Delirante Escritor

El Delirante Escritor


La Parca y el Vidente aparecen en una recámara totalmente negra, y una música melancólica se hace presente; mientras que en las manos del vidente posaba el diario de un delirante escritor. La parca con descaro arrebató el diario de cobertura de cuero de las manos del vidente, pero en ese mismo instante, el diario se abrió mostrando sus páginas totalmente vacías, el vidente apenado se acercó y suspiró de leve arrepentimiento, es en ese momento que los folios empezaron a escribir una historia, la parca se emocionó, quería descifrar los secretos de una historia nueva. Entonces que la parca ruborizada dijo:


-tenemos una nueva víctima, mi adorado amigo, quiero conocer cómo será esta historia. – La parca mencionó mientras su voz gruesa y ronca se hacían cada vez más deprimentes, entonces el vidente mencionó:


-No deberías tomarte tan a la ligera la vida de las personas, ellos sienten cosas que no entendemos y eso es hermoso. – Mencionó el vidente con una voz suave y con un matiz melancólico, así como la melodía del ambiente. – Ahora permíteme pequeño diario, ser el que portara tu voz silente en sus labios, déjame ser la voz de un difunto que vive entre tus páginas.


Es entonces cuando el vidente tomo el libro y empezó a leer, con suavidad y sutileza, no quería ser irrespetuoso con el diario:


“Querido diario, es la primera vez que estoy ante ti, y el miedo de revelar mi mente, es muy grande, pero quiero que puedas tener mis memorias entre tus páginas, antes que mi tiempo se acabe y no pueda volver a hacerlo. Sé que mi tiempo se acaba y muy pronto la cama será mi tumba eterna.”


La parca bostezó de cansancio y aburrimiento, esa forma de leer del vidente le causaba un aburrimiento eterno, por lo que saco una pluma de su larga túnica y arrebatando el diario de las manos de su colega, es entonces que escribe sus nombres, y el diario los transporta hasta los versos del diario, es así como ahora eran parte de la historia que intentaba contar.


Malcolm, un joven escritor de 27 años, se encontraba sentado enfrente de su escritorio, escribiendo en su diario las cosas que había vivido los días anteriores, pero en medio de su inspiración sus manos empezaron a temblar de forma violenta, causando así que la tinta de la pluma se derramara y causara que una mancha de tinta apareciera en la página. Soltó la pluma, en su mirada ya no se encontraba esa inspiración, ahora se llenaba de tristeza, seguidamente cerró el diario. Deslizó su mirada hacia la ventana cercana de su escritorio, vio las carrozas de las personas que iban y venían, vio el hermoso cielo azul, que su color celeste le regalaba una visión hermosa del mundo, y encontró en la inmensidad de las nubes de algodón algo de paz. Malcolm sentía como el tiempo a su alrededor se empezaba a alentar, ¿todo pasaba demasiado rápido?


Era lo que pensaba Malcolm, mientras observaba por la ventana un hermoso cuervo que posaba en un poste de luz, aunque la visión de ese hermoso ser le parecía una poesía visual, solamente pensaba en como su cuerpo estaba totalmente condenado por una nociva enfermedad, un cuerpo que en algunos años sería una simple prisión, donde él sería un recluso en aislamiento permanente. Malcolm aún era muy joven, pero se lamentaba como si fuera un anciano; su vida había empezado pero ya sentía cómo su tiempo se había acabado. Se intentó levantar de su silla, pero sus piernas empezaron a temblar, por lo cual tomó su basto y esto lo ayudaba a mantenerse de pie, se dispuso a salir, quería sentir el calor del sol en su piel pálida y como el aire llenaba y acariciaba sus pulmones.


Cuando logró salir del edificio empezó a caminar en las calles, escuchaba los cantos celestiales de las aves mientras que el sol abrazaba su piel, era un buen día, las nubes no cubrían el hermoso cielo, perdió la noción del tiempo y terminó caminando durante algunas horas, de repente cuando tomó consciencia de sí mismo estaba muy cerca de lo que era la biblioteca donde trabajaba su mejor amiga, Runo es su nombre. Entonces entró en la biblioteca y al ver la sonrisa de su mejor amiga su día se iluminó, la sonrisa de Runo tenía la particularidad de animar o causar felicitad en todo aquel que tuviese la suerte de verla.


Se estaba acercando a su amiga para saludarla, ella estaba distraída acomodando unos libros encima de una alta escalera, por lo cual no lo había visto, pero en ese justo momento en el que Malcolm se acercaba con su bastón, divisó una figura negra junto a su amiga, Malcolm por un momento se quedó congelado, la figura era imponente y se sentía pesado, pero despertó, cuando vio que esta sombra iba a empujar a su amiga, soltó su basto y se dispuso a correr hasta donde estaba ella, es en ese entonces cuando Runo cae sobre él y la sombra se desvanece. Entonces Runo menciono llena de preocupación mientras se levantaba:
-¡Malcolm! – Se llenó de preocupación mientras ayudaba a Malcolm a levantarse, entonces le pregunto: - ¿Estas bien? ¿Te hice daño verdad…? No sabes cómo lo siento… - Runo sabia de la condición médica de Malcolm, entonces se preocupó aún más de él. Bajo la mirada y en ese momento pudo sentir y cosquilleó en la punta de sus dedos, algo le estaba diciendo que algo malo podría pasar.


-Runo estoy bien, tranquila, ¿Va? – Runo lo ayudo que se apoyara en una estantería y luego de eso le busco su bastón, para que así se pudiese mantener de pie, es entonces que Malcolm la mira y mencionó: - ¿Tú estás bien, no te hiciste daño?


-Estoy bien, quizás la caída pudo ser peor, pero caer sobre ti no fue tan malo… Lo siento por ser tan torpe. – Dijo Runo mientras su mirada se encontraba algo baja, de igual forma estaba totalmente apenada, es por eso que lo ayudo a llevarle hasta una de las mesas de las bibliotecas y cuando lo vio sentado menciono: - Vienes a leer como de costumbre, ¿Verdad? Dime que necesitas y yo te lo traigo.




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