Demonios del eclipse

Capítulo 9.

Mason regresó con Monik y los otros dos lobos de espiar a Kalisman, y tan pronto llegó se metió en su cuarto sin dirigir palabra.
— ¿Está bien? —preguntó Jace al verlos— ¿Descubrieron algo?
—Debe estar cansado —comentó Monik—, y bueno…no pudimos acercarnos mucho.
—Había varios hombres cuidando la casa —comentó otro—, nunca lo vimos salir.
—Aunque parece que era porque tenía invitados, un carro gris llegó, pero no alcanzamos ver nada —añadió otro de los que fueron.
—Nadie tiene tanta vigilancia porque si…debe ocultar algo —encogió sus hombros el rubio—, pero lo sabremos después…vayan a descansar.
Los tres se despedían con unos golpes en los hombros para irse a sus cuartos, excepto por Monik que se mantuvo ahí.
—Adelante, pregunta —habló Monik cruzando sus brazos.
— ¿Cómo sabías que iba a preguntarte algo?
—Se veía en tu cara…además debe ser sobre Mason, sino no preguntarías.
—Si… —respiró hondo al ver lo fácil que fue descifrar sus intenciones— ¿Qué ocurrió allá? No por nada entró así de serio.
—No es nada de lo que debas preocuparte —afirmó tranquila—, lo digo en serio.
—De acuerdo.
— ¿Cómo le fue a Liam con la nueva?
—No muy bien…mejor dicho nada bien —suspiró—, ella es…algo dificil —se rio—, pero Liam lo logrará, estoy seguro.
—Crees mucho en él ¿no? —sonrió.
— ¿Crees que no debería?
—Al contario…creo que eso es genial, él…te ha cambiado —le dio un golpe en el hombro—, ha logrado evadir un poco tu barrera.
—No se dé que hablas —frunció el ceño y se alejó.
— ¿Es algo de los Barrow? —se rio.
—Así que por ahí va —se rio Jace pícaro—, molestamos a Mason antes de irse, supongo que algo tiene que ver eso con su actitud al llegar ¿cierto?
—No sé de qué hablas —evadió la mirada—, deberías acompañar a Liam a su casa —dijo para cambiar el tema e irse.
Jace siguió riendo aún después de que la chica se fuera.
A la mañana siguiente, Liam estaba desayunando con su madre antes de irse a clases.
— ¿Tienes mucho trabajo? —preguntó al ver papeles regados en el comedor.
—No…solo acomodaba —se sonrió—, ocupan mucho espacio y creo que debería de deshacerme de ellos ¿Qué piensas?
— ¿No son tus primeros reportajes? Crei que serían especiales para ti —levantó unos papeles de la mesa.
—Todo lo primero es especial Liam, pero estos son demasiados —frunció la nariz riendo— ¿Qué te parece si dejo solo los favoritos?
—Supongo que no se oye mal —se rio mientras comía su cereal— ¿Cuál estás haciendo ahora?
—Es sobre el hombre de hace unos días que habían intentado arrestar…
— ¿El que dijo algo sobre un hombre lobo? —Se emocionó tanto que dejó de comer y se acercó a su madre.
—Si, justamente ese —no mostró interés—, lo atraparon anoche, cubrí la noticia, pero mi jefe quiere que hable con el especialista del hospital psiquiátrico.
— ¿Hospital?
—Si ¿no lo sabías? El hombre había escapado del psiquiátrico.
—Vaya ¿puedo ver lo que tienes?
Su madre asintió y el chico se acercó a la computadora de esta para leer sobre la noticia.
— ¿El hospital Orkus? ¿No es el que está en la avenida central de Richmond?
—No, esa es la casa Orkus, ahí los ingresados permanecen cuando los familiares los dejan casi a su suerte, solo pagan la estancia y cuidados porque no tienen forma de recuperación.
—Suena como un lugar horrible.
—Lo es, de hecho, mi primer reportaje fue un caso relacionado al hospital Orkus.
— ¿De qué trató? —la vio intrigado.
—Unas gemelas, fue una gran desgracia —frunció sus labios—, presenciaron el asesinato brutal de sus padres…una de ellas fue ingresada al hospital por terapia, aunque ya no supe más de ellas.
—Creo que una vez vi algo de eso entre tus cosas —comentó dudoso—, debió ser algo duro para ellas.
—Lo último que supe fue que quedaron a cargo de una tía, pero no supe más, me parece que se apellidaban Han —buscó entre sus papeles—, mira, es este —le extendió el documento.
—Brutal asesinato en casa de la familia Han —leyó intrigado—, buen título.
“…las únicas sobrevivientes del ataque fueron sus hijas, las gemelas Han.”
»Pobres chicas, me pregunto que habrá sido de ellas«
—Si buscas el nombre de las gemelas, no vas a hallarlo —interrumpió su madre—, no está permitido publicar los nombres sin el consentimiento de las personas, en especial de menores de edad.
— ¿Pero no lo averiguaste?
— ¿Por qué tanto interés de pronto? —lo vio extrañada— Nunca habías mostrado tanto interés en mis noticias ¿Qué tiene de especial esta?
—No lo sé, es solo que…me hubiese gustado poder ayudarlas.
—Oh Liam —le dio un beso en su mejilla—, aunque hubieras querido hacerlo no podrías haber hecho algo, eras un niño —le sonrió triste—, pero es muy dulce que pienses eso.
Liam sonrió abatido y vio el reportaje con mucho interés.
— ¿Tú crees que puede encontrarlas ahora?
Su madre respiró hondo y lo vio sonriente.
—Alice y Melissa Han —contó sonriente—, son los nombres de las niñas…no me hagas arrepentirme de habértelos dado.
—Descuida mamá —se rio—, y sobre el hombre…¿sabes por qué fue ingresado?
—Mmm…según algunas personas con las que me topé anoche, decían que el hombre decía que veía visiones y que aseguraba que eran del futuro.
— ¿Un vidente?
—Supongo, pero quizás solo consumió drogas de joven —suspiró—, por eso…no te drogues —amenazó gentil—, porque si descubro que lo haces te irá mal.
—Descuida mamá…no hay drogas, cero drogas —se defendió nervioso.
—Bien —se rio—, por cierto, Oliver habló ayer a la casa, pero no estabas ¿No han hablado? Últimamente te veo mucho con ese chico rubio y el de cabello semi rubio.
—Jace y Mason…si, no he estado muy pendiente de Oliver últimamente —frunció el ceño sintiéndose mal—, he estado…distraído.
—Espero que eso no afecte en tus notas ¿Qué hay de esos chicos? ¿no son algo mayores?
—Un par de años… —apretó sus labios esperando alguna desaprobación—, recién se graduaron.
—E imagino que van a la universidad o al menos tienen un empleo ¿cierto? No quiero que te juntes con vagos Liam Hale —le demandó seria.
—Descuida, no son vagos —se rio—, están estudiando —contestó no muy convencido.
—Espero que no mientas, sabes que me molestaré y mucho…además te castigaré.
—Lo sé —suspiró—, ahora debo irme sino llegaré tardaré a la escuela y no creo que quieras que me vuelva un vago —bromeó y le dio un beso en la frente.
—Cuídate Liam… ¡Y no llegues tarde!
 




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