En días posteriores, mi esposa fue a visitar a su hermano y se llevó a nuestra hija para que viera a su tío. Agatha estaba muy feliz e ilusionada pues Virgil finalmente contaba con la carta de su alta transitoria y próximamente, en una semana para ser exacto, abandonaría el centro de adicciones luego de haber permanecido rehabilitado y limpio de toda sustancia por un año entero.
Virgil aún permanecería en el programa del Centro de Rehabilitación hasta su adaptación con monitoreos recurrentes sobre sus actividades y reinserción a la sociedad. Si en los próximos seis meses lograba mantener una vida estable y saludable, dicho programa le otorgaría el alta definitiva y pasaría a formar parte de la lista de personas cien por ciento recuperadas de su acción a las drogas.
En cuanto a mí, mis días en el Hospital Neerlandés eran los mismos. Todo mi empeño se centraba únicamente en caminar y convertir cada paso en unos centímetros más de esperanza para mi completa recuperación.
Poseía pasos lentos pero que cada día se hacían más fuertes y firmes, siempre sostenido de un caminador, desde luego.
— Babacığıııım!
Una pequeña voz resonó y se expandió repentinamente por toda la sala de terapias. Era la voz de mi encantadora Hatice quien corrió hasta mí y se aferró a mis piernas con toda su fuerza mientras a lo lejos aun en la enterada, se encontraba mi esposa, observándonos con una mágica sonrisa dibujada en su rostro.
Hatice: Beni yükle babacığım!
Agatha: Ne… ¡Espera cielito! Papá va a cargarte en cuanto se siente —Irrumpió acercándose finalmente en compañía de la Dra. Horst—
Dra. Horst: Cosa que hará ahora mismo porque ya se consumió el tiempo de sus prácticas con el caminador.
Tomé asiento sobre una de las tantas butacas esparcidas por todo el salón de terapias y cargué finalmente entre mis brazos a mi hija quien se encontraba realmente muy persistente. Su deseo era que la cargara estando yo de pie pero eso era aún imposible y de algún modo su madre la hizo comprender.
— Pronto, los tres pasearemos caminando por toda la plaza pero por el momento babacığım ya se merece todos los besos y abrazos de este mundo por su gran esfuerzo. Doğru mu bebeğim?
— Doğru! —Contestó mí hija haciendo exactamente todo eso, no solo ella sino también su madre—
— Quiero pensar que tu intención era darnos una sorpresa.
— Evet!
Sabía que en algún momento mi esposa se aparecería por el hospital y me vería de pie, sujeto al caminador por esa razón había decidido no decirle nada al respecto y hacer que aquel logro se convirtiera en una sorpresa para ella.
— ¡Lo lograste mi amor! ¡Lo lograste! Te amo, te amo, te amo mucho mi valiente príncipe. Seni çok seviyorum şehzadem!
— Bende babacığım!
¿Merezco yo tanto amor en mi vida? En algún momento creí no merecer nada bueno por todas mis faltas cometidas pero Allah en su infinita grandeza y misericordia decidió colmarme de bendiciones luego de haber sufrido incontables días y noches de temor y amargura
¿Merezco yo tanto amor en mi vida? —Me pregunté nuevamente— Tal vez sí porque allí estaban junto a mí los seres más maravillosos que hacían latir cada segundo de mi corazón, mi esposa Agatha y mi querida hija Hatice.
Una semana después recibí el tan anhelado comunicado de la Editorial Dünya Grubu que confirmaba la fecha del lanzamiento oficial de la saga de cuentos de "Las Aventuras Del Gato Viajero". Domingo 23 de junio de 2019, día en que retornaría a casa, a mi tierra, al lugar donde viví momentos maravillosos. La misma tierra que me vio caer en el más profundo abismo, la que vio nacer a mi hija, la que vio fortalecerse a un amor quebrantado que tuvo que partir alguna vez. La tierra que volvería a recibirnos con la esperanza intacta de vernos felices a mi familia y a mí hasta el último suspiro de nuestras vidas.
— Quedan pocos días, amor pero tranquilo que yo me encargaré de todo. Tú lo único que debes hacer es seguir practicando.
¿De nuevo con eso? ¿Qué debo practicar? —Me dije—
Necesitaba que me lo dijera y se lo pregunté.
— ¿Qué pregunta es esa? Alguna vez te dije que no volveríamos a casa hasta que no hayas logrado ponerte de pie. Mi príncipe volverá a su tierra con los pies bien puestos en ella y por lo tanto debe seguir practicando.
¡Es verdad! Mi esposa alguna vez lo dijo ¿Entonces era eso? Pues bien, volveré a casa caminando tal cual sus benditas palabras.
— Beni yükle annem.
— Hatice...si te cargo en estos momentos, se me desarmará la columna. Nos iremos caminando, despacito ¿Tamam mı?
— Yok!
— ¿Yok? Escúchala Oğuz —Dijo sonriendo— ¡Oye cielo! tengo algunos asuntos que atender y me llevaré a Hatice porque Farah fue al supermercado. Cierra bien la puerta antes de salir.
