Decisiones en el laberinto

Capítulo 2 Lectura de cartas que me hicieron un día soleado en el parque del Este en el año 1997.

Recuerdo que después de Susana llegó mi turno y por supuesto me presenté ante la vidente. Era aquella una hermosa mañana de sábado, la luz dorada iluminaba con calidez todos los bellos árboles, plantas y flores coloridas del parque del Este.

En un rincón del restaurante sobre una mesa sencilla, Raquel había colocado una manta azul y dorada; ella era una dama mística de noble apariencia y rostro inteligente, barajaba las cartas del tarot con esmero mientras yo permanecía en silencio a la espera de la lectura del tarot. No puedo negar que el nerviosismo en aquel momento invadía todo mi ser y la curiosidad me mantenía expectante.

En las cartas se revelaban las líneas de mi vida. Recuerdo que para ese entonces Rafael José y yo estábamos en la flor de la juventud y la vejez al verse tan lejana carecía de importancia alguna. Ambos en ese momento eramos demasiado jóvenes para comprender los oscuros rincones que nos depararía la vida así como aquellas alegría que para entonces también nos eran desconocidas.

Les confieso que yo permanecía en ascuas, soñaba que me dijera que nuestra historia de amor siempre estaría envuelta en una felicidad perpetua…, la verdad, mi corazón estaba henchido de la más pura ilusión por ese nuevo amor que me ofrecía la vida.

Varias imágenes se sucedían una tras otra al barajar hábilmente las cartas. Raquel en aquel momento me explico de modo solemne que las líneas de la vida tenían un punto de quiebre y que el destino no es un absoluto, de hecho me expresó con gran sapiencia que las mismas discurren como ríos alternos que desembocan en el mar de los difuntos y que son nuestras pequeñas o grandes decisiones que vamos tomando en el día a día las que forjan nuestro destino hasta llegar al fin.

La vidente una mujer amable, moderna y de unos 50 años me dijo con seriedad enfocada en la lectura de las cartas:

—¡Ay, María Rebeca, escapa de su vida, en mis manos me sale una y otra vez la carta de la dependencia…, María Rebeca te recomiendo que hagas un largo viaje, en el descubrirás tu verdadero yo y te volverás más fuerte e independiente y si escoges ese camino serás verdaderamente exitosa y feliz.

—Por el contrario, si tomas la decisión de quedarte a su lado tendrás una existencia anodina e incluso serás una mujer muy dependiente de él. En su compañía vivirás el resto de tus días sumida en la tristeza al verte obligada a dejar de lado muchos de tus sueños que ahora apenas emergen de tu mundo interior, siempre los dejarás de lado por priorizar sus necesidades sobre las tuyas. Veo también dos hijos si te quedas a su lado…¡Hum!

Recuerdo que de pronto su semblante se ensombreció y continuó leyéndome la baraja:

—¡Ay, Dios mío!, el rostro de la muerte aparece en estas cartas una y otra vez, escapa querida, mañana tarde será…

Mi asombro ante sus palabras me hicieron guardar silencio, un silencio lleno de una mezcla de incredulidad y pena. Recuerdo por un instante que la vidente se quedó mirando la nada como si una presencia conocida le estuviese comunicando algo que me era absolutamente desconocido, no puedo negar que en ese momento sentí un miedo intenso mezclado con dosis de incredulidad y pensé: «¡Dios mío!, ¿qué estará viendo Raquel?, no puede ser, todo lo que dice es de seguro mentira, perdí mi tiempo al venir a esta sección de lectura de baraja». Luego prosiguió con sus ideas de forma clara.

—Rebeca, de verdad tienes que dejarlo, en realidad tú no lo conoces a él, lamentablemente de seguir con él tu corazón será enterrado bajo tierra aún latiendo y desangrándose al tener que sepultar tus sueños para cumplir los suyos. Lucirás una felicidad aparente ante los demás mientras por dentro te correrás de apoco por aquellos sueños que te verás obligada a abandonar.

—En cambio, si escapas de él, dejarás atrás la sombra oscura de ese mañana que yo sí puedo ver en estas cartas…, recuerda María Rebeca el futuro discurre como vías alternas que al final se unen en el mar de los difuntos...

—Sí escapas de él, la libertad te aguarda al final del túnel con una luz resplandeciente que llenará de luz tu alma, aún cuando el camino inicial se presente lleno de obstáculos espinosos, en ese otro mañana que puedo ver claramente en las cartas encontrarás la verdadera realización personal y un amor dulce que cobijara tu corazón y te amará por quien eres.

Final de la lectura.

Siempre aquellas palabras hicieron ruido en mi mundo interior, aunque no puedo negar que por un tiempo las intente olvidar, pero de un modo u otro volvían a emerger de las profundidades de mi ser sobre todo en los momentos difíciles de mi vida matrimonial. Lo que si aún no he logrado dilucidar hasta el día de hoy es a quién se refería, o, a qué circunstancia con respecto a la carta de la muerte que también se repetía múltiples veces durante la lectura del tarot.




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