El sonido de los libros al caer, uno tras otro, era el único ruido que rompía el silencio en la librería. Iraide caminaba de un lado a otro, con las manos ocupadas en clasificar, ordenar, reorganizar, pero su mente estaba lejos de los estantes llenos de historias. **Todo estaba cambiando**, y por más que tratara de mantener las apariencias, no podía ignorar la transformación que se estaba gestando a su alrededor.
La librería ya no era lo que era, y ella no era la misma persona que había comenzado a trabajar aquí hace años. **Asher había marcado un antes y un después. ** Había aceptado su oferta, pero lo que eso significaba comenzaba a materializarse en formas que aún no podía comprender del todo.
Los primeros cambios fueron sutiles. Un par de carteles nuevos en la entrada, más llamativos, anunciando eventos y charlas. Luego, llegaron los primeros inversores interesados en lo que Asher llamaba “la nueva visión”. **El “centro cultural” ** comenzó a tomar forma con un ritmo inquietante. Poco a poco, la librería que había conocido comenzó a convertirse en algo más… algo que nunca había imaginado.
El timbre de la puerta sonó, y al levantar la vista, Iraide vio a Asher entrar con su usual porte confiado. Sin embargo, hoy había algo diferente en él. Algo más relajado, como si el peso de los días recientes hubiera comenzado a aligerarse, y el éxito que parecía inevitable finalmente estuviera a la vuelta de la esquina.
—¿Cómo va todo? —preguntó él, observando a su alrededor con una mirada crítica, pero con una leve sonrisa en los labios.
Iraide no respondió de inmediato. En lugar de eso, dejó caer el libro que había estado revisando y caminó hacia el mostrador. Había algo en su interior que no terminaba de encajar con la nueva dirección de la librería. **Aún no podía aceptar completamente el camino que estaban tomando. **
—No lo sé —dijo finalmente, su voz tensa—. No sé si esto sea lo que quería.
Asher la miró sin sorpresas, como si ya esperara que las dudas comenzaran a aparecer.
—Lo que querías ya no es suficiente, Iraide —dijo él, con su tono habitual de certeza—. El mundo está cambiando, y tú también tienes que hacerlo. Este lugar puede ser mucho más de lo que imaginas. Solo tienes que confiar en el proceso.
Iraide miró al frente, luchando contra una oleada de frustración. **¿Cómo podía confiar en un proceso que la hacía sentir como si estuviera perdiendo el control de todo? ** La esencia de la librería estaba transformándose, y aunque le decían que era para mejor, una parte de ella no estaba segura de querer esa "mejoría".
—Lo sé —respondió con voz baja—, pero hay algo que se me escapa. Todo esto... este "centro cultural", los eventos, los patrocinadores… ¿Dónde quedo yo en todo esto? ¿Mi librería? ¿La librería que me costó tanto construir?
Asher la observó en silencio, como si estuviera evaluando sus palabras. Finalmente, dio un paso hacia ella y, con una sonrisa más cálida de lo habitual, habló.
—Tú eres la clave, Iraide. **Este lugar sigue siendo tuyo**. Lo que estamos haciendo es darle una oportunidad para crecer, para expandirse. Y en cuanto a ti, bueno, eso depende de lo que decidas ser. Puedes seguir siendo la dueña de los libros, o puedes ser la líder de algo mucho más grande. La librería no tiene que ser solo un lugar de lectura, puede ser un espacio que inspire, que conecte a la gente. Tú tienes ese poder.
La presión en el pecho de Iraide no desapareció, pero algo en sus palabras la hizo detenerse. **¿Era eso lo que quería? ** ¿Convertirse en algo más grande que su pequeña librería, en alguien que podría impactar más allá de las paredes de este lugar que había amado toda su vida? **¿O preferiría seguir siendo una simple librera, a costa de perderlo todo? **
El sonido de una conversación cercana interrumpió sus pensamientos. Un grupo de personas había entrado en la librería, un grupo que, por el aspecto, parecía más interesado en los eventos que en los libros. Iraide observó cómo un par de ellos se acercaban a la sección de arte, mientras otros conversaban sobre el próximo evento literario que Asher había ayudado a organizar.
**La librería ya no era solo un refugio para los amantes de los libros. ** Se había convertido en algo más, algo que se vendía como parte de un concepto mucho mayor, y aunque parte de Iraide lo aceptaba, otra parte la rechazaba con fuerza.
Asher, al darse cuenta de su distracción, dio un paso atrás y habló en un tono más suave.
—Te dije que esto sería un proceso, Iraide. No todo el mundo lo entiende de inmediato. Pero con el tiempo verás que lo que estamos haciendo aquí cambiará muchas vidas, incluyéndola tuya.
Un silencio pesado se instaló entre ellos, mientras Iraide observaba cómo los clientes nuevos exploraban la librería. Aunque en su interior sentía un retumbar de inseguridad, también había una pequeña chispa de esperanza. **Tal vez Asher tenía razón. ** Quizás este cambio no era el fin de la librería, sino el comienzo de algo más grande, algo que aún no entendía completamente.
Finalmente, se giró hacia Asher, con una expresión que se endurecía mientras tomaba una decisión interna.
—Lo haré. Voy a confiar en ti, en tu visión. Pero necesito que me sigas respetando, Asher. Este lugar es parte de mí, y no quiero perder lo que lo hace especial.
Asher sonrió, una sonrisa que, por primera vez, no se sentía fría ni calculadora. Había algo genuino en ella, como si realmente apreciara su decisión.
Editado: 01.06.2025