Delirios [ Taehyung-Bts ]

Cuarenta y uno.

Desperté cuando ya había oscurecido. Me froté la cabeza con la mano mientras bostezaba y miré a mi lado. Taehyung seguía durmiendo. Qué terrible es la sensación de mirar a quien amas sabiendo que es la última vez que lo haces. Qué terrible es mirar cada detalle, cada línea de su rostro y saber que se difuminarán en el recuerdo. ¿Cómo sería todo en el futuro? ¿Volvería a saber de él una vez que pusiera un pie fuera de esa casa? ¿Me lo encontraría alguna vez en la calle, en el ascensor, en algún otro sitio como siempre sucede en las películas? Sonreí con tristeza. Entre los siete mil millones de personas que somos en el mundo, veía bastante difícil que nos volviéramos a ver.

Me di cuenta de que necesitaba ir al baño, de modo que aparté esos pensamientos por un momento para pensar en qué haría. No quería despertar a Taehyung. Además, para ser franca tenía curiosidad por saber cómo era el resto de la casa, así que me levanté silenciosamente, me puse algo de ropa y me deslicé hacia la puerta. 

Cuando me escurrí hacia el interior de la casa, me encontré en la absoluta oscuridad. Se notaba que era una estancia enorme de techos altos, pero eso hacía más complicado aún el orientarme. Ni siquiera llevaba mi teléfono conmigo como para usar el modo linterna. Me quedé de pie un rato, intentando acostumbrar mis ojos a la oscuridad, y una vez que pude distinguir un poco mejor los contornos de lo que me rodeaba, busqué alguna puerta cercana que pudiera llevar al baño. 

El lugar era amplio, con pocos muebles, de modo que no me di contra ninguno, afortunadamente. Finalmente hallé una puerta que, para mi buena suerte, era el baño. Olía a perfume masculino, pero no el de Taehyung. Creía haberlo olido alguna vez antes... Dejé de divagar y simplemente hice lo que una va a hacer cuando va al baño. 

En cuanto salí, me dirigí con más confianza a la habitación de Taehyung, pero de pronto una figura alta y esbelta se interpuso entre mi objetivo y yo, haciéndome gritar. Inmediatamente las manos de aquella persona aprisionaron mi cabeza y me taparon la boca. Seguí forcejeando y gritando, pero una voz algo ronca me susurró al oído "deja de retorcerte. No pienso hacerte nada, a no ser que me obligues". Me quedé demasiado sorprendida de esas extrañas palabras como para seguir gritando. 

—Así está mejor. —El hombre que estaba frente a mí tenía una boca pequeña y elegante, una mandíbula que te podía cortar de pasar los dedos por su contorno y unos enormes ojos castaños y severos, que parecieron distenderse cuando su hermosa boca sonrió en forma de corazón—. Mira, querida, no nos conocemos, pero sé lo suficiente de ti como para saber que debes alejarte de Haneul.        
—¿Quién demonios es Haneul? —Pregunté sin saber qué rayos decía hasta que de pronto recordé que era el nombre falso de Taehyung. —El rostro del hombre frente a mí cambió a una expresión absolutamente gélida y peligrosa.         
—No me digas que el muy imbécil te dijo su verdadero nombre... —Se pasó las manos por el cabello y súbitamente me agarró del brazo y me arrastró hasta la habitación de Tae mientras que yo le gritaba que me soltara. Sin embargo, antes de llegar, Taehyung abrió la puerta bruscamente y se puso de pie frente a él, quitándome de su agarre y poniéndome detrás suyo. Me sobé el brazo para luego mirar a esos dos hombres que se asesinaban con la mirada. Parecía que de un momento a otro se lanzarían el uno sobre el otro y comenzarían a besarse. Me puse a reír al pensar en eso, pero al parecer fue una pésima idea, porque ambos se voltearon hacia mí. Taehyung, confundido, y el otro sujeto echando chispas por los ojos.

—¿Te parece gracioso lo que está sucediendo? —Me increpó él.     
—N-no... sólo me reía porque... —no podía decir lo que había estado pensando, de modo que resolví callarme— lo siento.         
—No la trates así. Dime qué demonios hacías hablando con ella. 
—Parece que te encariñaste demasiado con esta humana ya que le has dicho tu verdadero nombre.         
—Parece que te estás metiendo en un asunto que no te importa, hyung. —Taehyung y su voz profunda aparentaban seguridad y fría calma, pero pude detectar el dejo de aprehensión en sus palabras.    
—¿En algo que no me importa, Haneul? ¿Debo recordarte que quien te salvó el pellejo fui yo? ¿Debo recordarte que si se sabe lo que pasó no sólo tú corres peligro? 
—Daphne, por favor, ve a mi habitación. Necesito hablar con Hoseok a solas.  
Supuse que Hoseok era el tipo frente a nosotros, así que asentí. Me metí a la habitación y me arreglé la ropa, pero seguían escuchándose sus voces.

—Renuncia a ella. Renuncia a ella o yo mismo la mato ¿me oíste? Y sabes que no puedes contradecirme. 

Me quedé helada y convencida más que nunca de que Taehyung era parte de la mafia o algo así. Básicamente si seguía con Taehyung este tipo iba a matarme. ¿Por qué rayos Taehyung vivía con alguien así? Ah, según sus palabras le debía algo. Su vida, al parecer. Pero... ¿qué habría querido decir Hoseok con "esta humana"? ¿Acaso no era humano él también?

Suspiré y recogí mi teléfono del suelo. Tenía tres llamadas perdidas de Yoongi. Miré el chat. 

Yoongi.

Enana ¿estás bien?

19:43

¿Daphne? 

20:38

Daphne, te he llamado tres veces. Por favor dime algo.

21:10

Marqué su teléfono y me contestó de inmediato. 



#5845 en Fanfic
#31775 en Novela romántica

En el texto hay: vampiros, amor drama, bts taehyung

Editado: 20.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.