Capítulo 5: Peli de terror. Se ha cortado la luz.

~Damián~

En mi casa con Alissa viendo una película de Terror.

— Alissa, no sé porque quisiste ver una película de terror, si te dan miedo... ¡Ali ya suéltame que me ahogas! —grito, sintiéndome  un poco extraño por la cercanía de Alissa, no sé qué me pasa pero la encuentro más bonita, dulce, tierna, hasta se podría decir que me gusta.

— ¡Esa es la idea idiota! —me grita Ali y yo me retracto de mis pensamientos anteriores de inmediato《cómo me va a gustar esta energumena, ¡ni estando loco!》— tiene que dar miedo. —dice como si fuera obvio, mirándome y poniendo los ojos en blanco

— Claro que es obvio que las películas de terror dan miedo, ¡no soy tarado! Lo que no entiendo, ya que nuestros padres se fueron por este fin de semana, ¡¿es porqué no aprovechamos e hicimos una fiesta?!

— Realmente las apariencias engañan, ¡que estúpido eres! —casi grita, y yo la miro feo, trato de apartarme de su agarre pero no puedo— no podemos, por que la casa casi se quemo cuando nos dieron permiso la otra vez, ¿si te acuerdas que fue por tu culpa, no?—me mira alcanzando una de sus cejas interrogativamente  ella, y suelta su agarre golpeándose la frente con la palma de la mano exageradamente y yo pestañeo, por que eso que pasó esa vez no fue mi culpa, sino del microonda— ¡por Dios, porque me castigas así señor! —dramatiza exageradamente.

— Siempre que haces eso, ¿es porque crees que soy un tarado? bueno te digo algo, ¡no lo soy! —grito y la miro gruñendo un par de maldiciones《señor, ¿porqué me haces esto, si yo he sido un buen hijo? Ali es un castigo para mi salud mental》— además lo pasamos muy bien.

— ¿Así? —pregunta y suelta una risotada nada femenina por cierto— ¿acaso no sabías que NO se coloca un recipiente metálico dentro del microondas?

— Bueno, tú dijiste que cualquier recipiente servía. —me defiendo recordando aquel episodio.

— Ok, está bien, ¿sigamos viendo la peli?—suspira y dando por terminada la conversación,  volviendo a ver la peli.

Mientras vemos la peli "El Títere" pongo más atención, de verdad da miedo, y estamos muy juntos.
Cuando termina encendemos todas las luces de la casa, no es que sea un cobarde pero lo hago por Ali. Me voy a mi dormitorio y dejo la luz encendida, y Ali se va a la habitación de invitados; cuando estoy a punto de quedarme dormido escucho un grito, abro mis ojos y veo que se ha cortado la luz, golpean la puerta de mi dormitorio, y yo maldita sea suelto un grito para nada masculino, ¡Aaaayyyy!

Bueno no es que lo haya hecho como una niña, tampoco, los hombres también gritan QUE QUEDE CLARO y lo hacemos como HOMBRES, entonces abren la puerta, es Ali... yo ¡sigo gritando!

— ¡Damián cállate, que me vas a reventar los tímpanos! —grita ella y me calmo— ¿Porqué gritas como niña?

— ¡No estoy gritando como niña!  Tengo 16 años, soy un hombre. —estoy indignado por que me llamo niña— ¿y qué haces aquí, porqué gritabas tú?

— Es que se cortó la luz, me dio miedo, ¡idiota, me asustaste más con tus gritos! —se acerca a mi cama metiéndose— ¿puedo dormir contigo? —pregunta ya apegándose más a mí.

— Bu..e...bueno... —trago saliva un poco nervioso, 《oh maldición, me esta abrazando, estoy jodido》— pero no te apegues tanto. —digo en un susurro tratando de sonar molesto, pero ella no hace caso colocando una de sus piernas por encima de mi...

— ¿Qué te pasa Damián?—pregunta de repente, y yo me trato de apartar pero no me deja.

— Na..nada. —susurro condenadamente nervioso. ¡Es una mujer por dios! Y por si fuera poco somos dos adolescentes con hormonas, mas yo que ella al parecer.

— ¿Por qué tartamudeas? —pregunta sin darse cuenta de mi despertar adolescente. <<¿porqué con ella señor, porqué?>>

—No...nno essstototoy tartamudeando.— <<pero que idiota soy, ¡¿porqué no puedo parar de tartamudear?!>>

—Yah, en serio, estás temblando, ¿tienes frío? no, estas caliente, ¿tienes fiebre?

—Si no te callas, te vas de mi habitación. —me hago el tonto y le doy la espalda para tratar de dormir, <<Mejor sería una ducha, muy, muy helada>>