Deimon.

Capítulo 27.

Misión de Vida.

Deimon.

Mi cuerpo se paralizó por completo al ver esa sonrisa, no recordaba lo que era sentir miedo hasta ese momento, de la forma en la que hicieron esa pregunta fue como si supieran lo que haríamos, si lo del baño me había asustado entonces esto ya no sé que es. Ellos se acercaron otro poco y nosotros volvimos a retroceder.

—Creo que este es un buen momento para que demuestres todo tu potencial Dei— Jayme me mira igual de asustada. Sin embargo lo que me saca de mi parálisis es ver al chico acercarse hacía mí.

Con un movimiento de mi mano lo estrello en una de las ventanas rompiéndola en el proceso, los otro tres nos miraron furiosos, Ryan se teletransporta detrás del hombre para luego apuñalarlo por la espalda con el cuchillo que le había dado.

La chica me toma por el cuello y salimos volando por la ventana a toda velocidad, lo último que vi fue a Ryan luchar contra la mujer.

La chica seguía volando conmigo mientras me propinaba puñetazos aún sujetándome del cuello, tomo su muñeca con fuerza y la tuerzo, mientras ella grita aprovecho para subirme a su espalda, para empezar a darle puñetazos con todas mis fuerzas y que terminemos perdiendo el equilibrio para estrellarnos en la tierra.

Me pongo de pie y giro sobre mi eje mirando hacia todos lados, ella aparece y se lanza sobre mí, caigo de espaldas al suelo con ella encima mío, saca unas garras de sus manos para empezar a arañarme los brazos, grito pero recibo una bofetada. Ella toma mis brazos y los pone debajo suyo, con sus garras empieza a arañar mi pecho y parte de mi rostro, intento moverme pero es más fuerte, siento como sus piernas me aprietan cada vez con más fuerza.

Toma mi cara entre sus manos acercándome a la suya, entreabre su boca y empieza a succionar sin necesidad de tocar mi piel. Siento como la piel se pega a mis huesos de forma rápida, poco a poco me empieza a faltar el aire al igual que la fuerza para luchar, muevo mis piernas intentando de quitármela de encima sin ningún éxito, mi cuerpo duele y mis latidos se vuelven lentos.

Mis ojos se van cerrando pero consigo ver una silueta borrosa que la toma del cuello y la jala hacía atrás, vuelvo a respirar de golpe pero aún sigo débil, ruedo en el suelo y veo a Jayme pelear contra ella, no entiendo como puede hacerlo si es un fantasma pero se lo agradezco de todos modos, en una Jayme consigue volver a tomarla por el cuello para estamparla contra el suelo y arrastrarla hacía mí.

—Hazlo— dice mirándome fijo, con dificultad me subo sobre la chica, tomo su cara entre mis manos y hago lo mismo que me hizo a mí.

Su cara empezó a quedar esquelética, intentó quitarme pero le era imposible, poco a poco empecé a recuperar la fuerza y una sensación rara me recorría todo el cuerpo, dejo de hacer eso para echar mi cabeza hacia atrás satisfecha y siento mis ojos brillar.

Bajo mi cabeza para verla, se ve muy esquelética, de pronto ya no me siento en control de mis acciones y sin pensar muerdo su cuello con tanta fuerza que escucho el hueso crujir.

La suelto y noto que ya no se mueve, una gran cantidad de sangre sale de su cuello cubriendo el pasto verde, mis ojos dejan de brillar al igual que regreso a la normalidad, me pongo de pie. La sangre que cae de mi boca mancha mi ropa y parte de mi cabello.

—Yo hice eso, ¿verdad?— pregunto sin verla.

—Sí— responde en voz baja— ¿Cómo te sientes?—

—Me siento bien— giro un poco mi cuerpo, no quiero que me vea así— ¿Cómo hiciste eso? Lo de pelear con ella, tocarla, ¿cómo lo hiciste?—

La escucho tomar aire.

—Tú lo hiciste, en tu último momento lograste mostrarme para que pueda ayudarte, es como si me invocaras— asiento aún de espaldas.

Escucho que se acerca, cierro mis ojos para no verla, siento que pone una de sus manos en mi mentón y me levanta un poco la cabeza.

—Aléjate Jayme, no quiero lastimarte— ruego con mi labio inferior tembloroso.

—Sé que no lo harás—

—Hablo enserio, ya viste lo que hice la la maté— empecé a llorar.

—Porque ella intentó hacerlo primero—

Niego con el rostro cubierto de lágrimas.

—Aún así soy un peligro, debo decirle a Ryan que vuelva a casa para no lastimarlo— ella pasa su pulgar por mi mejilla.

—No lo lograrás—

—¿Por qué estás tan segura de eso?—

—Porque él no va a querer abandonarte— abro los ojos.

—No quiero perder el control Jayme, no quiero hacerlo— digo en voz baja y lloro aún más, ella me abraza fuerte.

—No vas a hacerlo, no mientras yo esté aquí contigo— me acaricia la espalda— Y sé que Ryan también va a ayudarte, ahora volvamos con él— me separo del abrazo con los ojos bien abiertos.

—Mierda, lo dejé solo con esa cosa— empiezo a correr hacia la casa rodante, por suerte no estamos tan lejos.

Al llegar veo que la casa rodante se mueve de un lado a otro demostrando que aún siguen peleando, libero dos cuchillos y entro a toda velocidad.

Lo veo teletransportarse por todos lados mientras la cosa lo persigue, aparece sobre la mesa e intenta teletransportarse pero ya no tiene energía, está muy cansado. La cosa lo toma del buzo y lo lanza contra la pared, lo levanta tomándolo por el cuello para empezar a estamparlo contra todo lo que vea, hago una mueca al verlo de esa forma.




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