular, que estaba sobre la mesa. La curiosidad me carcomía. Sabía que no estaba bien, pero... era mi novio. Mientras él pagaba, miré el mensaje:

Mensaje nuevo; Isaac

Amigo, hay otro trabajo para hacer. No lo rechaces.

Dejó el celular donde estaba. Gabriel se acercó con una sonrisa. Algo no encajaba. ¿Trabajo? No entendía. ¿Tendría razón Joel? No, no podía ser.

- ¿No crees que deberíamos conocernos mejor? - pregunté, intentando cambiar de tema.

- ¿Conocernos? - preguntó extrañado - Ya nos conocemos.

- Me refiero a nuestros gustos, qué nos gusta hacer, no lo sé, trabajos...

- ¿Quién empieza? - preguntó con una sonrisa.

- Tú.

- Vale. ¿Qué te gusta hacer? ¿Cuál es tu postre favorito? ¿Qué música escuchas? ¿Qué te gustaría estudiar? ¿Qué animales te gustan? ¿Y tu color favorito?

- Sabes que me gusta jugar tenis, me gusta el postre de chocolate, escucho de todo, me gustaría estudiar abogacía, me gustan todos los animales, pero mis favoritos son los cachorros, y mi color favorito es el violeta.

- Ya lo sabía, te conozco - dijo Gabriel, sonriendo.

- Vale, ahora yo. ¿Qué te gusta hacer? ¿En qué trabajas? ¿Animal favorito? ¿Color favorito?

- Me gusta hacer casi de todo, me gusta el básquet, aunque a decir verdad nunca he jugado para ningún equipo, trabajo haciendo repartos... y bueno, creo que ya sabes que el dinero que gano es de las carreras ilegales. No tengo un animal favorito, y mi color favorito es el negro.

- Interesante - dije.

Gabriel, tomo su celular. Su expresión cambió radicalmente al ver el mensaje de Isaac. Una sombra de preocupación cruzó su rostro. Algo no estaba bien.

Gabriel Scott

No podía creerlo. Stefanía comenzaba a sospechar, y ahora yo descubría que Joel era su hermano. Él había sido mi mejor amigo durante años, hasta que me involucré en negocios turbios. Entré al bar de Isaac, el ambiente denso con el humo del tabaco y el olor a cerveza barata. Isaac, como siempre, estaba sentado tranquilamente, observando el ir y venir de la gente. Me sonrió, pero yo seguía serio, sumido en mis pensamientos. Choqué con alguien, pero no le di importancia. Él, sin embargo, sí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.