Demonios del eclipse

Capítulo 50. [SONG]

[ESCUCHA "SHUT UP" DE TYLER POSEY COMO FONDO DEL CAPÍTULO]

 

Al día siguiente.

—Feliz cumpleaños cariño —susurró Marie dándole un beso en la frente a Liam—, sé que es tu cumpleaños, pero ya no tienes ocho años para faltar…andando, a la escuela —alzó la voz.

Unos gruñidos salieron de Liam por no querer pararse.

— ¿Recuerdas cuando nos sacaron del club a mí y a Oliver? —Mencionó adormilado.

—Por usar identificaciones falsas, lo recuerdo como si fuera hace tres años —respondió sarcástica.

—Fue hace tres años… —dijo con una sonrisa— Ya podré ir un club.

—Sobre mi cadáver Liam Thomas Hale.

Le dio una mirada amenazante y después jaló de las cobijas para obligarlo a salir de la cama. Después de vestirse, bajó y desayunó algo especial que su mamá le hizo por su cumpleaños.

— ¿Verás el eclipse? Si lo haces, usa protección porfavor…

—Descuida no lo haré, no estoy muy interesado en él —le dijo dándole un beso de despedida—. Volveré en la noche ¿está bien?

—Si…pero que no sea ebrio sino quieres dormir en la bañera.

—Te amo mamá —le dio un beso más y se fue.

En la escuela, Lydia lo esperó en la entrada.

— ¡Feliz cumpleaños! —Lo abrazó pasando su brazo por los hombros del chico— Toma.

Lydia le entregó una cajita negra pequeña, adentro contenía un colmillo de cuarzo negro liso del tamaño de un pulgar, colgando de una cadena plateada.

— ¿Te gusta? Es un colmillo de lobo…ya sabes —arqueó sus cejas insinuando— ¿no te gustó? Agh debi escoger el de la luna con el lobo…

—Lydia —interrumpió a la chica—, es fabuloso, gracias.

Le dio una mirada carismática y se colocó el collar. La chica sonrió al ver que su regalo fue del agrado de Liam.

— ¿Vamos? —Extendió su brazo ella para que este lo tomara.

— ¿No debería ser yo quien haga eso?

—Liam estamos en el siglo XXI ¡Abajo el patriarcado! —Exclamó como político en campaña— Ahora toma mi brazo ¿o tienes masculinidad frágil?

—Auch —respondió en broma.

Liam se agarró del brazo de la chica y caminaron como si a un baile de epoca estuvieran llegando. En la entrada del edificio, por el corredor venía caminando Melissa Thompson.

—Feliz cumpleaños Liam —le extendió su mano con una cajita—, tómalo o no, no me importa…pero hoy será un día inolvidable —lo vio entrecerrando sus ojos y luego se fue.

—Melissa sabe cómo arruinar mañanas —bromeó Lydia—, anda vamos a clase.

Al terminar las clases Liam salió rumbo al refugio, donde la manada estaba preparando el lugar para celebrar su cumpleaños. Lydia más tarde los alcanzaría allá.

—El lugar se ve muy bien —comentó John—, no recuerdo haber celebrado así en el refugio.

—Creo que será la primera vez ¿no John? —Mencionó Jace acercándose con un globo— Liam sí que le dio un gran giro a la manada…ojalá todos pudieran estar aquí.

—Lo están —replicó el hombre poniéndole la mano sobre su hombre—, y siempre estarán.

Ambos se quedaron viendo hacia el jardín.

Mason se encontraba terminando de hornear el pastel con Lexi, este estaba nervioso y por alguna razón también ansioso por algo.

—Bueno ya, ¿qué diablos te pasa? —Reclamó la castaña irritada— Escucho tu corazón queriendo salirse de tu cuerpo.

—Es la fusión, es todo.

—Mientes Barrow —se cruzó de brazos frente a él que estaba frente al horno—, y apuesto que tiene que ver con cierta cazadora rubia.

— ¿Te dijo algo? —Cerró el horno enseguida y se incorporó.

—No ¿por qué lo haría? ¿Acaso sucedió algo? —Se mostró interesada.

—No, pero siento que estos días ha habido algo…no sé, siento que cuando estamos cerca ella quiere alejarme y… ¿Por qué te estoy contando esto?

—Solo habla con ella, no seas cobarde —frunció su ceño—, qué más da si te rechaza.

—Gran consejo, pésima forma de darlo —la miró jocoso. Ella encogió sus hombros—. Creo que la vi irse a su cuarto…hablaré con ella —suspiró nervioso.

—Ve por ella tigre —alzó su voz cuando este se alejó. Mason le lanzó una mirada para que se callara—. ¿A que huele…? Mierda —murmuró— ¡El pastel!

Mason fue nervioso al cuarto de Miranda donde esta le abrió y él pasó hasta pararse frente a la ventana.

— ¿Ocurre algo? Luces…extraño.

—Debo…debo decirte algo —respiró hondo—, he querido decírtelo desde hace un tiempo, pero…

—Bueno, entonces dilo —lo miró sin saber lo que pasaría—, ¿es sobre la fusión?

—No, no tiene que ver con la fusión o Kalisman…ni Arkain, ni…nadie más —respiró profundo para tomar valor—, es sobre mí, sobre ti…sobre nosotros.

El semblante relajado de la rubia se esfumó al oírlo y pronto se creó una tensión entre ellos.

—Mason…

—No, espera, antes de que digas algo quiero que escuches —apretó sus labios—, me gustas mucho Miranda.

—Oh —quedó atónita.

—Si…Oh —sonrió nervioso— ¡Oh! la primera vez que te vi, ¡oh! Cuando te vi tomando el control de los cazadores, ¡oh! Cuando regresaste a Orkus a ayudarnos, ¡oh! Cada vez que te veo… ¡oh! Cada que sonríes, ¡Oh! Cuando te vi con aquel vestido brillando con el atardecer… ¡oh! Cuando bailamos por primera vez… ¡Oh! Ahora que te veo aquí frente a mí.

La chica se mantenía callada rozando de sus manos sueltas sus dedos por los nervios.

— ¿Podrías decir algo? —La miró preocupado.

—No sé qué decir —su mirada era triste—, quisiera decir algo, pero no sé…que.

— ¿Qué quizás sientes lo mismo por mí? —Encogió sus hombros— O tal vez no y que soy una gran idiota.

—Mason… —bajó su mirada apenada— Yo…lo siento, pero, ¿un lobo y una cazadora? —dijo con tristeza— Eso no podría ser.

—Di que es una broma y que tienes una excusa mejor.

—Mason no es una excusa, es en serio…además —mordió el interior de sus mejillas—, no podría estar con un lobo —se le cristalizaron los ojos—, ellos mataron a mi familia…no puedo, yo…




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