Del Odio Al Amor, ¿cliché?

Capítulo 8: Entonces era cierto...(Borrador)

~Alissa~

 

Mi primera vez con Damián fue algo que ni en mis mas terroríficas pesadillas hubiera previsto.

La verdad fue una experiencia dolorosa, pero increíble, no me puedo quejar.

Y lo que sucedió después, fue mas loco todavía, e intenso, fue algo incontrolable. La tensión que sentimos cuando teníamos tiempo a solas era innegable. Y eso nos llevo a hacerlo muchas veces más, lo hacíamos cada vez que conseguíamos los anti-mamá.

Nadie sospecha,  porque nos seguíamos tratando igual, osea mal.

Ahora, lo malo era que me estaba empezando a enamorar como una estúpida de Damián, sentía que me completaba en todos los sentidos.

Y así paso el tiempo, un año en una relación intensa, adictiva y sin nombre, pero como toda relación que se basa solo en sexo, le llega el día, el día en que por fin uno de los dos involucrados abre los ojos dolorosamente.

**** ****

 

Caminaba por el insti yéndome hacia el baño, entre en un cubículo y cerré tras de mí. Entonces escuché risas, y burlas entre varias adolescentes, mientras un nombre que conocía muy bien salió en la conversación. Y sabía que era él, era el único Damián en el instituto. Una de las chicas decía lo que le había hecho, y lo bueno que estuvo.

Yo nunca le hice algo así, aunque él nunca me lo pidió. Un nudo se acentuó en mi estómago, retorciéndome las entrañas. Él conocía mi cuerpo como la palma de su mano, él era el único.

Sentí ira, celos, yo nunca le había sido infiel. ¡Quería estrangular a esa chica! Pero mi orgullo herido y mi corazón magullado no me lo permitió.

Me fui de allí directo al patio donde me senté  a la sombra de un inmenso árbol que me ocultaba de ojos curiosos, pedía que todo aquello que escuche fuera mentira. Nadie me veía desde allí, y como si no hubiese sido suficiente escuchar a esas chicas hablar de él, y de lo que hicieron. 

— Amigo cuenta poh, ¿cómo te fue con Danira? —pregunta una voz al otro lado del árbol.

— No pasó nada, es decir, yo no le hice nada... ella hizo todo —lo podía imaginar encogiéndose de hombros con esa sonrisa engreída— debo decir que tiene una boca mmmmm, y su lengua hace maravillas... —no escuche más pero siguieron hablando de lo buena que la chica era, en lo que lo hizo sentir. Siguieron por otros minutos mientras yo escuchaba y aguantaba en silencio.

¿Cómo pude enamorarme de él?


Duele tanto, mierda esto es el karma por romperle el corazón a los chicos al rechazarlos por alguien como él.

Cuando se fueron por fin suspire, no se dieron cuenta que yo los escuche.

Una lágrima cayo por mi mejilla, aquella misma que hizo trizas mi corazón, me levante apoyándome en el árbol, me sostuve hasta que mis fuerzas regresaron y pude componerme apenas.

 Entonces, era cierto...

Limpie con rabia las pocas lágrimas que alcanzaron a escapar de mis ojos antes de estabilizarme.

Me fui directo a clases, diciéndome internamente "tengo que ser fuerte, no puedo llorar por un imbécil"

 

 

 


 




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