No te canses bién mío
No te volques al vacío
Que se unan como hiedras
Tús labios y los míos.
No cierres tús ojos
Aferrados como ancla;
Dame un alivio,
Dame esperanza,
Sin la veda
Del prohibido,
Tus ojos y los míos.
No te canses
De cantarme,
Las cansiones al oido
Que navegan por mi cuerpo,
Como mares sin navíos.
Vuelve vida mía;
Siente mis latidos,
Que estremece mi ser,
Y domina mis sentidos,
Que no es justos
Que esos besos,
Transiten en olvido.
Vuelve a contarme
Tus secretos escondidos;
No me niegues,
No me mientas,
Que siempre fueron míos.
¿En las tardes te recuerda?
Reíamos como niños,
Y hoy solo recuerdos,
Los momentos divertidos,
Unas veces te he mirado,
Y otras veces te he sentido,
Y los corazones muy ufanos,
De los momentos no vividos.