Delirium inefable

Prólogo

Mayo de 2018

Hora: 11:37

Lugar: desconocido

Desconocido:

El idiota está ahí, en mi habitación, grita y grita pensando que lo van a escuchar y lo van salvar.

La habitación está escondida en las paredes, aparte es insonorizada, me costo mucho dinero pero vale la pena.

Entraré a ver cómo está el idiota ese y a ver si lo dejo o ya me deshago de él.

- ¿Cómo estás? -pregunte sonando "preocupado"

- ¿Como esperas que...-su voz se cortó por la sangre que botaba de la boca- que este? Estás mal de la cabeza, ¿que es lo que pasa por ahí?

- cosas, por mi mente pasan muchas cosas que me gustarían hacerte - le sujete el rostro- pero creo que por ahora te mantendré aquí

- ¡déjame ir!

- ¿que? ¿no te gusta el potro?

Potro usado medievalmente para dislocar estirando las cuatro extremidades del cuerpo, en muchos casos hasta desmembrarlos.

- no te preguntarás ¿El como fuiste tan estúpido de confiar en mi?

- ¡déjame! O ¡Mátame de una maldita vez! ¡Todo el mundo se va a enterar de la clase de monstruo que eres! Y el te va a encontrar

-¿Él? ¡Oh! El, ese bastardo cree que me engaña, pero supe lo que era desde el primer instante en que lo vi.

Otro como yo, pero no peor.

- a que...T...te ¿refieres?

- los únicos que le creen sin ustedes y ella ingenuos

- pero si...si tu...¡Ah!- dijo el muchacho quejándose del dolor mientras estiraba sus extremidades.

- ¡agh! Tu maldita voz me irrita - sujete un cuchillo y me acerque a él

- ¡no! Espera que va...

Le corté la lengua, pero al final cambie de opinión y si lo desmembre.

Sus gemidos de dolor se escucharon dentro de la habitación, hasta que por fin se calló por completo. Sangre mancho mi rostro y todo mi cuerpo, las paredes, el piso y todo en la habitación.

Me acerqué a su cuerpo, bueno lo que quedaba de el y su olor era...exitante.

- que labios más lindos y gruesos tenías -susurre en el oído del chico aunque sabía que no me podía oír más.

- y esos ojos, que lástima

Con frustración lamí su rostro sangriento.

- ¡que delicia! Tu sangre es, ¡Exquisita!... Bueno lo era

Tocaron mi timbre. Salí de la habitación y me dirigí a mí habitación y me asome cautelosamente por la ventana.

¡Mierda! ¡La policía!

¡Cierto! Ella escapó ¡Maldita sea!

Lo más seguro es que fue a la policía y por eso esos mal paridos están aquí.

-¡Hay alguien ahí!

Gritaron los oficiales.

- somos la policía venimos...

¿Que? ¿Porqué?

¡No!

...

Y aquí está él, él me ha estado buscando y ¿Me ha encontrado? Y ¿Parece que quiere jugar?.

Esto se va tornar interesante.




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