Capítulo 15: Alissa, Damián.

~Damián~

La tengo a mi merced, ella es la mujer que amo; que ame siempre. Otros brazos no pudieron borrar lo que ella tatuo en mi piel, mis sentidos y mi alma. Su sabor es igual a como lo recordaba, mi mujer. La hago estremecer de placer, no hay otra como ella y no habrá otra, ¡la amo!

— Dime Alissa, dime ¿qué fue para ti, qué fui para ti? —vuelvo a torturarla con pequeños besos y roces.

— Te amo, Damián...—dice agitada— siempre lo hice, solo que tú...

— Fui un estúpido mi amor vuelvo y lo repito, porque— me dirijo a besarla, estar con ella es maravilloso— te amo...y todas esas veces que te dije que fue solo sexo, hicimos realmente el amor... has sido la única con la que he hecho el amor.—dije suspirando, y beso castamente sus labios hinchados. Los cuales beso mas de una vez antes de profundizar el beso.  Alissa, cuánto la he anhelado, y ahora estando así rendido a ella por fin, ya no había vuelta atrás.

La pasión y la química que desprenden nuestros cuerpos al estar nuevamente en contacto, solo nos recuerda lo que siempre supe y quise evitar, negar... 

Trazo su piel, reconociendo, tocando y besando cada una de sus curvas. Ella ha cambiado, su cuerpo ha cambiado, y se acopla perfectamente al mío. Ésto no es solo sexo, es el reencuentro de nuestras almas, la unión de nuestros cuerpos; la sincronía de nuestros corazones golpeando en nuestros pechos al unísono.

La suave brisa encendio el fuego en cada uno, provocando un incendio que ya no se puede apagar. Y mientras entro al paraíso, lo que siento es indescriptible, la sensación de volver a casa después de un largo viaje, es muy parecida a la que siente un forastero muerto de sed en medio del desierto cuando encuentra un oasis.

Desde hoy no imagino mi vida sin ella, prefiero morir a estar sin su compañía, ella es mía y yo de ella; siempre fue así y por estúpido casi la pierdo.

Maldigo mil veces la estupidez que casi cometo, cómo pude ser tan ciego y orgulloso. Cómo pude hacerla sufrir solo por miedo a admitir que me había enamorado. No miento cuando digo que ninguna mujer pudo jamás ocupar su lugar, pero ya no más, desde hoy las cosas cambiaran, me importa una mierda lo que piensen los demás. Porque escapar de esto que siento, no está permitido, ya no más.

Y sí, hicimos el amor como siempre; toda la noche; es maravilloso tenerla en mis brazos, estar en los suyos. Como dije antes, aquel sentimiento de estar en casa de nuevo me embarga, es insaciable. La añore en mis sueños, en brazos ajenos. Beso a beso, Dios como extrañesus labios, sus besos llenos de e finalmente el sueño nos venció y nos quedamos dormidos.

Esa noche tuve un sueño, un sueño que me dejo un gusto amargo y me desperto. Suspiré  aliviado al verla y sentirla a mi lado, la acerqué más a mí, quería impregnarme de ella, sentirla cerca, muy cerca y no como en el sueño.

****************

Bueno espero que hayan disfrutado el capítulo. A pesar de que es una nove corta, les agradecería mucho si me regalan algún comentario o algo❣️