Delirios [ Taehyung-Bts ]

Veintiuno.

Dejé el teléfono sonar hasta que se detuvo. Una lágrima encontró su camino desde mis ojos, pero la quité con rapidez. Extrañaba oír su voz profunda que a veces tenía notas como el crujido de la madera. Extrañaba su aroma a bosque, sus miradas transparentes y su sonrisa infantil. Algo dentro de mí se rompía mientras que me resistía a responder a sus intentos de comunicarse conmigo. 

—¿Daphne? ¿Estás bien? —Jane llegó abrazada a dos paquetes de papas fritas y un café y se sentó en la silla que estaba junto a mi cama. 
—Sí, es sólo que... me asusta un poco estar en el hospital. —Mentí.      
—Oh, te entiendo. Yo también detesto los hospitales. Pero no te preocupes, estoy aquí para acompañarte. —Le sonreí, agradecida. 

Conversamos un rato y me pregunté si era buena idea confiarle lo que pasaba con Vante. Pero entonces...

—Oye ¿y has sabido algo de Jiwoo? Porque lo nuestro quedó pendiente, ya sabes, pero no me atrevo a llamarlo.  
—¿Por qué no? Pensé que las cosas habían ido bien aquella noche entre ustedes. —Jane hizo una mueca rara.
—Bueno, con tu desaparición todo se tornó muy extraño. Ya te dije que él estaba preocupado, así que el rollo se cortó ahí.   
—¿No me dijiste que fue porque tú no quisiste continuar? —Jane se mordió el labio. 
—Bueno, tal vez exageré un poco ahí. Mira, la verdad es que con el sujeto tuvimos una sesión de besuqueo intenso en la que no sé por qué, pero estaba obsesionado con mi cuello, aunque no lo culpo. Luego le hice sexo oral, aunque después de un rato me detuvo, supuse que porque estábamos en público, así que proseguimos con los besos hasta que tuve que ir al baño y ahí nos encontramos contigo. No fue la gran cosa, pero es tan atractivo, Daphne, que lo único que quiero es terminar lo que empezamos. Por cierto, algo que no te pregunté ¿de dónde se conocen?

Me quedé en silencio. ¿Debía decirle la verdad?

—La verdad, Jane, es que estoy enamorada de él.    
—¿¡Qué!? Pero... ¿por qué no me dijiste nada?        
—¿Qué te iba a decir?     
—¡Dijiste que eran dos desconocidos!  
—Bueno, eso sentí cuando lo vi besarte.       
—Debiste haberme dicho antes, Daphne. Debiste haberlo hecho. Me siento muy dolida. 
—Y si lo hubieras sabido ¿qué habría cambiado? Sólo habrías sido menos sincera. 

Jane me miró dolida, se puso de pie y me arrojó el paquete de papas que había traído.

—Me marcho, Daphne. Ahora me siento demasiado enojada para hablar nada contigo. 

Y dicho esto se fue. 

Genial. Ahora Jane se enojaba conmigo. ¡Ni siquiera tenía una razón para hacerlo, joder! Parecía no darse cuenta de que, no habiéndonos visto en años, era obvio que entre nosotras no existía la suficiente confianza como para que le contara los detalles de mi vida.

Me arrellané en la cama, completamente amargada. Sabía que estos momentos pasaban, pero precisamente en ese instante me sentía en la miseria absoluta. 

Entonces decidí que escuchar música sería lo mejor en ese momento. Abrí el reproductor en mi teléfono y puse "Playing Love" de Ennio Morricone. 

No estaba resultando. La melodía me traía a cada segundo la memoria de V. Podía ver claramente su imagen en mi mente, su mirada tímida de cervatillo y sus labios sinuosos e inocentes, como las curvas suaves de dos colinas recortadas contra un atardecer. Podía incluso percibir la agudeza de su mente y de sus gestos en la medida en que se sucedían los instrumentos. Recordé que él me había dicho que escuchaba a Ennio Morricone. Entonces pausé la pieza y me quité los audífonos para luego arrojarlos lejos. 

Necesitaba tiempo. Tiempo para entenderme, para dejar de sentir tanto caos. 

Pero antes de que pudiera pensar en nada, me eché a llorar como una niña. Estaba en el hospital, completamente desvalida, Vante muy lejos, mis amigos preocupados y yo sin saber qué decirles. Dejé que las lágrimas aflojaran el nudo en mi garganta y luego me sentí mejor, de modo que fui capaz de tomar la sabia decisión de escribirle a Yoongi y a Jimin para contarles todo lo que había pasado. 

✹ ✹ ✹

—¡Daphne! —Jimin corrió hacia mí con un enorme globo de helio y me abrazó.
—Jimin... —Extendí los brazos y lo rodeé con toda la fuerza que pude. Se notaba que el muchacho había corrido después de sus prácticas a verme.     
—¡Toma! te traje un globo. —Y me lo extendió sonriente—. Oye, esos hematomas en tu cuello lucen espantosos... Hay uno más oscuro que el otro... ¿Con qué te los hiciste?
—No me los hice... la verdad no entiendo. Me acosté con un muchacho y recuerdo que tenía un extraño fetiche con morderme el cuello, pero no fue tan doloroso como para dejarme tamaña marca. Creo que por la anemia que arrastro la sangre se coaguló con mayor facilidad. 
—¡Un vampiro! —Bromeó Jimin—. Tal vez por eso tienes anemia ¡te estuvo chupando la sangre! —Y alzó las manos y las agitó en el aire como si fuera Nosferatu. Me reí de buena gana.         
—¿Cómo te ha ido con las prácticas de baile?
—Bastante bien, me falta perfeccionar un par de detalles, pero estoy trabajando en ello. ¿Quieres ver la rutina? —Asentí y Jimin sacó su celular para mostrarme el video de su práctica. Acercó la silla hacia mi cama cosa que ambos pudiéramos observar la pantalla.

El chico aparecía en una sala de prácticas espejada y bailaba tan grácilmente que los ojos casi se me llenan de lágrimas al ver aquellos movimientos ejecutados con tanta precisión y belleza. Para mí estaba perfecto y así se lo hice saber. Se sonrojó y ofreció mostrarme otra grabación de una presentación que había tenido lugar un tiempo atrás a lo que accedí con entusiasmo, pero al momento de buscarla en su galería apretó accidentalmente el botón que lo arrojaba a la pantalla de inicio, y allí, en su fondo de pantalla, estaba él. 



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En el texto hay: vampiros, amor drama, bts taehyung

Editado: 20.09.2021

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