Delirios [ Taehyung-Bts ]

Veintiocho.

Un estornudo de mi parte devolvió a Anna a la realidad.    
—¡No me tires tu saliva! —berreó.       
—¡Qué delicada! —Le dije sarcásticamente.   
—¡Muévete! Me estoy mojando acá por tu culpa.      
—Eres idiota, no debiste salir del auto si te estabas mojando. 

Anna hizo una mueca y me empujó para pasar. Suspiré y volteé los ojos al cielo, siguiéndola y cerrando la puerta detrás de nosotras. 

—¿Y quién eres tú, desconocido, que osas entrar en la casa de mis padres junto a mi torpe hermana? —Preguntó Anna mientras se descalzaba y dejaba su bufanda junto al abrigo de Taehyung.

El aludido la miró con una expresión oscura.

—Mi nombre es Dan Jeong Dae. —Y extendió las manos. Bufé. Ahí iba de nuevo con sus nombres falsos.
—Anna Karnstein —Dijo ella, estrechándoselas, sonriendo levemente. Anna sacudió su largo cabello negro y se quitó el abrigo, dejando ver un lindo vestido sobre el cual llevaba un sweater lleno de lentejuelas verdes y azules.

—¿No me vas a invitar a un café o algo así? —Se dirigió a mí esta vez. —Tengo muchas cosas que decirte. Y tú ¿qué tan cercano eres con mi hermana? —Taehyung me miró. ¿Qué se supone que éramos?      
—Somos nov...      
—Somos amigos. —Decreté.      
Taehyung se interrumpió al oírme y me miró con enojo. Yo mantuve la mirada al frente. Él no me había pedido en ningún momento que fuera su novia. Hasta entonces el término "amigos" era lo que más se aproximaba a nuestra relación. 

Anna se rio al ver nuestra discordia y se dirigió a la cocina con su característico paso seguro para calentar agua en el hervidor.

Taehyung me esperó mientras me descalzaba.

—Así que somos sólo amigos... —Suspiré y me detuve a mirarlo. 
—Que yo sepa no hemos definido lo nuestro como algo más. Por eso tú tienes tu libertad... y yo tengo la mía.         
—¿A qué te refieres?       
—Me refiero a lo que te dije antes. Al no tener nada serio entre nosotros no nos debemos exclusividad ni sentimental ni sexual, y acepto esas condiciones. Al fin y al cabo, son condiciones que corren para los dos por igual. —La expresión de Taehyung se ensombreció.     
—Lo entiendo... Me gustaría pedirte exclusividad y que fueras mi novia, pero no puedo, porque no es algo que te pueda dar. 
—Yo no te lo voy a cuestionar, Tae. Y dejemos este tema hasta aquí. No tenemos nada que recriminarnos.

Taehyung asintió, pero luego musitó:

—Eso no quita el que me duela pensar en ti estando con alguien más.  
—¿Por qué? 
—¡Chicos! ¿Van a venir? —preguntó Anna desde la cocina. 
—Mejor lo hablamos en otro momento. —Respondió Taehyung, moviendo la cabeza, apesadumbrado.

Me dirigí entonces a la cocina esperando que fuera a la par mía, pero se tomó unos segundos antes de decidirse a seguirme. 

—¿Puedo saber por qué estás con ese pijama viejo? —Preguntó mi hermana al divisarlo otra vez. Mientras hablaba, Anna apoyó sus codos sobre la encimera de la cocina americana y puso sus manos en sus mejillas, mirándolo atentamente y agitando sus pestañas largas. Sabía que, a pesar de sus gestos, no estaba coqueteando con Taehyung porque él le gustara, sino que lo hacía porque estaba acostumbrada a ser admirada. 
—Daphne me lo pasó porque estuve un buen rato mojándome bajo la lluvia. —Su respuesta fue neutral, pero eso lo hizo visiblemente más seductor y pude notar el dejo de interés en los ojos de Anna al notar que éste no respondía positivamente a sus encantos.      
—Vaya ropa que le has dado al pobre. ¿No tenías algo más decente en tu armario? —Me preguntó, burlona. No le respondí. Taehyung se sentó en uno de los taburetes que había junto a la encimera que hacía las veces de cocina americana y se quedó allí, cabizbajo. 

—¿Qué sucede con ustedes dos? ¿Por qué ese ánimo?

«¿Quizás porque tenemos cosas que hablar y estás haciendo de mal tercio?» Pensé. 

—Es el día, supongo. —Respondió V.   
—En fin. Daphne, seguramente te preguntarás por qué vine.       
—La verdad sí, me tomó por sorpresa. 
—Bien. Son asuntos delicados, así que quizás Jeong Dae no pueda escucharlos.       
—Tiene toda mi confianza, así que puedes decir lo que sea en su presencia. —Anna se mostró sorprendida, pero como siempre lo hacía con sus emociones, lo ocultó.
—Muy bien. Sucede que nuestros padres ya llegaron de Inglaterra y están preocupados por ti. Están evaluando si es viable que regreses a casa con nosotros mientras terminas la universidad. Ya sabes, lo que pasó hace dos años dejó a mamá muy mal de los nervios. Pero te quieren, así que me enviaron para quedarme contigo por un par de semanas para informarles periódicamente de tu estado de salud. Al cabo de esas dos semanas quieren que vayas a cenar con ellos.
Negué con la cabeza.       
—Me gusta vivir sola, Anna. Es agradable. Prefiero quedarme aquí.       
—Eso se lo dirás el día de la cena. Por ahora tendrás que conformarte con tenerme aquí.
—Bien. No me opongo. Asumo que hacer problemas sobre esto es inútil. Además, no creo que te entusiasme mucho cumplir con esto. Sólo te voy a pedir que respetes mi espacio.       
—Muy bien. 

Nos miramos por unos segundos. Si bien nos parecíamos en aspecto, al mismo tiempo éste era completamente diferente. Éramos como una reminiscencia de la otra, lo suficientemente diferenciadas por la definición de nuestros rasgos. Sin embargo, en ese momento, al verla, pude ver claramente una parte de mí. Una que probablemente nunca había estado unida a mí del todo, ni siquiera en el vientre de nuestra madre. Siempre habría una distancia insalvable entre nosotras, pero a pesar de eso, no podía negar que la amaba y que esa distancia me dolía más de lo que ella podía imaginar. Sus ojos reflejaron los míos y pronto perdieron el contacto. 



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En el texto hay: vampiros, amor drama, bts taehyung

Editado: 20.09.2021

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