Demonios del eclipse

Capítulo 43.

» “Está…diciendo la verdad —Comentó Lissa desconcertada.” «

La tarde en la celda con Elijah iba y venía en la mente de Jace.

—Aún hay algo que no entiendo —la voz de Mason trajo a la realidad al rubio— ¿Cómo sabías que hacer con el don de alfa verdadero? John dijo que no sabía de él.

Mason estaba en casa de Jace, un lugar no muy lujoso para ser una familia con dinero, de dos plantas. En la segunda habían cuatro habitaciones, para los padres, los huéspedes, Jace y su hermano respectivamente, cada una era lo suficientemente espaciosa y que incluso tenían su propio baño, también en la planta había un cuarto de juegos. En el primer piso estaba el comedor negro, la sala con muebles grises y afelpados, la cocina integral blanca con negro acompañada de su desayunador, había una habitación para el estudio y otra para el cuarto de lavado, ambas plantas eran conectadas por unas escaleras de azulejo negro y barandal de vidrio con agarraderas de aluminio plateadas.

Los padres adoptivos de Jace se encontraban en un viaje de negocios por lo que Mason pasaba el rato con este en el cuarto de juegos.

—Shh —le regañó—, Elliot está abajo y no quiero que sepa de esto.

—Aún es humano, no puede oírnos tan lejos —protestó—. No cambies el tema, responde.

—Cosas de alfa verdadero —contestó alardeando para recibir una mirada de incredulidad—, bien…recibí ayuda de un conocido.

— ¿Quién? —Arqueó una ceja sospechando.

—No me veas así —se levantó del sofá blanco frente al televisor—, además no es lo único en que le pedí ayuda.

—Jace Barrow pidiendo ayuda ¿Qué rayos pasó contigo en tus vacaciones? —se carcajeó— Bueno, ya…—se detuvo al ver la expresión seria del rubio— ¿Con que más te ayudará tu conocida? Digo, “conocido”.

El rubio se puso nervioso, pegaba constantemente sus dedos con la palma de su otra mano en una manera de decidir si hablar al respecto, luego caminó energético devuelta al sofá donde estaba sentado Mason.

—Sé que no vas a creerme, pero… —apretó sus labios— Tengo mis razones para creer que Annie sigue viva.

Mason quedó estupefacto.

—Sabía que no me creerías —presionó el borde del sofá y lo soltó alejándose—. John me dijo que me olvidara de eso, pero siempre he tenido esa duda, su cuerpo nunca fue encontrado…¿Y si se la llevaron?

—Suponiendo que tengas razón y Annie esté viva ¿Cómo planeas encontrarla? Han pasado once años, debería tener…¿Cuántos? ¿19?

—Quizás los cazadores se la llevaron y…

—Si creían que era un lobo es probable que la hayan…ya sabes.

—Pero ¿y si no lo hicieron? —Encogió sus hombros— Quizás la hayan mantenido encerrada o…descubrieron que no lo era y borraron su mente ¡Yo qué sé!

—Aún no me respondes ¿Cómo planeas hallarla? —Lo miró serio— Ni siquiera sabemos que grupo fue.

—Ella dijo que podría encargarse… —mordió la esquina de su labio inferior— Quizás no llegué directo a Annie, pero cree que podrá acercarme.

Mason soltó una risa jocosa y luego la quito para asentir con su cabeza.

— ¿Debería preocuparnos como es que tu informante conseguirá eso?

El rubio imitó su anterior gesto, luego respiró hondo y negó con su cabeza.

—No, estemos bien que ella también lo estará —sonrió orgulloso.

— ¡Ja! Aún recuerdo cuando no confiabas en nadie —se rio haciendo que Jace desviara su mirada—. Ya es hora, Lexi y Liam ya deberían salir de sus clases para ir al refugio.

— ¿Miranda y Alec no deberían asistir a clases? —Quedó pensativo el rubio mientras tomaba su chaqueta— Ni siquiera sé bien cuantos años tienen y ahora viven en el refugio —soltó una risa.

—Un lugar donde viven lobos y cazadores…una locura ¿cierto? —Bromeó cerrando la puerta del cuarto al salir detrás de su primo— Me parece que son un año menor que nosotros, bueno Miranda lo es y creo que Alec igual.

— ¿Ah si? Veo que Miranda lo trata como si fuera menor, deberíamos preguntar…de paso te sirve para darle un regalo en su cumpleaños a ella —le dio un golpe en el hombro a Mason.

Ambos primos se despidieron del hermano menor de Jace y se subieron al auto de este para ir al refugio, en él ya se encontraban la castaña y el pelinegro.

El equipo se reunió en el comedor para hablar sobre lo que pudieron sacarle a Elijah el día anterior. Jace explicó parte del plan de Kalisman, su objetivo era tener en su poder a las brujas invasoras, ganarse la confianza de Liam y una vez que se fusionaran usaría su poder para controlar a Liam, así este formaría a ser parte del clan de su padre, para volver al chico un hibrido y de él crear un ejército, no sin antes haberse deshecho de la manada de John y de ahora también de los VK.

—Aún tengo dudas sobre ese plan —protestó Lexi—, suponiendo que es cierto ¿Qué ganaba Melissa ayudándolo? Debe haber algo más de fondo.

—Elijah dijo que Arkain encontró a Melissa cuando aún era Alice y estaba en Orkus —explicó Jace hasta que vio a Lissa y habló inseguro—, la convenció de ayudarla a salir y a enseñarle a usar sus poderes.

Una expresión de sorpresa amarga se marcó en el rostro de la pelirroja.

— ¿A cambio de qué? —Preguntó sabiendo que no le gustaría la respuesta.

—Tenía que ayudarlo en lo que pidiera, además de que cuando fuera el momento… —respiró hondo para atreverse a seguir— Se fusionaría sin objeción alguna con la única intención de ganar la fusión, sin importar que.

Algunos con intención y otros de reojo, pero todos miraron a Lissa que quedó atónita con sus labios ligeramente separados. Liam que estaba a su lado pudo oír más fuerte el corazón de la chica latiendo muy rápido, así que sacó su mano del bolsillo frontal de su pantalón y la llevó hasta la mano de ella para agarrarla.

La pelirroja sintió un choque eléctrico en su piel al sentir el contraste entre su mano fría por los nervios con la mano cálida del chico, instintivamente también agarró su mano y volteó su rostro hacia el chico que ya la veía.




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