Delirios [ Taehyung-Bts ]

Cuarenta.

Las lágrimas no paraban de correr por las mejillas de ambos después de terminar la película. 

—Creo que uno de tus talentos es escoger cosas depresivas para pasar el rato. —Dijo Taehyung, medio riendo medio llorando.    
—Lo creo yo también... —Me quité las lágrimas con el dorso de la mano— Voy a extrañarte.

Tae se quedó mirándome con una expresión indescifrable. Pero las lágrimas nuevamente comenzaron a salir de sus ojos, y su rostro se contrajo en llanto. 

—¿Sabes qué es lo peor de todo esto? —Dijo él, ante lo que yo negué con la cabeza— Que hay una forma de remediarlo, pero no está en mi poder. Y me siento tan impotente... No es fácil ver cómo la persona que amas se aleja de ti de esta manera. 
—Tampoco es fácil para mí, Tae...       
—No lo dudo, pero tú podrás seguir viviendo y encontrarás a alguien más y serás feliz, tendrás todo lo que me decías que no proyectabas conmigo. —Me quedé consternada mirando sus manos, esas manos largas que dentro de unas horas ya no volvería a tocar ni a sentir en mi piel nunca más.       
—Taehyung... nos podemos amar, sin duda, pero quizás no sabemos cómo hacerlo...
—¿Cómo hacer qué?       
—Cómo amar al otro...    
—Si hubiese sido como antes habría podido. Al menos de la forma en que tú quieres y mereces.          
—¿Y qué de diferente hay con el tú de ahora?
—Que mi amor responde a mi naturaleza. Aunque sigas sin creerme, y aunque suene innecesariamente dramático, soy un monstruo, y mi forma de amar es monstruosa. Haces bien en no confiar en mí, después de todo, en mí no puede ganar el hombre.     
—No insistiré en preguntar algo que sé que no me responderás. Pero entonces los dos acordamos que es lo mejor para ambos. Quizás podamos ser amigos con el tiempo. 
—Lo dudo. Pero gracias por tu ofrecimiento. —Sonrió.       
—Lo siento, Tae. De verdad no me importaría, pero sé que, gracias a mí, las cosas serían un infierno. —Taehyung me envolvió entre sus brazos. 
—No digas eso... Sabes que no es verdad.     
—Tú dices que eres un monstruo, pero yo estoy loca, Taehyung. Creo que eso es peor. 
—¿A qué te refieres?       
—Vamos, Taehyung ¿acaso no recuerdas dónde nos conocimos? 
—Sí, pero estar loco es una denominación bastante peyorativa e innecesaria. Decir algo así de ti... 
—Tú no sabes a lo que me refiero, y es que no te lo he dicho.       
—Aún estás a tiempo de hacerlo...      
—Yo no sé si es por la medicación que ya no está funcionando o... No sé... pero... alucino cosas, Taehyung.   
—¿Qué cosas? —Me cubrí el rostro con las manos.  
—No quisiera hablar de eso. Pero ya no puedo confiar en mí ni en mi juicio sobre la realidad. Menos aún en ti, o en cualquiera a quien ame. No con mi condición.
—Dime qué has alucinado.

Le referí el episodio del perro en el hospital, el haberlo visto al día siguiente cuando no se encontraba allí, pero no pude decirle ¿nuevamente? que lo había visto teniendo sexo con mi hermana. 

—No veo por qué esas son alucinaciones. Hay cosas que mucha gente no entiende, Daphne, pero... aunque no lo sepas y quizás nunca lo vayas a saber, has estado rodeada de circunstancias muy extrañas. No creo que lo de la bestia haya sido una alucinación. 
—Aunque no lo fuera, Taehyung, aunque hubiese sido algo real, tengo antecedentes. Mi vida está plagada de esa clase de eventos. No quisiera entrar en detalles al respecto. 

Taehyung quitó las manos de mi rostro y me miró con cariño.

—Querida, querida Daphne... No voy a cuestionar tus motivos. Si crees que es lo mejor, no intentaré convencerte de lo contrario. Respetaré tu decisión, Daphne. 
—Gracias por entenderlo. 

Taehyung se acostó y me señaló que hiciera lo mismo, cubriéndonos con una manta. Allí permanecimos unos minutos, mirándonos, acariciando nuestros rostros con los dedos. Me acerqué a besar sus mejillas y sus ojeras, su nariz suave, las comisuras de sus labios. Entonces él me cogió de la cintura y besó mi boca. Hundí mis manos en su cabello, profundizando el beso, y él acarició mi espalda, levantando mi camiseta. Nos separamos por unos segundos, mirándonos, sabiendo a dónde iríamos a partir de ese momento. 

—Daphne... —Dijo él con voz ronca.    
—Taehyung... 
—No... no sé lo que es correcto y lo que no, no sé en qué lugar está el límite entre proceder adecuadamente y hacer daño sin desearlo, pero lo único que sé en este instante es que te necesito. ¿Crees que soy un egoísta por decir esto en medio de lo que acontece entre nosotros?

Por toda respuesta lo besé, deslizando hacia arriba la camisa de su pijama para acariciar la piel tibia y suave de su cintura. Sus grandes manos se deslizaron entonces bajo mi ropa y me quitaron la camiseta. Besó mi pecho, deteniéndose en mi esternón, mis clavículas, mis hombros y apartó de su camino mi ropa interior. 

 

Bien, a partir de aquí las cosas se tornaron inadecuadas para la categoría en la que está el fanfic, así que les dejaré el link con el capítulo completo por si quieren leer lo que sigue. Pueden saltárselo si no son amantes de esa clase de escenas y continuar aquí la lectura (deben quitar los espacios entre las letras, ya que no estoy segura de que se puedan postear links directos aquí).

w a t t p a d. c o m /933465785-delirios-taehyung-cuarenta

 

Nos dejamos llevar, por supuesto. Después de aquel momento, ninguno de los dos pronunció palabra, sólo nos mirábamos y nos acariciábamos. Mis ojos se cerraban. Al ver esto, Taehyung se incorporó y arrastró una manta sobre nuestros cuerpos desnudos y se acurrucó junto a mí, abrazándome. 
—Duerme si quieres, pequeña. Durmamos juntos. 



#5848 en Fanfic
#31822 en Novela romántica

En el texto hay: vampiros, amor drama, bts taehyung

Editado: 20.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.