Deimon.

Capítulo 26.

Casa Rodante.

Deimon.

—¿En verdad tienes que irte?— Cameron y el resto me miraban tristes, todos están menos él.

Acaricio las mejillas de los gemelos, sus lindos ojos color miel me miran tristes.

—Con tal de mantenerlos a salvo, haría lo que sea— sonrío con tristeza.

—Pero si no sirve volverás, ¿verdad mamá?— Nicky tenía lágrimas en los ojos.

Asiento un poco con la cabeza.

—Volveré de todas formas pero no será aquí, necesito tener control y saber quién soy en verdad, para poder protegerlos como se debe— los gemelos se me acercan para abrazarme. Se los correspondo con fuerza.

—Eso no interesa mamá, nosotros encontraremos la forma de ayudarte, pero si esto es importante para ti entonces lo aceptaremos— Vicky llora abrazada a mis piernas junto a su hermano.

Trago el nudo que empieza a formarse en mi garganta, no quiero que piensen que los voy a abandonar porque no sería capaz de tal cosa, sin embargo tampoco quiero ponerlos en riesgo estando conmigo. Solo quiero que estén bien, y si mantener mi distancia implica que estén a salvo, entonces tendré que aceptarlo con dolor en el alma.

Acuno sus mejillas entre mis manos.

—Ey, no lloren mis pequeños, no importa donde yo esté, si aquí o en el otro mundo, siempre voy a cuidarlos tanto a ustedes como a los demás—

Los gemelos asienten y vuelven a abrazarme, todos se unieron al abrazo con urgencia. Incluso se enfocaron en casi ahogarme con tal de impedir que me vaya. Con una sonrisa dejo que me estrujen todo lo que quieran.

—Vuelve Dei Dei— Dante revolvió mi cabello.

—Trataré— nos separamos del abrazo. Midnight vuela hasta posarse en mi hombro, ella apoya su frente sobre la mía y rasco tras sus orejas, se separa y tras una última mirada se acerca a los gemelos, para posar sus patas sobre los hombros de ellos— Cuídalos por mí pequeña amiga—

Buh buh.

—¿Cómo te avisamos si llegamos a estar en peligro?— noto la preocupación en la voz de Vanya.

—Dudo que eso pase, pero de ser así todos ustedes ya tienen control de sus habilidades y hay una manada de lobos a su lado, respecto a avisarme solo griten mi nombre, los escucharé y llegaré lo más rápido posible—

Ella asiente un poco más tranquila. Sin embargo eso hace que el moreno frunza el ceño.

—¿Cómo vas a escucharnos estando en el mundo de los humanos?— Matt me mira sin entender.

Señalo al grupo de tres frente a mí.

—Tengo una conexión con Midnight y los gemelos, la cual está lo suficientemente desarrollada como para poder escucharlos desde el otro mundo, no será difícil volver—

—Genial— se ríe y por su cara se lo debe de estar imaginando— Espero volver a verte Deimon, recuerda que siempre tendrás un lugar en esta manada— sonrío en forma de agradecimiento.

Me cuelgo la mochila y me acerco al borde, resulta que el portal está en el río justo en donde está el acantilado. Miro hacia abajo, las nubes tapan la cascada que está abajo demostrando que es una caída peligrosa, al menos para el que no pueda volar. Aprieto las correas de mi mochila y los miro sobre mi hombro, sin pensarlo demasiado retrocedo, me acerco a los chicos y los abrazo con fuerza, al menos por una última vez.

—Los quiero—

Es la primera vez que se los digo, y ha sido lo más sincero que alguna vez haya podido decir en mi vida. Nunca creí que sería tan necesario decir esas dos palabras, hasta que me doy la oportunidad de hacerlo con quienes quiero con el corazón.

—Y nosotros a ti—

Me separo del abrazo y camino hacia el borde, giro sobre mi eje para verlos por última vez mientras las lágrimas corren por mis mejillas, les sonrío y sin más me dejo caer.

Doy una pequeña vuelta para quedar de cabeza, me mantengo derecha para caer más rápido y entrecierro un poco mis ojos, el aire golpea mi rostro y mis cabellos se mueven en todas las direcciones, libero mis alas y hago un gran impulso, extiendo mis brazos al tiempo que tomo aire para luego sumergirme en el agua.

Abro los ojos, el agua me molesta pero no me dificulta el ver. Muevo mis brazos y piernas y con la ayuda de mis alas nado hasta el fondo.

Al llegar veo una especie de capa de agua en donde se ve mi reflejo, lo cruzo y tomo una gran bocanada de aire, salí a la superficie del río pero en el lado del mundo humano. Un portal muy simple pero solo nosotros somos capaces de cruzarlo y verlo debajo del agua, es como cruzar un espejo. Lo cual es justamente eso, un mundo paralelo, un espejo del mundo humano.

Paso mis manos por mi cabeza aplastando algunos mechones de cabello, nado hasta la orilla y salgo del agua, sacudo mis alas y las guardo. Camino hasta una roca, me quito la mochila impermeable y la dejo sobre la roca, la abro y saco una bolsa también impermeable con ropa seca, me desvisto para cambiarme a ropa seca, termino y guardo todo, sin más me dispongo a caminar por el bosque.

No sé cuánto tiempo ha pasado o cuánto llevo caminando, solo sé que estoy bastante lejos del río de agua cristalina. A unos metros más adelante, fuera del bosque logro ver mi auto o lo que queda de él, ya está casi consumido por la naturaleza.




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