Te cubres de seda,
De lino y de olvido;
Despiertas al niño,
Que ha estado dormido.
Me cubres de besos,
De dicha y de alivio;
Tus abrazos me llenan,
Y me llevan con tigo.
Tú voz acallada,
Despierta mi alma;
Con susurros y fuego,
Enciendes la llama.
En tus senos siego
Lampos y flama,
Ausencia en mi almohada,
Y mi voz te clama.
En mis días grises,
Que a diario combato,
Tus melodías tienen
Momentos gratos.
¡¡Amada mía !!
Dulce retrato;
En tu ausencia
En mi corazón dilato.