La semana transcurrió más rápido de lo esperado, había hablado con Natalie cada Día, era viernes y me encontraba en mi última clase. Deseaba tanto salir para ir en busca de la chica de ojos azules.
Al terminar la clase salí por los pasillos en busca de la chica, me doy la vuelta y camino sin ruta alguna mirando por los pasillos con la esperanza de tomarme con el azul de sus ojos, justo cuando estaba por llegar al final el pasillo escuché unas voces al acercarme reconocí la de Natalie y al parecer la otra era una masculina.
—… cómodo? — me asomo por la puerta y me encuentro con Natalie y un chico observo como se sonríen con familiaridad y el habré los brazos hacia ella.
—aun está permitido— ella sonríe ampliamente mientras se tira en sus brazos encantada. ¿A qué se refiere con aún está permitido?¿Se refiere al abrazo?
Sacudo la cabeza
Claro que solo se refiere a eso, aunque no pude evitar apretar las manos fuertemente ante la imagen, quiero moverme, pero no puedo despegar mis ojos de ellos. Luego de unos segundos se apartan aunque no mucho.
—¿Podemos sentarnos a hablar o estás ocupada?— Natalie negó con la cabeza.
—No, no estoy ocupada, podemos hablar— se sonríen y ella comienza a recoger sus cosas que se encontraban en su escritorio— ¡Vamos!
Rápidamente me doy la vuelta y camino hasta uno de los salones que se encontraban vacíos, luego de unos segundos escucho unas risas y diviso a los sujetos que anteriormente había estado observando.
—¡Oye!¿Sigues conmigo?— el chico sacude su mano frente a los ojos de Natalie— por un momento pensé que te había perdido en algún lugar de esa cabecita tuya— ambos rieron y ella sacudió la cabeza.
—No, estoy bien— el se quedó mirando esperando a que siguiera— solo estaba esperando a alguien— ¿Se refería a mi? — aunque creo que no vendrá— el chico sonríe siguen caminando.
Me quedé vagando por los pasillos del instituto solo caminaba sin destino alguno y es que cada vez que necesitaba pensar o me encontraba algo desconcertado caminar era la solución.
Luego de un tiempo vuelvo a encontrar a la chica en mi panorama aún se encontraba con él.
Estaban en una de las mesas de la cafetería, me acerque dispuesto a que me viera, pero ella se encontraba de espaldas.
—No te preocupes el amor puede con todo— dice el pelinegro, ella suspira y escuché su risa.
—no sabes cuánto me hacían falta esas palabras— dice Natalie para luego tomar su mano y pasar sus dedos con suavidad, él sonríe.
El nota mi presencia y Natalie voltea.
—oh hola Ethan— le doy una sonrisa algo forzosa
—ahola Natalie— contesté algo seco, ella se levanta de su asiento.
—Bueno Agus, me tengo que ir— se acerca a él y le regala un abrazo.
—nos vemos más tarde Guapa— el chico le devuelve el abrazo. Él toma sus cosa y se aleja.
—¿ Estás bien?— preguntó
¿Podría definir yo la palabra bien, para descubrir la forma en la que me siento? No estoy muy seguro.
—Ethan— su mano tocó la mía— Dime algo Ethan ¿Por qué estás así?
¿Estaría bien decírtelo?
—¿Por qué no me dices nada? ¿Por qué me miras así?— sus ojos buscan respuesta en los míos.
¿Por qué no puedo hablar?
Sacar palabras de mi boca en estoy momentos sería más complicado que explicar el porqué de nuestra existencia.
Sin embargo necesito decirle algo, no lo que siento, pero si algo.
—estoy bien— sonreí
—no es así Ethan— negó— por favor no me mientas.
—entonces —pause— ¿Qué fue?¿Que Crees tu qué fue?
—solo tu lo sabes.
— no estés tan segura, ni yo lo se —vacile.
—¿Qué? — preguntó.
—Nada —respondí— olvídalo —sonrió de lado causando el efecto que deseaba.
Creo que por el momento estoy bien, estoy bien con ella, me siento bien contigo. Olvidemos al resto, olvidémoslo a él. Que solo seamos tu y yo. Porque en estos momentos solo somos ella y yo.
—¿Ángel? —ella asintió— ¿Quieres ir a ver una película?.
La chica de ojos azules sonrío besando mi mejilla.
Por ahora No estoy bien, pero tampoco estoy mal y me conformo con eso.