Abro la ventana y miro así a bajo.
* Dios ayúdame * digo antes de sacar mis pies por la ventana y los apoyo en las tejas, me agarro del borde de la venta, tengo miedo porque no se como hacer para bajar está muy alto.
- Erika - Escucho a mi mamá llamarme.
*Carajo*
Me acerco a la orilla de la ventana he intento miro por debajo de las tejas para saber dónde apoyar mi pie, me paro en las tejas “rezando que no se rompan” aunque yo creo que son tejas fuertes. Me siento sobre las tejas y me preparo para bajar.
Tengo que bajar antes de que Santiago llegue y de que mi mamá se de cuenta.
-Erika baja!!!- oigo los gritos de mi mamá y se que no se va ha quedar gritando toda la noche. Ella va a subir, pero cundo eso pase yo ya no estaré. Me doy la vuelta para bajar de espaldas y pongo mi pie en un candelabro de pared que está casi al pie de la ventana de la sala donde está mi papá, Mateo y los vecinos, pero no me van a ver ya que las cortinas están corridas. Pongo mi pie encima de la varilla de candelabro y mi pie derecho queda libre en el aire, intento ponerlo en el borde de encima de la ventana de la sala, pero no puedo y se me resbala sintiendo por un momento que me caí, pero por suerte me estoy teniendo de las tejas con mis manos ya que si no me hubiera caído y me hubiera partido quien sabe cuántos huesos.
- Erika – veo a Santiago correr a donde estoy – esta loca que haces ay? –
-shhh- hago con mi boca para que se calle ya que lo pueden oír
Tengo que apurarme ya estando en el borde de la ventana es como si estuviera en el piso, vuelvo a intentar poner mi pie en el borde, pero esta vez lo pongo ladeado asiendo que funcione perfectamente me corro un poco y corro mis manos con cuidado ya que las tejas me pueden raspar las palmas de las manos apoyo mi otro pie quedando totalmente en el borde de la ventana.
- salta yo te atrapo - volteo a mirar a Santiago.
- está bien - me preparo y tengo miedo ya que aunque estamos más cerca aun es alto.
Me dejo caer y siento un vacío horrible hasta que unos brazos me atrapan y mi alma vuelve al cuerpo
- estas loca -abro mis ojos con alivio
- si un poco - sonrió y el igual - quiero estar contigo - no dudo y lo beso el me corresponde de inmediato mis labios acarician los suyos con ternura siento todo mi ser lleno de felicidad. Nos separamos y el me baja al piso.
Tengo una sonrisa de boba, pero me acuerdo de que tengo que irme ya antes de que alguien se dé cuenta, miro así mi cuarto *lo que me espera mañana*
- vámonos - Lo volteo a mirar tomándolo de la mano y nos vamos prácticamente corriendo.
Llegamos a un parque que esta como a 4 cuadras de mi casa. El cielo esta lleno de estrellas se ve muy hermoso, nos sentamos en uno de los bancos que están en el parque ya que como son las 9:30 de la noche no ay nadie esta solo el parque.
-Estas locas – se ríe
-debería date miedo estar con una loca – nos acomodamos para estar frente a frente
-No te tengo miedo a ti – apoya su cara en su mano. Como es que se pude ver tan bien en esa pose de chico sexy jajaja
-yo tampoco te tengo miedo a ti – lo miro directamente a los ojos, pero no se porque el quieta su mirada y carraspea acomodándose mejor.
- Erika - llama mi atención – te pudo preguntar algo? –
-si, lo que quieras – lo miro
- porque tus papas te tratan así? –
-Que? - lo miro confundía por lo que dice.
- oí a tu mamá hace un rato – mira sus manos – cuando te dijo lo de Mateo –
Hera casi imposible que no escuchara ya que estamos hablando pegas a donde él estaba, no quiero hablar de esto con él, ni de mis problemas con mis padres.
-no crees que debes tu opinar también de lo que quieres para tu vida – se voltea así mi
- no hablemos de esto ¿sí? – le suplico y miro hacia otro lado, no me sirve hablar de mis papas con Santiago ¿para qué?
- no, Erika no puedes estar siempre a la sombra de tus padres como si tu no tuvieras vos -
Es verdad, pero tan bien es verdad que mis padres son todos los que tengo y tengo que obedecerlos ya que quieren lo mejor para mí.
- lo sé, pero ellos son lo más importante en vida y si hacen lo que hacen es por bien -
- ¿por tu bien? - separa de la silla - no ves que te estas destruyendo la vida – se pone al frente de mí.
- tampoco es tan malo - lo cuestionó
- Tus papas solo piensan en ellos no en ti – Miro al piso y solo pienso que tiene razón, tiene mucha razón, me duele pensar en que eso sea verdad aunque no les niego que lo he pensado varias veces cuando estoy sola y me detengo a mirar todo lo que he hecho y he aguantado por mis papas por un momento quisiera mandar todo a la mier*** , pero después recapacito y me dijo una y otro vez que todo lo que hacen es por mi bien y así puedo seguir adelante de alguna manera .
- Erika - se rodilla - yo quiero que seas feliz y ahora tú sabes bien que no va hacer así - levanta mi cara con su mano
- y que quieres que haga - alzo mis hombros - no pudo hacer nada - digo con tristeza mirando así otro lado. Él se para y se vuelve a sentar al lado mío
- déjalos -
Lo volteo a ver confundida ¿cómo?
- que? -
- déjalos vete de la casa - eso no, no cabe en mi cabeza
- NO, no puedo - muevo mi cabeza con negación
- claro que puedes -
- No - abro mis ojos - son mis papas -
- lo sé, pero ellos no te hacen bien - no, no puedo irme, así como así, me niego rotunamente y mi mirada la dirijo al frente - Erika tú sabes bien que ellos no toman tu opinión para nada solo les importa ellos mismos – Quiero que se calle que deja de hablar- Mira ellos …-
-Cállate – alzo mi vos. Llevo mis manos a mi cabeza y me tapo la cara, derramo algunas lágrimas de dolor es difícil contener las lágrimas al oír lo que siempre has sabido, pero jamás lo has aceptado.