-¿Como es posible? ¿De verdad es tan dificil verlos?
-Son mundos muy diferentes, no dejaran que lo encuentres fácilmente, así que debes calmarte.
-¡Calmarme! Claro que no voy a calmarme, ellos se lo llevaron, yo se.
-Eso no puedes saberlo, calma, estas paredes no proporcionan la seguridad que deberian, ellas escuchan, sabes muy bien que se enconden, se mueven y te encierran en tu cabeza para que no pienses claramente... No caigas en su juego.
-¿!Que sabes tu sobre todo esto!? Solo eres un estraño en esta casa, llegado de quien sabe donde trayendo problemas desde que llegaste.
-¿Así que eso es lo que piensas? Muy bien, espero que encuentres las respuestas que nesecitas, solo... No te quedes más tiempo, ellos te quieren a ti, quieren que vayas con ellos.
En ese momento dio media vuelta y cruzo en varios pasos el gran salón, rodeando el desastre que minutos antes yo había ocasionado. Cuando llego a la puerta principal su mano fria y blanca toco la madera vieja, pensó un momento y la empujó lentamente... antes de irse, susurro en voz muy baja:
-No te dejes engañar...
Y cerro la puerta tras de si; mi respiracion era entrecortada y apenas pude notarlo volví en si y me di cuenta del grave error que acababa de cometer.
Ahora estaba sola en casa...o eso creía.