Deidad Cupido

Capítulo 27

~ D-13 ~

Hanna.

Luego de una hora en la que nos bañamos, separados obviamente, y nos preparamos para desayunar y cada uno comenzar su día; yo trabajando y él... No sé, solo me dijo que iría a encontrarse con B1.

Tuve que despertar a Maddison para que me prestara algo de ropa de su difunto padre para que Myeong-Seok pudiera ponerse algo limpio y no quedar en toalla.

…Aunque no me hubiera molestado tener un vistazo.

No, alto. Mejor dejo de lado esa línea de pensamiento, no pienso ir hacia esa dirección.

Ahora mismo estamos los tres en el auto. Maddison va al volante, ya que, al parecer, su mamá le dejó el auto y se fue en taxi. El silencio me inquieta. Maddison suele ser alguien de muchas palabras, y me extraña que, después de haber comido los tres juntos y ahora estar aquí, todavía no me haya preguntado nada sobre él o empezado a interrogarme sobre si estamos saliendo. Pensé que para este punto ya estaría visualizando mi boda y amenazando a Myeong-Seok para asegurar la estabilidad sentimental en nuestra relación.

Aunque... no es como si estuviéramos saliendo de manera oficial.

Osea, sí… pero no. Nunca nos hemos referido a nosotros como “novio y novia”, aunque sí usamos varias veces la palabra salir mientras hablábamos de estar juntos durante la madrugada. Supongo que lo estamos intentando.

–Oh, pueden dejarme por aquí —dice Myeong-Seok desde el asiento de atrás. Me giro desde el mío, el copiloto, para poder mirarlo mejor.

—¿Estás seguro? Maddison puede dejarte hasta donde tengas que ir. —Ofrezco en nombre de mi amiga, la miró de soslayo por si le molesta mi sugerencia pero permanece tranquila. Al darse cuenta de mi mirada me sonríe.

Lo tomo como luz verde a mi ofrecimiento.

—Descuida, está por aquí cerca, caminar un poco me hará bien, quiero estirar las piernas.

Antes de que pueda objetar algo me besa, manteniéndose ahí por varios segundos como si no quisiera despegarse nunca más, pero al final lo hace porque tiene que hacerlo. Me quedo un poco sorprendida por la inesperada despedida. Él le agradece a Maddison y sale del auto antes de que pueda decir nada.

Me giro en mi asiento y me acomodo mejor de forma mecánica. Puedo sentir la mirada intensa de Maddison sobre mi rostro, aún no ha arrancado el auto y yo puedo ver como Myeong-Seok se está alejando y luego se gira para agitar su mano hacia nosotras con una brillante sonrisa. No creo que logre ver dentro del auto a esa distancia así que bajo el vidrio y saco la mano para corresponder, se ve tan feliz que casi puedo imaginarme una cola imaginaria agitándose de un lado a otro frenéticamente detrás de él. Se gira y sigue su camino.

—Vaya... —empieza a decir Maddison pero la interrumpo.

—No digas nada, perdiste tu oportunidad —ella estalla en carcajadas y arranca el auto mientras siento mis mejillas enrojecer aunque trate de evitarlo.

—Solo diré que son taaan empalagosos. —Hago una mueca y ella ríe aún más —Pero me gusta, son lindos y lo más importante... —me mira con orgullo y nostalgia, una combinación extraña pero que me hace sentir muy querida —Es que te ves feliz y relajada —me aprieta una de mis manos y nos sonreímos.

No comentamos más nada sobre el tema y cantamos un par de canciones que suenan en la radio cuando Maddison lo enciende. Ella más bien grita en vez de cantar y yo soy más de hacerlo en voz baja, pero cada quien lo disfruta a su estilo.

Varias veces se me cruza en el pensamiento eso que dijo; y sí, creo que es cierto, ya que también me siento más tranquila y feliz.

° ° °

El día en el trabajo fluyó de lo más normal y tranquilo… Hasta que por la tarde apareció mi pesadilla andante.

—Si no vas a comprar ningún libro, realmente me gustaría que te largaras —le digo en voz baja al falso Minjun, al Señor Universo. Un nombre estúpido si me preguntan. Ya no sé ni cómo llamarlo sin sentirme estúpida y a punto de perder la cordura. Así que trato de ignorar su presencia lo mejor que puedo y seguir acomodando los libros que tengo en el carrito a las estanterías.

Él me sigue en todo momento.

Jamás creí que llegaría el día en que me molestara ver la cara de mi crush de la infancia. Supongo que el mundo si da muchas vueltas y los crush de la infancia no duran para siempre.

—Y a mí me gustaría empezaras a comportarte más como una adulta. Hay cosas más importantes que resolver ahora mismo y ya no aguanto tu infantil intento para ignorarme —me responde con una gran sonrisa fingida, ya que puedo notar la exasperación que sale de su ojos hacia mí como rayos.

Detengo lo que estoy haciendo y con el libro que tengo en la mano le pegó en el brazo. Él chilla y me mira con sorpresa para luego frotar donde lo golpee mientras me hace un puchero. No me inmuto, eso solo funciona conmigo si lo hacen Myeong-Seok y Maddison.

—¿Por qué me pegaste? Eso dolió –se queja.

—Me alegra que tus funciones físicas para sentir dolor estén funcionando correctamente, porque tus emociones humanas aún parecen tener fallos —respondo con una falsa alegría para luego ponerme seria. —Eso, multiplicado por cincuenta, fue lo que yo sentí cuando seguiste mencionando cosas del pasado a pesar de que te decía que pararas —digo y dejo los libros en su lugar correspondiente antes de voltearme para encararlo de una vez por todas. —Tómalo como estar a mano. Ahora ya estoy lista para escucharte, quiero saber qué está pasando y por qué dijiste que Myeong-Seok podría morir de nuevo.

Se ve como un cachorro regañado pero asiente, aceptando mi reacción sin cuestionarme. Supongo que al fin llegamos a algún tipo de tregua.

° ° °

—¿Qué es esto? —pregunto cuando me entrega una hoja un poco amarillenta, un poco desgastada y enrollada como si fuera un pergamino, manteniéndose cerrada por un lazo rojo.

Nos sentamos en uno de los pequeños sofás que hay al final de un pasillo para los que quieran sentarse a leer en paz, ya que así es un poco más privado y la gente no viene a molestar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.