El día en que el equipo trató de llevarse a Melissa Thompson de la cafetería y que falló, Marcel la llevó a la mansión de Kalisman. Luego de charlar sobre Elijah en manos de los lobos, este tomó la decisión de avisar al clan sobre que él había abandonado a los suyos para unirse con el enemigo.
Melissa estaba despertando en el sofá después de unas horas.
— ¿Qué carajo? —Protestó con un dolor de cabeza— ¿Dónde…? Agh —rechinó sus dientes al ver el lugar— ¡Kalisman! —Gritó para hacerlo venir.
—No tienes que gritar —se quejó el rubio entrando a la cocina por la puerta trasera—, te oí en cuanto despertaste.
— ¿Qué hago aquí?
—Te salvamos querida —respondió recargándose en el desayunador—, la manada del cachorro intentó secuestrarte.
La pelirroja respiró molesta y reviró sus ojos.
—Se dice gracias, bruja malagradecida —reclamó indignado—, para salvarte les ofrecimos a Elijah.
Melissa se giró a verlo desde el sofá con una expresión de incertidumbre.
—Mientes —se levantó del sofá y caminó hacia él—, habrán dejado a Elijah, pero no precisamente por mi —lo miró con receló—, Elijah te estorbaba y en cuanto se fijó en Lydia sabías que ahora si no podrías retenerlo ¿o me equivoco?
Kalisman sabía que decía la verdad, pero no iba a admitirlo, en su lugar se cruzó de brazos, suspiró y reviró sus ojos.
—Cree lo que quieras, el punto es que estás aquí por mi —sonrió perverso—. Espero que ya no quieras alejarte de mí, además le hiciste una promesa a mi padre.
—Pero él no está aquí así que… —el rubio la interrumpió poniéndole el indice sobre sus labios.
—Has hecho cosas Alice —susurró su verdadero nombre para irritarla—, cosas muy malas —fingió una mueca triste—, no tienes nada, ni padres, ni hermana, ni amigos…solo al clan ¿Quieres perderlo también?
La actitud dura y altanera de la chica se quebró ante su realidad pronunciada por el vampiro haciéndola bajar su mirada sin más opción.
—Creo que eso es un no —sonrió y acarició la mejilla de la chica—. Greta vendrá pronto seguramente, Marcel la contactará para avisar sobre Elijah —cambió el tema y caminó hacia la repisa sobre la estufa—, sé que el semestre terminó ¿Por qué no tomas vacaciones? Despeja tu mente, sal con algún familiar si es que tienes otro —se burló cruelmente—, o visita a esa chica…la que te pidió mi padre que eliminaras.
— ¿Él sabe que sigue viva? —Preguntó inquieta.
—Es probable, pero si no ha hecho algo es porque entonces no es una amenaza.
— ¿Qué hay de mi hermana? —Lo seguía con la mirada mientras él se hacía un emparedado— Está con los lobos, y la fusión…
—Despreocúpate por eso, tú haz lo que te dije —soltó su comida irritado y recargó sus manos sobre la mesa de donde cocinaba—, te las ganaste por tu arduo trabajo.
Kalisman tomó una manzana del frutero y la lanzó a la chica, con sus ojos le indicó que la comiera.
—El chofer te llevará —avisó sin interés en seguir hablando—, ahora vete.
—Gracias por la manzana —sonrió hipócrita—, pero no gracias —la puso en el desayunador frente a él y caminó hacia la puerta.
—Solo una cosa más —alzó la voz para retenerla—, aquella noche… ¿No creíste que hacerle eso sería muy cruel?
Melissa lo vio con ojos fríos, luego ladeó su cabeza sonriendo con desapego.
—Solo hice lo mejor para ella —respondió y salió orgullosa.
Kalisman quedó sorprendido por la respuesta tan poco emotiva de la pelirroja.
—Marcel tenía razón, esa chica si está loca —soltó al aire y siguió comiendo.
Tiempo después, a mediados de julio.
Melissa Thompson había seguido la orden de Kalisman y se fue de vacaciones con la familia de su padre, quien en verdad era su tío, Kalisman recibió la visita de Greta una semana después de la partida de la pelirroja, desde entonces había estado pasando desapercibido para evitar enfrentamientos innecesarios.
Por otra parte, el equipo de Liam estaba ayudando a Lissa con su poder con la participación de Elijah, a quien todavía mantenían en la celda a pesar de ya no golpearlo u ofenderlo como al inicio. De vez en cuando como agradecimiento, la pelirroja iba a verlo para llevarle papel y una pluma estilográfica con la que escribía versos de poemas o cartas, que según él destinadas a personas que fueron importantes en su vida pero que ya han muerto, como su familia, en ellas contaba lo que le pasaba, Lissa no entendía la razón de hacerlo hasta que le explicó que lo hacía cuando se sentía abrumado. En otras ocasiones era Lexi quien le llevaba un cuaderno de dibujo y lápices, pues Elijah era bueno dibujando, la mayoría de los dibujos que había hecho en su tiempo encerrado en la celda eran de paisajes de su epoca de juventud que visitaba con su madre.
La relación entre Miranda y Lexi estaba mejorando rápidamente, cuando poco a poco se fueron conocieron con la ayuda de Lissa con la que pasaban la mayor parte del tiempo, así mismo la relación entre los chicos fue reforzándose. En cuanto a las relaciones románticas que estaban surgiendo entre el equipo, los sentimientos estaban creciendo en cada uno a su propio ritmo, a excepción de Alec y Lexi, quienes nunca volvieron a tocar el tema de lo ocurrido en el cuarto del chico, por el contrario entre menos tiempo pasaran solos para ellos mejor; con Miranda y Mason, el lobo buscaba cualquier excusa buena y creíble para estar cerca de ella, a quien no le disgustaba para nada su presencia hasta que alguien insinuaba algo sobre ellos; Liam pasaba menos tiempo con Lissa a comparación de las chicas, pero cuando lo hacía hablaban de temas significativos para ambos, como la familia de Liam y su amigo Oliver, sobre la vida en Orkus de Lissa o lo poco que recuerda de sus padres, pero también de detalles pequeños, como musica, pasatiempos y esas cosas triviales. Aunque ambos solo se viesen como buenos amigos ambos en el fondo y sin decirle a nadie sabían que algo más pasaba en cada uno.
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Editado: 06.04.2022