Ya ha pasado un mes, desde que conocí a Laion, él se mudó conmigo, aunque ya no lo busca la policía, gracias a él he podido controlar un poco mi sed de sangre gracias a que él me ha llevado dos veces a cazar animales. Es super divertido cazar animales me he sentido muy bien gracias a esas dos cazas.
Para ser sincera me agrada vivir con él, aunque a veces no sé qué hacer con él.
En estos últimos días Laion me ha contado más de los Demos desterrados de Jilmania, entre ellos estaban los descendientes del mal.
- Dagata recuerdas que te conté de los descendientes del mal.
- sí, que pasa con ellos. Me acerqué a él y me senté a su lado.
- según los rumores ellos están aquí en Argonia, me miraba fijamente a los ojos. Se veía preocupado.
- y que es lo que te preocupa. -Le dije mientras lo miraba.
- ellos son muy malos, se sabe bien que les gusta molestar a los demás Demon y les gusta matar humanos.
- y ¿Qué es lo que te preocupa entonces?
- me preocupas tú, sabes el jefe de ellos es un príncipe al igual que tú.
- y ¿Qué pasa con eso?
- los príncipes pueden detectarse entre sí. Prométeme algo Dagata, si alguna vez te encuentras con ellos aléjate lo más que puedas no hables con ninguno de ellos. -Se veía realmente preocupado.
- te lo prometo si me encuentro con ellos no haré contacto con ellos-puede ver una sonrisa en la cara de Laion una que hizo que mi corazón empezará a latir de forma irregular.
- Laion; Dagata te...quiero.
Escuché un susurro de parte de Laion que apenas pude escuchar, pero si lo puede oír. Laion me acaba de decir que me quiere no sé cómo reaccionar a esto.
- yo también te...quiero, susurré, pero vi que el sí pudo oírme.
Laion se acercó más y más a mí y me beso, un beso lento y lleno de pasión, sentí que mi cara me ardía, pero me sentía realmente cómoda en este beso. Laion me cargo y me llevo a la cama sin dejar de besarme, nos separamos por un momento por aire y pude ver sus hermosos ojos mirarme fijamente y el me volvió a decir.
- te...quiero Dagata.
Después de sus palabras me volvió a besar esta vez más rápido me sentía muy agitada, enrede mis manos alrededor de su cuello y mis piernas alrededor de su cadera el con una de sus manos agarraba mi cuello
Con una de mis manos empecé a acariciar su espalda y luego metí mis manos por debajo de su ropa y proseguí a acariciarlo.
Entre besos y acaricias nos decíamos que nos queríamos. El empezó a quitarme mi ropa yo esta un nerviosa y él lo noto.
- solo déjate llevar amor, me dijo mientras seguía quitando mi ropa, y me besaba el cuello mi cuello.
Una vez ya desnudos ambos, Laion seguía besándome, estaba muy agitada y excitada y sé que el también. Me deje llevar por el momento, disfrute cada caricia, cada beso, simplemente desfrutaba cada instante.
Era emocionante, único y placentero. Nos unimos en una ola de pasión y lujuria. Su toque y sus besos me enloquecían. Una gran descarga de energía se desencadeno dentro de mi y me deje inundar por el a tal grado que todo mi cuerpo se estremeció y tembló por el placer, dejándome caer sobre el pecho de mi amado, luego nos sumergimos en un gran abrazo para después dejarnos llevar por un dulce sueño.