Déjame amarte con una mirada

capítulo 11

He llorado como niña chiquita desde que dejé el departamento de Marcos… no tuve más opción que caminar, a estas horas ya que no hay locomoción y por un lado es mejor, pues, necesito pensar, llorar y tomar decisiones.  Es que no puedo creerlo, todo iba tan bien  cuando estamos empezando algo lindo con Marcos tenía que aparecer, ella, doña perfección. Esa mujer  que asi como es de mala es de hermosa. Yo a su lado soy la nada misma y estoy segura que Marcos debe estar arrepentido de haberse acostado conmigo hasta asco debe provocarle mi cuerpo al compararlo con ella..., no puedo evitar ser pesimista. No quiero llegar  a mi casa y decido que es mejor caminar hacia el parque de la ciudad es más tranquilo de noche porque no va mucha gente para allá a esta hora… al llegar lo recorro lentamente, en apariencia está solo, es muy bello tiene arboles añosos y grandes que dan oscuridad y sombra pero es acogedor estar bajo ellos llego hasta un banquito de madera y me siento de tal forma que mis piernas quedan a la altura de mi pecho y no aguanto más me abrazo a mi misma y vuelvo a llorar con todas mis ganas y no pienso en nada, bueno si, pienso que la felicidad nuevamente me abandona. 

No se cuanto tiempo he pasado aquí pero me quedé dormida miro mi celular y esta sin carga creo que esta por amanecer así que rápidamente corro por el camino a casa no quiero ser vista así por mis entrometidos vecinos…

Al llegar a casa  no puedo creer lo que ven mis ojos ¿Marcos? Pero ¿que hace aquí? Esta recostado en asiento del corredor que generalmente ocupa el señor cuchito mi gato– pienso ojala no haya dañado mi gomero ni mi filodendro sino ahí estarás en problemas Marquitos. 

Trato de no asustarlo y con suavidad toco su brazo está muy helado ojalá no le de una pulmonía… ¿cuánto tiempo llevara aquí? 

—Marcos por favor despierta—  digo mientras abro la puerta 

El despierta desorientado pero luego me mira y me abraza y dice desesperado 
—¿Faby dónde estabas? me tenías mortificado -dice con voz quebrada

—Fuí a caminar y se me pasó la hora -digo casi en susurro

—No te imaginas lo preocupado que estaba, no vuelvas a irte así júralo el pensar que algo pudo pasarte me tenia loco de angustia —dice con dolor en su mirada

Entramos a la cocina y enciendo la estufa eléctrica para temperar el ambiente y me pongo a preparar café estamos los dos congelados y el otoño empezó muy frío este año

—Te pido que me disculpes no quería preocuparte- digo escogiendo las palabras y conteniéndome para no llorar

—Quería darte el espacio para que hablaras con Diana imaginé que tenían mucho que hablar y yo también necesitaba pensar

Marcos se acerca a mí, levanta mi barbilla serio y dice
—y llorar también...,  siento que soy un cabrón contigo Fabiana has llorado por mi culpa y no quiero ni imaginar como te sentiste al ver a Diana en mi departamento te juro que nunca me lo perdonaré— dice realmente angustiado 

—Tranquilo, no te negaré que fue bastante incomodo incluso perturbador para mi verla y no pude evitar compararme con ella- digo con voz apagada… se que nosotros no somos nada, sólo tenemos una incipiente  amistad y que sólo soy tu desahogo físico y sé que llevo las de perder, tú mismo me dijiste que aquí no hay mujeres a las que estas acostumbrado- dije todo eso sin mirarlo mientras preparaba las tazas y algo para comer

El mira al piso y sonríe incrédulo para luego levantar la cabeza y decir
— No puedo creer que digas algo semejante ¿por quien me tomas? – dice decepcionado y enojado de tal forma que tiemblo y no puedo evitar dar un paso atrás asustada

—¿Es eso lo que te he trasmitido todo este tiempo Faby?, tan cabrón me consideras que crees que sólo te quiero para revolcarme contigo —suspira pesadamebte y mirando hacia arriba y coloca su intensa mirada en mí dice 
—pues gracias por hacerme ver lo que piensas de mi Fabiana Luna, creo que me equivoque contigo… — con rabia e ira me apunta acercándose a paso rápido

—Tú..., tú Fabiana eres tan ciega y amargada que crees que todos los que se te acercan te harán daño eres incapaz de ver lo bueno que provocas en los demás perdón pero sólo juzgas a los demás sin conocer, y lo haces mal, se que lo que viviste fue horrible pero ya paso, ya fue, ahora debes pararte y volver a vivir por favor reacciona — dice a gritos y yo quedo estática no puedo reaccionar. Este Marcos me asusta aunque tiene razón en todo lo que dice…

—Fabiana mirame- lo miro y lo hago con mucho temor

— a mi Diana no me interesa ella es mi pasado y no la quiero ni en mi presente ni en mi futuro, y ni siquiera te compares con ella porque sales mil veces ganando Faby- me dice casi llorando suspirando hondo

—eres tan diferente y sé que fuí un imbécil al decir que aquí no hay mujeres como a las que estoy acostumbrado a frecuentar pero es verdad aquí conocí a una mujer de verdad, te conocí a ti Faby, como no te das cuenta lo que me provocas no solo te deseo sino también te amo, eres tierna me inspiras respeto… Diana es muy bella eso no lo niego pero es solo eso belleza pero ella no sabe ser una verdadera mujer, ella teniendo todo de mí no se tocó el corazón me humilló, me  ridiculizó al acostarse con los que yo creía que eran mis mejores amigos incluso se revolcó con mi propio hermano, los encontré juntos en mi propia cama, por ella perdí todo Faby, estabilidad, autoestima, dinero, hasta mi trabajo 



#31196 en Otros
#9947 en Relatos cortos
#47282 en Novela romántica

En el texto hay: amor, miedo y angustia, mirada

Editado: 02.11.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.