Delirios [ Taehyung-Bts ]

Treinta y uno.

Mis ojos se cerraron y se abrieron en algunas ocasiones y cada vez veía algo diferente, hasta que mi mente logró recobrar cierta claridad y fijarme al mundo de nuevo.

Y allí estaba, en una camilla de hospital. Ni siquiera mi intento de desaparecer me funcionaba. Los ojos se me llenaron de lágrimas. Incluso aunque lo intentara, la herida que sentía en mí seguía atándome dolorosamente a la realidad que tanto quería abandonar.

La visión de Kim Taehyung y mi hermana volvió a aparecer en mi mente. Ahogué un gemido, retorciéndome de dolor en la cama, ahogando mi llanto. Los sollozos pugnaban por salir, pero los reprimí. No podía permitir que nadie supiera que estaba despierta.

Sin embargo, las imágenes acudían cada vez más borrosas a mi mente, como si las hubiera soñado. Recordé la luz dorada que bañaba sus cuerpos y que ahora me parecía tan irreal en medio de la absoluta oscuridad del pasillo. Recordé la sensación de estar pisando algodones mientras caminaba y la bruma de aquella noche. Y también recordé aquella vez en el hospital en la que me había mordido un perro, o lo que hubiera sido esa bestia. ¿Acaso... podía ser... que realmente hubiera alucinado todo? ¿Podría ser que esta vez también aluciné lo que vi? Pero el dolor era tan real... Una vez vi en la tele, en esos típicos programas de domingo, cómo realizaban una operación para extraer el tejido adiposo del vientre de una persona. Abrían su estómago de tal forma que levantaban la piel como si se tratara de una alfombra y la raspaban para quitar la grasa adherida. Así sentía que estaban haciendo con mi pecho. Como si me hubieran desgarrado toda la piel, dejando al descubierto mis órganos palpitantes y yo estuviera corriendo, desperdigando todas mis entrañas a medida que corría.

Cerré mis ojos. Lo único que podía visualizar eran tripas, la piel dorada de Taehyung, sangre, las manos blancas de mi hermana posadas como cisnes en su espalda, espuma.

No supe en qué momento comencé a gritar, pero no me di cuenta de que lo hacía hasta que el personal médico apareció intempestivamente y se abalanzó hacia mí.

—¿Te duele algo? ¿Estás bien? —Preguntó una enfermera mientras que otras chequeaban mis signos vitales en el monitor que estaba conectado a mí por esa extraña pinza que te ponen en el dedo y que ignoro cómo se llama. 
—Señorita, al fin se encuentra usted despierta. —Un oficial de policía había aparecido junto a mí. No pude identificar si se trataba del que me había encontrado. Mi mente no había sido capaz de retener esos detalles— Necesitamos...

—Ahora no, oficial. —Dijo una voz femenina— Antes que nada, debemos comprobar su estado de salud.

El oficial puso cara de resignación y se apartó mientras que la dueña de la voz me sonrió con amabilidad. Sus rasgos... ¿Por qué me parecían vagamente familiares? 
—¿Te duele algo? ¿Por qué gritabas? —Mientras me preguntaba esto comprobó mis pupilas con un lápiz linterna que sacó del bolsillo de su bata.
—Tuve una pesadilla —Dije tras tragar saliva. Tenía la garganta seca.   
—Entiendo. Bien. Antes que nada, necesitamos saber quién eres, ya que no portabas identificación. Llegaste acá con una laringofaringitis aguda y neumonía, y además estabas alcoholizada al borde del coma etílico. ¿Qué te llevó a estar en esas condiciones? —Mis ojos se llenaron de lágrimas—. ¿Prefieres que hablemos a solas? —Asentí. Ella se dirigió al resto del personal y al policía que aún permanecía de pie en el rincón de la habitación, mirando todo con recelo. —Necesito que por favor se retiren, voy a hablar con la paciente.

Entonces se sentó en la silla a mi lado y me miró con sus enormes ojos brillantes. ¿Por qué sus ojos me recordaban tanto a... Kim Taehyung? Su nariz, sus labios y sus ojos tenían una vaga similitud, sólo que en la doctora todo estaba en una proporción menor. Me sorprendí ante mis pensamientos. ¿Acaso estaba loca? 

—Me presento mejor. Soy la doctora a cargo de tu caso, Kim Eunjin.     
—Sé que es una observación un poco estúpida, pero se ve muy joven.   
—Es que lo soy. Digamos que en la escuela no hubo necesidad de que hiciera ciertos cursos, de modo que entré antes a la formación superior.        
Vaya, además de bella era una genio.  
—Ya veo...   
—Ahora cuéntame de ti.  
—Mi nombre es Daphne Karnstein. La verdad es que no me sucede nada... Sólo... —Me sentí realmente ridícula. ¿Qué le iba a decir? ¿Que quería desaparecer? — Tuve una decepción muy grande aquella noche. Y por eso me fui a beber, pero me perdí. 
—Comprendo... —La doctora mostró una expresión de genuina conmiseración. —¿No pasó nada más aquella noche? No hemos podido realizarte exámenes porque eso va en contra del protocolo. Necesitamos primero la autorización del paciente o de su guardián, pero al no saber nada de ti, no pudimos contactar a nadie. Además, no hay reportes de personas desaparecidas que tengan tus características. 
—No, no pasó... nada más.       
—Bueno, tendrás que explicárselo a la policía. Han estado esperándote. Nosotros hemos hecho algunos tratamientos para paliar la fiebre y la infección con antibióticos. Estos días...
—¿Qué? ¿Cuánto tiempo ha pasado?   
—Sólo dos. No recuperaste la conciencia completamente el primer día. ¿Tomas alguna clase de medicación? Puede ser por eso que el efecto del alcohol haya sido más agresivo de lo normal y te haya mantenido en una relativa inconsciencia. 
Se la referí. 
—Muy mal hecho entonces. Si tomas psicotrópicos sabes que no puedes beber. 
—Lo sé...     
—No lo vuelvas a hacer, por el bien de tu salud. Bien, tus signos vitales están perfectamente. Hoy mismo puedes irte —La doctora Kim Eunjin me sonrió amablemente y me apretó la mano—. Sea lo que sea que haya pasado aquella noche, si fue por un hombre, no vale la pena. A veces uno pierde personas importantes —su rostro se tornó serio— y es parte de la vida. Lo importante es saber lidiar con el duelo y dejarlo ir, por ti misma. Tienes que hacerlo por ti. 
—¿Usted ha perdido a alguien? —La sonrisa que me dirigió era claramente una llena de dolor.     
—Sí, perdí a mi hermano. Se suicidó. Fue egoísta ¿sabes? Dejando atrás tanto dolor... Pero fue su decisión. No hay nada más que hacer que respetarla y aceptarla. Al final entiendes que cuando las personas deciden irse, también tienen sus razones. Pero eso es otra historia. Lo que te decía es que te preocupes por ti, no te dejes caer por alguien más. 



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En el texto hay: vampiros, amor drama, bts taehyung

Editado: 20.09.2021

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