La mujer: Es el complemento perfecto que Dios puso para el hombre, y por lo cual, la mujer que fuese capaz de llamar mi atención y de enamorarme, es aquella que sea temerosa de Dios. Que Dios sea su primer amor. No hay nada más importante que una mujer se embriague de todo lo que sea de Dios. Ame a Dios sobre todas las cosas, su mente, su corazón y su espíritu, estén en todo momento conectados a Dios, el padre celestial.