Déjenme ir | Enhypen

2. Clases para responsables

Y como cualquier otro fin de semana, la pasé con los chicos.

Pero, esta vez, fuimos a un río que quedaba bastante lejos, no nos importó porque la vista que nos esperaba fue hermosa.

El agua del río era cristalina y podíamos ver todo, entre eso me encontré con varios cangrejos y me golpeé con varias piedras.

De tan solo acordarme todo lo que me pasó, me pongo roja de la vergüenza. Por intentar huir de un cangrejo, me golpeé con una piedra, caí de cara y me estaba llevando la corriente.

Los chicos nadaban detrás de mí para intentar alcanzarme, pero no lo lograban porque era más importante reírse y después ayudarme.

Para finalizar el día, se les ocurrió la idea de tomarnos las manos y dejar que la corriente nos llevara. Terminamos en un lugar muy tenebroso y empezaron a nadar para volver como si no hubiera un mañana. Como no sé nadar. Jay se ofreció a ayudarme para que salgamos de ahí juntos, pero en el camino olvidaba ese gran detalle y terminé ahogándome unas cinco veces. Aunque todo lo divertido termina porque tenemos clases al día siguiente.

Es lunes y no puedo creer que mis ánimos dependan de un día, pero aquí estoy arreglándome para ir al instituto con un terrible humor. Al terminar de desayunar, salgo de casa y voy caminando lo más lento posible, total, vivo cerca y nunca llego tarde. Además, esto me ayudará a despejar mi mente y controlar mi humor.

Los chicos ya se encuentran en la entrada esperándome, eso me alegra, también veo que trajeron sus mochilas tal y como les dije. Mi mal humor se desvanece y corro hacia ellos para desearles buenos días.

«Es increíble cómo las personas indicadas pueden cambiarte el día solamente con mirarlos»

Ellos me saludan de la misma forma y me comentan que también vieron a algunos chicos de otros cursos con mochilas.

—Eso es bueno, al menos no nos dirán que hicimos magia para que no tengamos actividades o que vimos el futuro y teníamos que llevar mochilas —Les comento riendo mientras caminamos por los pasillos.

—De alguna u otra forma, van a crear rumores y lo sabes —Jung Won se cruza de brazos porque sabe lo que nos espera con nuestros compañeros.

—Mientras estemos los ocho juntos, a mí no me importa.

—Estaremos siempre juntos, lo prometemos —Se acercan para hacer un abrazo grupal y dejarme en el medio.

Entramos al salón y están todos nuestros compañeros, dirigen su mirada a nuestras mochilas y comienzan a murmurar. Los miramos mal y nos sentamos en nuestros respectivos lugares.

El profesor no tarda en llegar.

—Buenos días, alumnos. Saquen sus libros, por favor. Haremos una lectura.

—¿Cómo? ¿Hoy no comenzaba la semana de actividades? —Un compañero se levanta de su asiento furioso.

—No, es la otra semana.

—Pero, no tenemos nuestros útiles. ¿Cómo haremos?

—Ustedes no lo tienen, pero ellos sí —Su mirada se dirige hacia nosotros—. ¿Cómo es eso posible?

—Seguro hicieron alguna brujería para tener clases o lo adivinaron —Comenta otra compañera y todos asienten.

—No, jovencita. Lo único que hicieron es saber revisar sus correos, porque desde el día sábado que están notificados sobre esto.

A pesar de que no habíamos leído ningún correo, acerté y los chicos me hicieron caso. Eso me pone contenta, tanto que suelto un chillido y ellos ríen por lo bajo.

—No puede dar clases a solo ocho personas.

—Claro que puedo, le doy clases a alumnos responsables.

—Pero...

—Sufra —Se acerca a nosotros—. Ahora sí, comencemos la clase.

Nunca tuve una opinión con respecto a este profesor, él se encargaba de dar la clase y el que quisiera que tome apuntes. Él no iba a estar detrás de ninguno, eso nos advirtió desde el primer día.
Pero, la clase de hoy fue muy divertida. Nos la hizo dinámica y fue fácil entender el tema. Conocimos un lado del profesor que nunca pensamos que tenía.

—Muchas gracias por la clase, profesor —Me levanto y le hago una reverencia.

—Me divertí mucho enseñándoles, voy a ver si mis otros alumnos son como ustedes —Sonríe y sale del salón.

Tenemos un receso de diez minutos y decidimos salir para ver las otras clases. Pero, al momento de hacerlo, parece como si en nuestro instituto todos se convirtieran en zombis y quedó todo desolado. Nuestros compañeros salen corriendo hasta la entrada para retirarse.

—Ah, eso es lo que hicieron los demás —Jung Won comenta restándole importancia mientras se dirige a la cafetería.

Los alumnos que no trajeron sus útiles, en forma de huelga, decidieron irse del colegio.

—¿Y el guardia? ¿Les permitió salir? —Me acerco a la entrada, el guardia se encuentra limpiándose los restos de polvo de su uniforme.

—Salvajes... —murmura Sung Hoon y seguimos nuestro camino hacia la cafetería, no sin antes pasar por la oficina de la directora.

La misma se encuentra marcando números junto con el subdirector y el secretario informando de lo que hicieron. Al vernos nos saluda con una sonrisa que al final termina siendo una mueca.

Le hacemos una reverencia y por fin, llegamos.

—¡Qué tranquilidad! Por favor, que no aparezcan mañana nuestros compañeros —Sung Hoon toma una bandeja muy feliz y yo río por su comentario.

Y tiene razón, la cafetería siempre es un caos en todo tipo de sentido. La señora cocinera nos saluda muy feliz y nosotros también.

Al final, los profesores deciden que vayamos al patio a despejarnos, ya que son pocos los alumnos. Sung Hoon se siente en las nubes con todo lo que está pasando.

«Va a dolerme cuando cada uno vaya a la universidad de sus sueños y no tengamos mucho tiempo para vernos...»

Al día siguiente aparecen los rezagados con sus mochilas, cada clase comenzó con un sermón para aquellos. Así fue toda la semana hasta que llegó el viernes.

Los chicos quieren salir después de clases, pero yo quiero comenzar a buscar mi vestido.

—No podré ir —Les comento mientras busco tiendas que queden cerca del instituto y de mi casa.



#453 en Fanfic
#1880 en Fantasía

En el texto hay: fantasia, fanfic, enhypen

Editado: 27.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.