Demonios del eclipse

Prólogo.

Era el año 1390 en Alemania, cuando un grupo de caballeros llegaron con espadas y cadenas a una aldea alejada del pueblo más grande.

En aquella aldea vivía un pequeño grupo de personas de distintas edades, aunque la mayor parte eran ancianos y se decía que eran criaturas horribles, incluso las apodaron como devoradores de almas, pero en realidad no eran criaturas horribles y mucho menos devoraban almas, aunque si eran seres especiales, criaturas sobrenaturales, las mujeres del pueblo eran brujas, pero no cualquier tipo de brujas, sino una especie muy rara y única, estas criaturas no devoran el alma como tal pero estaban muy ligadas a ellas pues podían sentir lo que los demás, incluso podían absorber esas emociones para luego transferirlas o simplemente transformarlas en un energía mística con la que eran capaces de crear sueños de encanto o pesadillas terribles en la mente de una persona.

Esa noche, el pueblo Valira fue irrumpido por hombres que sin piedad alguna sometieron a las mujeres para asesinarlas en la hoguera y a los hombres los apuñalaban con sus largas y filosas espadas cuando trataban de hacerse frente a ellos, todos sus esfuerzos por salvarse eran inútiles, los caballeros fueron enviados con un solo propósito: aniquilar a todo ser viviente en el pueblo.

En una de las pequeñas cabañas, se encontraba una mujer adulta joven con un muchacho y una bebé ocultos de los gritos de afuera, la mujer sabía que su hermana quien había salido por unos valdes de agua era probable que ya estuviese muerta, por lo que su pequeña bebé de tan solo tres meses había quedado huérfana, así mismo también sabía que no había posibilidad de que los dejasen vivir, por lo que le pidió al muchacho que era su hermano menor, que huyera lo más lejos de la aldea y que se llevara consigo a la bebé, pues si todas las mujeres del pueblo eran asesinadas, el legado de las brujas de Valira se acabaría, ya que solo las mujeres tenían esa magia heredada al nacer.

Uno de los hombres estaba forzando la puerta que la mujer había trabado con una mesita de madera y algunos costales pesados de harina, para así poder darle tiempo a su hermano de escapar por la parte trasera de la cabaña, que tenía una pequeña abertura que servía como ventana, donde solo pasaba alguien delgado y de estatura media. A pesar de que su hermano no quería irse sin ella, la mujer no aceptó irse con ellos y mucho menos con el hombre a punto de entrar para matarlos pues había pedido refuerzos, luego que el muchacho saliera de la cabaña, la mujer alcanzó a entregarle a la bebé antes de que los hombres entrasen por ella, cuando lo hicieron ella pronto se dio la vuelta para tratar de usar su poder y distraerlos mientras su hermano corría con toda su fuerza para alejarse de ahí, la mujer no resistió mucho pues el filo de una espada ya cubierta de sangre le cortó la cabeza.

Años después, con la ayuda de su tío que en el aquel entonces era solo un muchacho, la bebé se convirtió en una muchacha hermosa y de buen corazón, debido a que necesitaba aprender a usar y controlar sus poderes pasó toda su vida recluida en casa hasta que a los 18, su tío le permitió conocer el mundo exterior con más libertad.

Cuando la chica tuvo 21 conoció a un hombre muy atractivo y sumamente codiciado por las mujeres del pueblo donde vivían, sin embargo, él fijo su mirada en aquella mujer de ojos celestes y tez blanca con cabello negro rizado, y pronto habrían iniciado un romance, fugaz y apasionado.

La joven chica siempre había mantenido oculta su verdadera naturaleza, pero una noche, decidió contarle su secreto a su amado, pues estaba convencida que lo suyo duraría toda una vida y que el amor que ella sentía por él era mutuo, sin embargo, pronto se llevaría una gran sorpresa que para su desgracia solo sería su ruina, ya que aquel hombre tenía otras intenciones ocultas.

El hombre era alto y de complexión delgada pero con buen cuerpo, con unos ojos oscuros que apenas si la joven podía verse reflejada en ellos, una de las razones por las que era tan codiciado no solo era por su gran atractivo y mirada atrayente sino también por su extraordinaria inteligencia, el hombre que le robó el corazón a la joven bruja era un médico muy apreciado por el pueblo, que incluso tenía su propio “hospital” en su misma casa, pues ahí recibía a los enfermos para atenderlos, pero en lo más profundo de la casa había algo más que nadie conocía, y este hombre era llamado Froilan Orkus.

Esa noche de septiembre, luego que la bruja confesara tener el don de percibir las emociones ajenas, el hombre la llevó a la parte oculta de su casa, donde otros hombres aguardaban con cadenas para retenerla, la joven trató de correr pero alguien más ya estaba en la puerta por si trataba de huir, fue así como la sometieron y encadenaron sobre una mesa de piedra para que Froilan pudiese experimentar con ella, pero las cadenas no fueron suficientes para detenerla pues ella uso su poder para controlar a los hombres incluyendo a Froilan, pero antes de que ella pudiera lograr más, Froilan Orkus ordenó a los suyos que le cortaran la cabeza, y cuando la bruja se distrajo, uno de ellos lanzó su hacha al cuello de ella.

El cuerpo quiso caer al suelo, pero quedó colgando de la mesa por las cadenas, todo el lugar quedó salpicado de su sangre y su cabeza rodó hasta los pies de Froilan que no se inmutó ni un poco por lo que acababa de ocurrir, por el contrario, hizo a un lado la cabeza y caminó hacia una caja en su mueble y sacó de ella su bitácora para luego anotar:

“Bruixa envair: invade las mentes, percibe las emociones para controlarlas a su voluntad y puede crear alucinaciones…”

 

 

 

IG: @srita._desconocida




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