Del odio al amor es solo un paso

Raíces y Alas

La librería había cambiado, pero Iraide aún se sentía como una sombra de lo que había sido. A pesar de las renovaciones, los nuevos carteles, las actividades llenas de entusiasmo y la presencia constante de Asher, algo dentro de ella seguía resistiéndose al cambio. Cada vez que veía a los nuevos clientes curioseando por los estantes, sus ojos siempre iban a los libros que le eran más familiares, a aquellos que recordaba haber leído, a los títulos que habían estado allí antes de que todo comenzara a transformarse.

Iraide había pasado las últimas semanas pensando en lo que Asher le había dicho: *"Evolucionar no significa perder lo que eres."* Y aunque en el fondo sabía que él tenía razón, la sensación de ser una espectadora en su propia creación la agobiaba. La librería estaba creciendo, sí, pero ¿ella realmente formaba parte de ese crecimiento?

Era una tarde gris cuando decidió que tenía que hacer algo al respecto. La luz filtrada a través de los ventanales de la tienda le dio un toque sombrío, pero fue justamente esa atmósfera lo que la inspiró a salir a dar una caminata. Necesitaba despejarse, encontrar una respuesta, o al menos entender qué era lo que realmente quería.

Caminó sin rumbo fijo por las calles cercanas, pensando en las últimas semanas: las reuniones con Asher, las decisiones sobre los eventos, los nuevos clientes, el cambio de enfoque hacia lo interactivo, lo moderno. Algo dentro de ella quería aferrarse a la quietud de su librería antigua, al sonido de las páginas volando y al olor a tinta y papel, pero otra parte sentía que estaba dando la espalda a algo más grande, una oportunidad que podía darles alas a todos los que amaban los libros tanto como ella.

Se detuvo frente a una pequeña cafetería que había abierto no hacía mucho tiempo, y decidió entrar. El ambiente cálido y acogedor la recibió, con el aroma del café fresco y el murmullo de conversaciones ligeras. Tomó asiento junto a una ventana, mirando la lluvia caer suavemente. Y entonces, como si todo se hubiera alineado, se dio cuenta de algo: había estado buscando respuestas fuera de ella misma.

El teléfono vibró sobre la mesa, y al verlo, Iraide sintió una mezcla de sorpresa y resignación al ver que era un mensaje de Asher.

*"Nos espera una reunión con los patrocinadores mañana. Será crucial para definir el rumbo de la librería. ¿Podemos contar contigo?"*

Iraide miró el mensaje durante unos segundos. Ya no estaba tan segura de querer ser parte de esa reunión. **¿Y si estaba perdiendo de vista lo que realmente importaba? ** Pero al mismo tiempo, algo en su interior le dijo que no podía huir, que ya no se trataba solo de lo que ella quería, sino de lo que el futuro de la librería necesitaba.

**Quizás la clave no era elegir entre lo antiguo y lo nuevo, entre lo que había sido y lo que podría ser, sino aprender a combinar ambas cosas. ** Iraide siempre había sido una mujer de convicciones fuertes, pero también sabía que no se podía vivir en el pasado. Si realmente quería que la librería siguiera siendo suya, tenía que aprender a integrar su historia con los nuevos caminos que Asher le estaba mostrando.

Con una nueva determinación, respondió al mensaje de Asher.

*"Sí, estaré allí mañana. Estoy lista."*

---

El día siguiente llegó rápidamente, y con él, la reunión con los patrocinadores. Iraide había llegado temprano a la librería, caminando entre los estantes con una sensación renovada de propósito. En lugar de sentir que había perdido su lugar en el mundo de los libros, sentía que podía empezar a escribir su propia historia, una en la que ella fuera la autora, pero también una colaboradora en la creación de algo más grande.

La sala de reuniones estaba llena cuando Asher la saludó con una sonrisa satisfecha. Los patrocinadores, un grupo de empresarios y visionarios, la recibieron con amabilidad, pero Iraide notó que en sus ojos había una expectativa que la hizo sentir vulnerable.

La reunión comenzó con Asher explicando los próximos pasos en el proceso de transformación, y luego se centraron en los números: lo que se necesitaba en términos de inversión, lo que se había logrado hasta ahora, y lo que se podía lograr si la librería adoptaba completamente su nueva visión.

Fue entonces cuando Iraide, sintiendo que la presión comenzaba a crecer, levantó la mano. Todos se callaron, mirándola. Asher la observó con interés, sabiendo que probablemente esa intervención cambiaría el rumbo de la conversación.

—Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que se han dicho hoy —comenzó, su voz firme, pero algo nerviosa—. Pero antes de seguir adelante, quiero asegurarme de que **no estamos perdiendo lo que hace única a esta librería**. Estamos hablando de cambios, y estoy dispuesta a dar ese paso, pero no quiero que lo que me hace amar este lugar se desvanezca en el proceso.

Los patrocinadores la miraron en silencio, mientras Asher también la observaba. Iraide continuó:

—Este lugar no es solo un negocio, no es solo un espacio físico. Es una comunidad, un refugio, un sitio donde los libros no solo se venden, sino que se viven. Y quiero asegurarme de que, aunque estemos creciendo y evolucionando, **sigamos siendo el lugar donde las historias siguen siendo el alma de todo lo que hacemos**.

Hubo un momento de silencio, y luego uno de los patrocinadores asintió lentamente.

—Estamos de acuerdo en que lo más importante es que esta librería siga siendo auténtica —dijo él, mirando a los demás—. No queremos que pierda su esencia. Pero también queremos que crezca, que pueda llegar a más personas, que pueda convertirse en un centro de cultura literaria en toda la ciudad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.