Demonios del eclipse

Capítulo 31. [Song]

[ESCUCHA "BROTHER" DE KODALINE DE FONDO PARA ESTE CAPÍTULO] 

 

El chico rubio llegó hasta donde estaba el resto de la manada divirtiéndose alrededor de una fogata, algunos bebiendo alcohol, otros fumando tabaco u otras hierbas, las risas y recuerdos graciosos rodeaban el momento de los jóvenes.

—Creí que no vendrías —comentó Lexi sentada en un tronco— ¿no te sentías cansado por el viaje?

—John me hizo venir —respondió acercándose.

— ¿No deberías estar en otro lugar? —Insinuó la chica en voz baja— Él no está aquí.

—Lo sé… —frunció los labios sin poder atreverse a preguntar dónde estaba Liam.

—Fue a buscar a su madre al trabajo, hoy saldrá tarde —intervino Mason acercándose después de oírlos desde lejos—, deberías ir…si quieres, por supuesto.

El lobo ligeramente rubio con toques de castaño le entregó a la castaña un vaso rojo de plástico con refresco y cubitos de hielo en él, mientras que él se quedaba con la botella de cerveza.

—Y si no vas…hay cerveza por allá —indicó señalando—, o puedes fumar.

—Sabes que ya no fumo —afirmó serio—, aunque gracias por la cerveza, pero…no me quedaré.

Apretó sus labios en una mueca de indecisión luego caminó un poco lentamente de espaldas para luego darse la vuelta y volver por donde vino.

— ¿Crees que vaya a buscarlo? —Interrumpió Lexi el silencio que se quedó tras la partida del rubio.

—No lo sé —arrugó el ceño frustrado—, a veces no logro entenderlo —suspiró Mason viendo todavía cómo se iba Jace.

—Es tu primo no tu reflejo, no debes entenderlo solo aceptarlo —dijo mirando sin punto fijo para después beber su refresco.

Tras unos minutos de conducir, el rubio llegó al estacionamiento del edificio donde trabajaba la madre de Liam. Llegando pudo notar una chica de cabellera cobriza usando una sudadera negra con capucha para ocultar su identidad, lo que le llamó la atención y lo hizo bajar del auto.

Media hora antes.

—Si, acabo de llegar —dijo Liam al teléfono con su madre—, estoy en el estacionamiento…tómate tu tiempo.

“—Quizás solo me tome una media hora más, mi jefe me pidió unos papeles… —decía apenada—, compensaré tu espera con comida china.”

El chico rio al oír a su madre en la llamada y le asintió, para luego colgarle.

—Espero le paguen horas extras a tu madre —comentó una voz saliendo de un auto gris—, siempre odié que mi madre trabajara hasta tarde, pero ella decía que era su deber como doctora —reviró sus ojos.

Liam se dio la vuelta al reconocer la voz.

— ¿Ahora me sigues? —Frunció el ceño irritado— ¿Para qué estás aquí?

—Solo vengo a darte un mensaje…él siempre obtiene lo que quiere —se sonrió perversa al encoger sus hombros.

—Y exactamente ¿Quién es él?

—Sigue mi consejo, deberías tener cuidado en quien confías —se cruzó de brazos marcando una sonrisa maliciosa—, no todos son tus amigos.

—Si, ya me quedó claro eso —le lanzó una mirada indicando que se refería a ella—, y…¿Por qué sigues fingiendo? Sé que no te llamas Melissa y que los Thompson son tus tíos, no tus padres.

— ¿Crees que lo sabes todo de nosotras? —Entrecerró sus ojos con recelo— Cariño, sé más de ti que tú de mí.

—Ilumíname…eres tan lista, te lo pido —apretó su mandíbula y le habló sarcástico.

—Tyler Barnes…el vidente —mencionó seria—, charlé con él cientos de veces ¿Y sabes que vi? —Se calló un instante esperando una respuesta del chico— A ti, a tus lobos…a ella.

No fue necesario que Melissa Thompson mencionara el nombre de “ella” para que la actitud dura del chico se rompiera, era claro que ambos sabían a quien se refería.

—Ver venir a tu mejor antes de conocerla… —sonrió recordándola— Incluye ciertos costos —lo miró fría— ¿Recuerdas a su hermana? —Caminó hacia él para tomarlo del brazo.

En ese preciso instante un remolino de emociones invadió a Liam, ninguna era grata de sentir, pues la tristeza, el enojo y el miedo lo rodearon por completo. El agarre de la bruja fue para incrementar sus emociones y de paso poder tener un poco de acceso al origen de ellas, teniendo a su alcance imágenes borrosas y voces en eco a su alcance, su poder limitado no le permitía ver más allá de aquello.

«La manada se preparaba para atacar por primera vez la fortaleza de Arkain. Rebecca alejó a Liam del resto para hablar. 

“Quiero pedirte algo importante…promete que mantendrás a salvo a mi hermana”

“Haré lo necesario para protegerla…a ambas.” “Lo prometo.”

La rubia confió en su palabra y luego ambos regresaron con el resto que se ponía de acuerdo para el ataque. »

—Que promesa tan vacía —soltó para hacerlo sentir mal—, no pudiste salvarla…

—Cállate —gritó entre molesto y triste.

—Sabes que es verdad ¿Pensabas hacerle lo mismo a Injae? —Lo soltó del brazo y se alejó de él caminando hacia atrás.

—Dije que te callaras —respiraba agitado— ¿Por qué haces esto?

Melissa incrementaba sus emociones con la mente para cegarlo y quizás con mucho esfuerzo por parte de ella lograr crearle alguna especie de alucinación que lo llevaría al borde de si hasta hacerlo caer y quedar inconsciente, cosa que estaba logrando pues Liam parecía un moribundo que estaba a punto de caer de rodillas hacia el piso.

—Te tengo —avisó el rubio sosteniendo al chico.

— ¿Jace? —Jadeó aferrando sus manos al rubio— ¿En verdad eres tú?

La chica los vio con una sonrisa maliciosa.

—Esto será interesante —susurró para sí misma.

La pelirroja siguió manipulando las emociones de Liam, y ahora también de Jace, pero esta vez con el fin de enfrentarlos entre ellos, por lo que manipuló su miedo y tristeza para que esos recuerdos dolorosos fueran aumentando el enojo en ambos para que se pelearan, creyendo que a quien atacaban era a aquello que los enfurecía.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.