Mi Agatha había salido bastante en los últimos días y en ocasiones yo tenía en verdad muchas ganas de seguirla pero no podía posponer mis actividades obligatorias. Lo bueno era que contaba con aquel reloj inteligente que me permitía saber por donde se encontraba en caso de que surgiera alguna cosa.
HOSPITAL NEERLANDÉS (UN PAR DE DÍAS DESPUÉS)
— Mi familia y yo volveremos a Turquía. La decisión no se encontraba cien por ciento en nuestros planes pero surgieron ciertas cuestiones que nos llevaron a decidirlo antes.
— ¡Vaya! Debo decir que si me sorprende un poco, más que nada por el punto en el que se encuentra Oğuzhan. Sabes que él está en una etapa muy importante de sus terapias físicas.
— Lo sé y créeme qué yo más que nadie soy consiente de ello. La cuestión es que hace poco Oğuzhan ganó un concurso de cuentos infantiles en Turquía y la Editorial organizadora de dicho concurso anual, hará el lanzamiento oficial de sus ejemplares en Estambul y retornar allá lo tiene muy ilusionado en verdad. Yo sé que cuando estemos en Turquía a él le causará mucha tristeza tener que volver y yo ya no tendría corazón para apartarlo de su tierra otra vez. Conoces nuestra historia Dra. Horst, sabes que tuvimos que volver aquí luego de la desgracia que le ocasionaron porque no nos quedó de otra. Aquí yo contaba con un seguro clínico que cubriría sus terapias físicas en cambio allá yo no hubiese contado con todos los medios de cuidados que él requeriría. Las cosas mejoraron luego para mí económicamente y pude recargar los gastos adicionales para sus terapias y estudios médicos hasta llegar finalmente a este punto y todo gracias a ti.
— Te comprendo perfectamente Agatha y no estoy reprochándote absolutamente nada. Con esto que me cuentas sobre la razón de retornar a Turquía, es una excelente noticia y también creo que Oğuzhan no querrá volver aquí en cuanto ponga los pies en su tierra luego de tanto tiempo.
— Y más aun pensando en los momentos complicados por los cuales está pasando su hermano allá en Turquía. Esa razón intensificaría sus deseos de quedarse definitivamente.
— No veo con malos ojos tus intenciones Agatha siempre y cuando Oğuzhan no pierda la línea de su recuperación. Eres consciente de que las afecciones físicas de tu esposo siguen siendo complejas y que es muy importante que todos los avances positivos que ha logrado aquí, los continúe en Turquía y que mantenga el mismo protocolo y la misma dedicación que ha estado respetando conmigo.
— Por supuesto que será de ese modo, Dra. Horst. Yo me encargaré absolutamente de todo y me encargaré sigilosamente de mi esposo y de la continuidad de sus terapias físicas.
— Yo ordenaré todos sus expedientes clínicos y todos los reportes semanales acumulados durante el tiempo que permaneció aquí. También redactaré un informe personal sobre su estado actual para que pueda presentarlo ante el médico de cabecera que tomará su caso, deseando que sea lo más rápido posible y lo acompañe hasta el final de sus terapias.
— ¡Está bien! Yo te prometo que será la primera cosa que haremos al llegar a Turquía.
A escasos días de nuestro viaje, en la casa íbamos haciendo nuestras maletas poco a poco. Yo preparaba las mías pensando en que al menos permaneceríamos allá aproximadamente un mes o tal vez uno y medio para que tuviéramos tiempo suficiente de disfrutar del verano con las incontables cosas que existían para hacer en Estambul, pero una de esas tardes al culminar mis terapias del día, la Dra. Horst me entregó un archivo que contenía todo mi expediente clínico y un informe detallado con su firma y con cello del Centro Traumatológico del Hospital Neerlandés, haciéndome sentir como si estuviese deshaciéndose de mi o como si yo no fuera a volver.
— ¡Oğuzhan! Con estos expedientes podrás darle continuidad a tu rehabilitación física en Estambul. El Doctor que se encargue de tu caso, desde luego abrirá un nuevo expediente pero en base a esta que te estoy entregando ahora.
¿Por qué está entregándome mi expediente y porque habla de otro doctor? — Me pregunté extrañado en lo que mi esposa llegaba casi desapercibida y yo le enseñaba el archivo que me había entregado la Dra. Horst—
— Fuiste el paciente más complicado que he tenido en toda mi carrera, Oğuzhan Berli pero también el más perseverante de todos por lo tanto debo decir que me siento muy orgullosa de ti y de todos tus logros.
¿Por qué sus palabras suenan como si estuviera despidiéndome de las terapias? —Pensé— ¿Que le sucede a esta doctora?
— Detesto mucho las despedidas por lo tanto no diré nada más. Sé que en algún momento nos volveremos a ver y que cuando eso suceda, tú ya estarás caminando solo sin ayuda de un caminador. Les deseo muchos éxitos a ambos y por sobre todo mucha felicidad Tot binnenkort!
— Tot binnenkort y gracias por todo lonque has hecho por mi esposo doctora Horst!