Un par de días después del encuentro de Kellen con Samael, iba con Lil camino al departamento de ella cuando comenzó a repicar su móvil.
Kellen no necesitaba una aclaración con respecto a la identidad de quien llamaba, pues desde que Lil se había enterado de todo, no había sido capaz de volver a llamar papá a Samael, algo muy inconveniente de cara al futuro inmediato.
Sin embargo, Lil solo se quedó mirando el móvil hasta que dejó de sonar.
Samael no solía esperar más allá de tres repiques antes de cortar la comunicación, y aunque se molestaba mucho cuando su hija no le respondía de forma inmediata, tampoco insistía y esperaba pacientemente a que ella le retornase la llamada. Esto era lo que Lil sabía, lo que no sabía, era que cuando ella no contestaba, la próxima llamada que hacía Samael era a Kellen, y a eso obedecía la expresión del chico cuyo móvil comenzó a sonar a continuación.
Sin agregar nada más, Samael cortó la comunicación mientras Lil miraba a Kellen.
Lil aún le dio muchas vueltas al asunto, pero finalmente se decidió a llamar.
Antes de que Lil tuviese ocasión de protestar o de encontrar una excusa, ya Samael había cortado la comunicación. Kellen que naturalmente había escuchado, dio un giro para cambiar de dirección, pues era urgente que hablase con Heylel, ya que como él había advertido, Samael no tardaba en querer ver a Lil, así que esperaba que Heylel hubiese encontrado una forma efectiva y que no despertase las sospechas del progenitor de la criatura, para evitar aquel encuentro. No era que él creyese, como había pensado Heylel, que Samael quisiera verla porque albergase algún sentimiento tan normal como el amor paternal, sino que era su forma de asegurarse de mantener controlada a Lil.
Sin embargo, Kellen no se molestó en contestar, algo a lo que ella ya estaba acostumbrada, aunque no evitaba que siguiese reclamándole.
Aunque la pregunta era retórica, igual tuvo que soportar una extensa respuesta que incluía la no solicitada opinión que sustentaba Lil acerca de su persona, misma a la que él no prestó atención.
Aunque ella ya sabía que su nombre real era Dev, había decidido seguir llamándolo Johan para evitar confusiones cuando estuviese con sus amigos, y aunque éstos ya sabían su verdad, no había tenido ocasión de decirles que Dev también pertenecía a su recién descubierta especie.
Como Kellen no se caracterizaba por su paciencia y ya se ha descrito con suficiencia su poca amabilidad, volvió sobre sus pasos con expresión tormentosa, pero Lil se interpuso entre ellos.