Había aceptado que mi vida no sería normal desde el momento en que comenzaron a sucederme cosas extrañas, cosas increiblemente extraordinarias que te dejan pensando si has enloquecido finalmente. Desde que tengo uso de razón, mi vida se ha visto envuelto en escenarios donde lo sobrenatural predomina, y no, no hablo de fantasmas o espiritus, esto va más allá a una conexión con el submundo. Mi experiencia radica en ver a traves de la niebla, criaturas fantasticas que solo deberían existir en los mitos, pero que desgraciadamente es real, muy real, y la mayoría de esas criaturas me asechan en las penumbras, buscando un falló para atacar y devorarme.
Tenía nueve años cuando lo descubrí.
Fui expulsada de mi quinta escuela a causa de ese descubrimiento, nadie me creyó cuando decía que un monstruo mitad serpiente con apariencia humana quería drenar mi sangre, pensaban que solo quería llamar la atención, o peor, que estaba loca. Mi madre se apiado de mi después de constantes pesadillas de aquel día, y cuando me lo contó, no apaciguo la situación, al contrario, todo empeoro y con ello, empezaba a recaer en mi hermano menor; Percy. Así que hice lo que cualquiera en mi situación, motivada por la desesperación de mi madre, huí de casa.
Desde entonces todo ha ido una velocidad alarmante, donde me encuentro en situaciones que jamas pedí, pero en el que estoy completamente involucrada por esta parte de mi. Viviendo en un mundo irreal, rodeado de personas como yo, con el mismo destino, pero diferentes caminos.
Esto que hace parte de quién soy, que es mi naturaleza, ha sido el detonante en cada una de mis desgracias, pero también en mis fortunas. Me conduce a un camino donde la «gloria» y el «heroismo» estan tomados de la mano, y que el final puede ser terrible o pacifico.
Ser semidios no era la gran cosa, no hasta que empece a usar mis habilidades en conjunto de personas igual de extraordinarias para un solo fin, uno en el que no creí, pero que al final, resulto ser a lo que estaba destinada.