Decisiones Erróneas

Capitulo 26

Ya habían pasado semanas luego de aquel altercado, Luna siempre estaba acompañada de guardias que se encargaban de asegurar que todo estuviera en orden. En otras circunstancias puede que aquello la hubiera molestado pero por el bien de sus hijos, ninguna medida de prevención era poco.

-Tio Felix, quería preguntarte algo ¿puedo? - cuestiono Luna a su tío, este al pensarlo un poco terminó por asentir con la cabeza.- ¿Qué sucederá cuando mis hijos nazcan? Digo, ¿crees que el pueblo aceptara de buena manera que yo no me haya casado antes?

-Sin duda no será algo fácil y normal, pero no tendrán otra opción que hacerlo. Se ha aceptado que los reyes reconozcan hijos ilegítimos como príncipes ¿porque tu no podrías hacerlo? Si al fin y al cabo por tus venas corre sangre de reyes, por ello todo hijo nacido de uno es automáticamente un príncipe.- respondió luego de meditarlo un poco.

-El rey, ¿fue un hijo nacido fuera del matrimonio, no es así? - volvió a preguntar Luna

-Si, lo fue. La esposa de mi abuelo nunca pudo tener hijos y por ello el rey buscó a una mujer noble que pudiera darle uno. ¿Quién pensaría que termina por convertirla en su amante oficial hasta el día de su muerte?

Luego de escuchar aquello Luna se quedó pensando en que sus hijos serían príncipes, y temía que pasasen por una vida difícil solo por ser hijos de ella. Haría lo que fuese necesario para que no se dijera nada malo de ellos, tal como se hizo con ella, sus hijos sin duda serían felices, alejados de todo comentario mal intencionado.

 

 

***

 

 

Y fue así como transcurrieron los meses en los que el embarazo de la princesa había avanzado hasta tal punto en el que tenía 7 meses de gestación y estaban a  nada de nacer.

La advertencia que meses atrás había recibido dejó de importar, ya que en todo aquel tiempo nada había sucedido.

La recamara de los próximos príncipes ya estaba lista y de igual manera lo estaban las prendas que usaron desde que nacieran hasta sus primeros 3 años de vida.

-Mi adorada princesa, estuve pensando que antes de que los príncipes nacieran debemos pedir la bendición de Tesla, la diosa de los hijos. Con el fin de que proteja con salud y felicidad a tus hijos. Además sabes que es tradición familiar- le recordó su abuelo

-Si crees abuelo que es apropiado, entonces le pediré a Laila que se encargue de todos los preparativos.

-No sabes lo feliz que me haces, pero, debes recordar que debe ser antes de que tu séptimo mes de embarazo pase, ya que después de esto ya no podremos pedir la protección de la diosa para tus hijos.

-No te preocupes abuelo, mi doncella se encargará de que todo esté listo.

-Veo que confías mucho en ella, pero debes ser cautelosa a la hora de confiar en los demás. Recuerda que hace un mes la que era tu doncella se casó y ni siquiera te invito, aunque sea por cortesía.

-¿De qué hablas abuelo? ¿con quien se casó Mecle?.- cuestiono asombrada.

Su abuelo no tenía la mínima idea de que aquella noticia desatara una gran tormenta sobre su familia.

 

***

 

-Laila, necesito que prepares todo lo que sea necesario en el templo a la Diosa Tesla. El rey desea  que le dé su bendición a mis hijos- le ordenó 

-Claro, no te preocupes. Lo haré de inmediato. Pero estas segura de que lo quieres así? Digo, sabes que si lo haces a cambio de protección debes entregar el destino de los príncipes a la Diosa.

-Se que ese es el precio, pero mi abuelo así lo desea, y es lo mínimo que puedo hacer para agradecer el apoyo que me dio durante todos estos meses.

-Lo entiendo, tu abuelo es como un padre y por lo tanto siempre se trata de tenerlos contentos.

-¿Tus padres aún están con vida, Laila?

-No, mi madre murió cuando aún era una niña y mi padre cuando tenía 20 años. Pero si no te molesta, no me gusta hablar del tema.

-Lo siento 

-Iré a preparar todo, con permiso 

-Ve tranquila...

 

 

 

 

 

 

 




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