Delirios [ Taehyung-Bts ]

Treinta y seis.

Ya era suficiente. Suficiente de enigmas absurdos.  
—Adiós, Taehyung.         
—¡Daphne! —Él se levantó rápidamente y cogió mi mano—. Por favor, no te vayas...
—No puedo quedarme.    
—Daphne, sé que suena absurdo lo que te digo. Muy bien, te lo diré con otras palabras si necesitas más claridad. ¿Sabes lo que es síndrome de Cotard? —Negué con la cabeza, escéptica. Estaba demasiado desconectada del tacto de su mano en la mía, de su mirada ansiosa, del temblor de sus labios.        
—El síndrome de Cotard es una designación para una enfermedad mental que consiste en que, quien la padece, tiene el delirio de estar muerto y de que su existencia es un errar tormentoso. Ése fue el diagnóstico que a mí me dieron en la clínica. El problema conmigo, Daphne, y con lo que nadie contaba al momento de diagnosticarme, es que yo, efectivamente, fui sepultado. 

En cuanto me dijo esto, me solté bruscamente de su agarre.

—Entiendo que tu familia te cree muerto, Taehyung, pero estás vivo, aunque si tienes ese diagnóstico no seré yo quien te haga entrar en razón. Si según tú tu vida no existe, tampoco existe algo que te rija, ni moral, ni amor, ni sueños ni siquiera un propósito. Ahora caigo en la cuenta de por qué actúas tan erráticamente... En realidad, todo cobra sentido ahora.     
—¿A qué te refieres, Daphne? ¿Acaso no he sido consecuente en amarte? —Negué con la cabeza.  
—Debo decirte algo, Taehyung. El día en que quise desaparecer y me fui de mi casa en la mitad de la noche, tuve una razón para hacerlo. Yo no sé si fue una alucinación o era efectivamente algo real, pero lo cierto es que te vi a ti... en la habitación de mi hermana. Junto a ella. En la cama. Y no precisamente jugando a las cartas. Dime si eso fue real o no. —Lo miré atentamente, con el corazón golpeándome el pecho violentamente mientras que aguardaba su respuesta. Pero todo lo que vi fue su rostro volverse mortalmente pálido y sus labios apretándose el uno contra el otro hasta que se hicieron sólo una línea. 

Tras unos minutos mirándonos fijamente supe, entonces, que no iba a decir palabra, de modo que me di la vuelta y caminé sin enlentecer el paso y sin mirar atrás, y sin querer reconocer que lo único que deseaba en ese momento era sentir otra vez el calor de la mano de Tae, ya fuera cogiendo la mía o en torno a mi brazo, o al menos su voz llamándome por mi nombre. Pero nada de eso pasó.

 

 

☆ . ·

.  ☆ ∗ .☆

• ★

° ✵

❅°

° 

Pasaron los días como los copos de nieve que caen al suelo y desaparecen desprovistos de su forma. Así. Blancos. Sordos. Sin huella alguna en mi alma, sin recuerdos ni permanencias. 

Avisé a mi hermana que me iría a quedar por unos días a la casa de Yoongi, puesto que pensaba acompañarlo en su duelo y me marché. 

Por supuesto le conté todo. Él me abrazó un largo rato, acariciándome la espalda y el cabello. 

—Era lo mejor, Daphne. ¿Qué alegrías te traía ese hombre?        
—No sé si alegrías, Yoongi, pero sin duda había una intimidad mágica que...  
—¿Y por qué lo cortaste, entonces?     
—Porque... —me quedé pensando un rato— la verdad, creo que fue por el hecho de que me ignorara tanto tiempo.        
—Pero Daphne, todos hacemos eso alguna vez. Ya te dije que ninguna relación es perfecta porque nosotros no somos perfectos. Acaso cuando te hospitalizaron esta última vez ¿no fue tu intención desaparecer sin pensar ni en mí ni en ese tonto ex novio tuyo?    
—Es verdad... Pero aun así... yo tenía una razón.    
—Sin duda él también debía tenerla.   
—¿Lo estás defendiendo? Esto no me está ayudando, Yoongs.     
—Lo siento. No es que lo esté defendiendo, de hecho, desde un comienzo me pareció detestable, pero sí creo que no puedo simplemente concederte la razón por el hecho de que seas mi amiga. Tienes que ser justa también.    
—Pero ya rompí con él y no me ha llamado ni nada como para dialogar con él y entender sus razones.      
—Cosa inusual en un ex. Suelen ser bichos insistentes.    
—Tal vez en tu caso, eres demasiado irresistible. Es más fácil que dejen de pensar en mí.    
—De ser de esa manera, entonces no te rompas la cabeza. Una persona que puede prescindir fácilmente de ti, por mucho que te hiera, no vale la pena. Aunque no podemos sacar conclusiones apresuradas. El tipo quizás simplemente está respetando tu decisión. Si es así, es más decente de lo que pensé.
—¿Debería llamarlo?      
—Ni se te ocurra. Lo hecho, hecho está. Tienes que ser consecuente con tus decisiones. ¿Qué es eso de jugar con la gente y decirle un día que no y otro que sí? Además, debe haber algún otro motivo por el cual terminaste con él.    
—Bueno, sí. Le conté finalmente lo que había visto aquella noche antes de irme de mi casa. 
—¡Lo hiciste! ¿Y qué dijo?
—Absolutamente nada.   
—¿Cómo puede ser eso?  
—Lo único que vi fue que se puso pálido y apretó los labios, pero no se dignó a responderme. No sé cómo interpretar eso, de modo que supongo que permanecerá como un misterio.      
—Si hay algo que me ha enseñado la vida, Daphne, es que en algún momento de nuestra existencia nos volvemos a enfrentar a aquello que alguna vez representó una aflicción para nosotros, al menos para que lo miremos desde una perspectiva distinta. No creo que sea la última vez que lo veas.

Me quedé en silencio, sin confesar que era lo que en realidad más quería.



#5848 en Fanfic
#31820 en Novela romántica

En el texto hay: vampiros, amor drama, bts taehyung

Editado: 20.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.